martes, 14 de octubre de 2008

Complot Capitalista o Evolución Mundial

Número 11/octubre-noviembre 2008
Pablo A. Gambandé

“Facebook… un servicio social para conectarte con la gente de tu alrededor”

Facebook despierta amores y odios porque es una aplicación informática que para muchos puede ser una nueva forma de contactarse con amigos y conocidos, y para otros, es una herramienta del capitalismo liberal que incluso es considerada parte de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense.

Más allá de la verdad, la cuestión de fondo es saber si ¿estamos ante un complot capitalista e imperialista o sin quererlo, estamos frente a un nuevo proceso de cambio de orden mundial?

Como casi todos los hechos sociales lo más probable es que el grado de subjetividad y de cohesión hacia una u otra postura terminará conformando el hecho social futuro y, creo, será definido principalmente por una cuestión generacional y de paso del tiempo.

Sobre el fenómeno Facebook, habría que considerar que la mayoría de los nacidos a partir de los `70 y `80 hemos visto pasar más de una herramienta de comunicación social. Usamos herramientas de correo electrónico, de mensajería instantánea como el MIRC y el ICQ y otras como las BBS y los FTP para compartir información.

Siglas que pueden o no ser comprendidas o consideradas obsoletas por nosotros pero muchas de las cuales aún funcionan. Son herramientas que en el pasado se han llevado más de un par de horas de nuestra vida.

Ese tiempo era otro. Pero… ¿por qué ahora pensar que el avance tecnológico y el fin informático perseguido, de “comunicar y compartir”, dejarían de evolucionar? Sea lo que sea Facebook junto a Wikipedia son parte de ese avance y de esa evolución.

Podríamos decir que ambas aplicaciones junto a otras redes sociales virtuales son estandartes de los tiempos de cambio que llegan. Son redes sociales que en el mediano plazo serán reemplazadas. Pero que al igual que las primeras ideas sobre “las nacionalidades” a muy largo plazo habrán funcionado como medios que coadyuvaron, voluntaria o involuntariamente, a concebir nuevas formas de relacionarnos y de dejarnos mandar.

Es decir que se están gestando nuevas formas, aún difusas, de poder socioeconómico que más adelante en el tiempo afectarán el orden político actual.

Para intentar no parecer loco ante los ojos escépticos recordemos el surgimiento de la idea de “nación”. Idea que todos tenemos en nuestra mente, que domina nuestras vidas le demos atención o no.

Cuando surgían las ideas sobre “las nacionalidades” primeramente parecía ser funcional a la continuidad del Rey como figura de poder. Sin embargo la misma idea contribuyó a derrocarlo y a constituir las primeras repúblicas que darían forma a los regímenes democráticos actuales. Recordando que esta idea no actuó sola sino que fue acompañada por otras fuerzas de cambio, las cuales en su conjunto trasformaron las cuestiones políticas y económicas del hombre.

Ambas cuestiones tuvieron consecuencias sociales importantes. Pero mientras su componente político cambió radicalmente de las monarquías hacia nuevos regimenes democráticos, su componente económico evolucionó más lentamente manteniendo la esencia de libre mercado. (45 años de Guerra Fría son poco tiempo, en comparación a la existencia de las ideas de libre mercado).

Al igual que las ideas nacionales en su momento, el actual movimiento informático de libre publicación, producción y comercialización produce movimientos sociales que chocan con lo tradicional. Por eso Facebook es tan polémico. Porque desafía las normas estatales de poder y de control económico y porque, directa o indirectamente, puede ser calificado entre las primeras olas de cambio que han comenzado a impactar contra las costas de los estados más desarrollados.

Pero ¿por qué el impacto es mayor en los estados más desarrollados? Porque en ellos el control estatal funciona correctamente y la mayor parte de los ciudadanos no busca vulnerarlo. Cosa que si ocurriría en los estados donde el nivel institucional es débil.
Al facilitar la comunicación entre privados, Facebook se convierte en una herramienta potencial que permite vulneran el control del estado.

Facebook, Wikipedia, Linux, Youtube, la TVonline y otros servicios informáticos gratuitos están entre esas olas o fuerzas de cambio. Cambian nuestras formas de cohesionarnos, de entender lo privado, lo público y cómo se entrama esa relación.

No es fácil predecir lo que vendrá. Pero tenemos que recordar que falta mucho tiempo para que definitivamente se socaven las formas de organización sociopolítica que conocemos. Que la informática es solamente uno de los campos donde surgen las nuevas fuerzas de cambio y que el ser humano es el lugar donde realmente los valores acontecen.
Retomando nuestra cuestión central: Facebook ha conseguido una de las mejores formas de compartir con los demás (como “yo” quiera) lo que (“yo”) quiera compartir.

