Erica L. Green
El recién elegido Presidente de Somalia Sheikh Sharif Sheikh Ahmed tiene una tarea importante entre manos, la estabilización del país con una gran inestabilidad económica