El “yo” o el “ego” es la clave que supieron definir las mentes que idearon Facebook, las cuales como no es de extrañar, se encuentran en el Silicon Valley… ¿La capital de la alta tecnología? y con todo este movimiento social virtual… ¿podemos hablar de un Consenso de Silicon? (Parodia al Consenso de Washington).

Tom Hodgkinson editorialista del diario británico The Guardian escribió, en enero de 2008, un artículo sobre Facebook que tuvo gran repercusión mundial, el cual fue una de las causas que me motivó a escribir este artículo. En él, el autor, nos advierte sobre cuestiones sociales de alcance personal, familiar y mundial.

Resumiendo nos dice que Facebook: A) Aísla más de lo que nos sociabiliza B) Es un proyecto con alta carga filosófica e ideológica neoconservadora y neoliberal (1) C) Es un medio para dominar las oportunidades del “nuevo mundo virtual” D) Permite vulnerar las barreras del Estado, E) Destruye el mundo natural y es parte de la construcción de la primera nación virtual F) Tiene inversores como: la CIA y el Departamento de Defensa G) Es un nuevo medio para hacer publicidad selectiva, H) Vulnera las libertades civiles y I) Nos convierte en commodites.

Hodgkinson finalmente compara la llegada de los colonos puritanos a América y sus novedosas ideas de libertad con las posibilidades potenciales del nuevo mudo virtual. Sostiene que los creadores de Facebook creen que la “natura” (el mundo como lo conocemos) caerá por su propia ingenuidad y se formará la primera “república virtual árida global”.

Si a este primer análisis agregamos algunas ideas del libro de Don Tapscott y Anthony D. Williams, titulado “Wikinomics”, el cual podría ser considerado un manifiesto de un nuevo modelo de producción y de negocios del siglo XXI, podríamos leer:

“Las corporaciones inteligentes alientan, más que combaten, el alto crecimiento de las comunidades online masivas... reducir los costos, innovar más rápidamente, co-crear con clientes y socios, y generalmente hacer lo que sea necesario para conducir sus organizaciones al ambiente de negocios del siglo veintiuno…”

“…mientras este proceso se desenvuelve, muchos gerentes han concluido que la nueva colaboración masiva se encuentra lejos de ser benigna… y asumen que son un ataque a la necesidad y al derecho legítimos de una compañía para lograr una ganancia… como una amenaza a su propia existencia…”

“es más que fuentes abiertas, redes sociales, autollamadas “croudsourcing” , multitudes inteligentes de la era digital (smart mobs), sabiduría de la multitud (crowd wisdom), u otras ideas sobre el tema… estamos hablando de cambios profundos en la estructura y modus operandi de la empresa y nuestra economía, basados en nuevos principios competitivos tales como apertura, intercambio, acceso y actuación global… para las empresas y para cualquiera que quiera participar en la economía de nuevas maneras”.

Estos tres párrafos muestran la atracción o el rechazo surgido en el mundo de los negocios respecto al paradigma empresarial venidero y, junto con algunas de las advertencias de Hodgkinson, nos permiten identificar el inicio del camino futuro que nos cambiará como: mercado-individuo y más adelante como forma de organizarnos.
Mercado-individuo entendida como interrelación inseparable. Porque somos parte del proceso de producción, comercialización y consumo como propietarios, capitalistas y/o trabajadores y simultáneamente como consumidores.

Porque los cambios de mercado siempre nos afectarán junto a millones de personas y porque mayormente el mercado libre (actual) es dirigido por acciones de hombres organizados las cuales dependerán, en mayor o menor medida, de sus necesidades individuales (o de grupos minoritarios) y de sus convicciones y valores (espirituales y materiales). Estos factores serán los que principalmente vayan definiendo el paradigma socio-económico venidero.

¿Pero podemos ser escépticos sobre esta cuestión? Como cada uno quiera vivir es la cuestión de fondo.

Respecto a esto, Nietzsche escribió (2) sobre un filósofo imaginario que declaró no ser escéptico y al cual se le calificó “desde ese momento de peligroso… como si en el repudio del escepticismo por parte de aquél” hiciera escuchar “desde lejos un ruido malvado y amenazador, como si en alguna parte se estuviera preparando una sustancia explosiva, una dinamita del espíritu, quizá una nihilina rusa recién descubierta, un pensamiento bonae voluntatís (de buena voluntad) que no se limita a decir no, a querer no, sino –cosa horrible de pensar- a hacer no.”

Lo que nos dice es la importancia de tomar partido por “no” o por “si” y hacer algo en ese sentido. “Hacer no”… algo que podríamos cambiar desobedeciendo o dejar que se continué haciendo para no tener problemas. “¿Es que no tenemos llenos los oídos de rumores perversos? – dice el escéptico, presentándose como amigo de la tranquilidad y casi como una policía de seguridad –.” “Su conciencia está amaestrada para sobresaltarse… cuando oye… ¡Si! y ¡no!”.

Hodgkinson no es un escéptico. Ha tomado posición por el “no” y ha “hecho no” respecto a favorecer el nuevo movimiento socioeconómico emergente.

Por ello el artículo es iniciado con la idea de que este cambio es: una cuestión generacional, una cuestión de tiempo. Porque los valores de las generaciones nacidas en las décadas del ´70 y del ´80 son muchos más “globales” que los nacidos en las del ´40 y del ´50. No creo en un complot mundial pero si creo en la capacidad de organización de los hombres con ideales.

Los que estamos conectados a la WWW somos más globales que nuestros padres en el sentido de igualdad (como humanidad), como idea de multilateralidad, heterogeneidad, cooperación, de conciencia mundial, etc. Pero también somos más realistas y globales en el sentido de comprender mejor las amenazas reales que puedan afectar nuestra tranquilidad mundial. O acaso no sabemos que hoy la ONU es una institución que funciona como puede y cuando no funciona la OTAN ordena el mundo a su conveniencia... (Hasta que Rusia despertó).

Concientes o inconscientemente entendemos el mundo como una esfera con un pulpo de cables en su cima. Como una gran red de contactos sobre el mundo. Los cuales ayudan al avance de la globalización. Pero diferenciamos el potencial global económico del potencial global social.

Manejamos nuestro tiempo, nuestra “energía humana” entregada al sistema. Somos conscientes de la “mano de obra” no conectada existente y del auxilio que requieren. Del doble uso de la información, para informar o desinformar. Otra vez la cuestión de fondo es como queremos vivir: Como nos insertamos al nuevo propósito colectivo mundial en gestación. Que importancia le daremos a lo económico y a lo social.

Tomar partido por “si” o por “no” hoy es mucho más fácil. El escepticismo es funcional a la desigualdad, la injusticia, la miseria… cosas que no afecta sólo a los pobres. Nos afectan a todos en mayor o menor medida. Llegando incluso a hacernos no solo pobres sino miserables.

En este punto hay que recordar que millones de personas no reciben la revolución propuesta por el nuevo paradigma informático y si es real lo que dice Tom Hodgkinson sobre la creación de la primera republica virtual global, entonces estaremos haciendo más de lo mismo. Lo que hace la tradición del libre mercado: La sociedad más avanzada explota a la menos avanzada. En la cual los pobres seguirán siendo necesarios porque el modelo económico mundial de libre mercado no funciona sin desempleo, sin pobres.
Por eso el modelo mercado-individuo que nosotros favorezcamos será lo que finalmente determine nuestra sociedad futura.

Somos parte de esa sociedad futura global y aunque formemos parte de un sistema mayormente escéptico que afecta nuestros valores y comportamientos por medio de los medio de comunicación, el Facebook y otras aplicaciones informáticas, nuestra conciencia, educación y valores (como personas y sociedad) deben estar más atentos a los cambios participando o no. Es decir siendo más concientes.

Porque lo que está en juego ahora, en nuestro tiempo, son las líneas jerárquicas de autoridad. Tanto como individuos económicos o como participes de la política. Por eso nuestro compromiso actual será fundamental.

Cualquier organismo de control del Estado, como la CIA, actuará de vigilante para que el mundo siga más o menos igual. Es más probable que la CIA espíe y analice el cambio global, el cambio hacia la nueva república virtual, nuestra información individual publicada. Sea en Facebook, en un Blog o donde más nos guste.

La nueva estructura social virtual tiene mucho más valor como conjunto social que mis datos o mis fotos individualmente en Internet (3). Esos organismos de control saben que Bin Laden no haría su Facebook. El valor para el Estado es la información y el comportamiento de la masa humana bajo su control o a la cual pretende controlar. Es por mantenimiento del poder económico, el control y la autoridad.

El Estado (y los hombres que lo forman) quiere seguir en siglo XXI. La idea de nación aún está bien vigente en nuestras mentes y lo estará por varias generaciones más. Nos queda a nosotros trabajar por esa continuidad como la conocemos o tratar de cambiarla paulatinamente hacia algo más humano, menos económico. Creo que el camino a ese algo está en lograr una conciencia mundial a través de lo virtual. A través de la globalización.

Lo que podemos afirmar es que Facebook pasará y que nosotros no estaremos para presenciar el desenlace del actual “orden mundial”.

Pablo A. Gambandé
Relaciones Internacionales del Instituto Universitario de la Policía Federal de la República Argentina

Notas:
(1) Referido a la relación Mercado-Estado y al “dejar hacer” y a la filosofía e ideología de los creadores de Facebook detallada en el artículo: http://www.guardian.co.uk/technology/2008/jan/14/facebook
(2) “Más allá del Bien y del Mal”; Friedrich Nietzsche.
(3) A pesar de ello, están dadas las condiciones para identificar sectores, grupos o individuos comprometidos con causas opuestas al orden tradicional. Ahí pueden aplicar una vigilancia más estrecha.

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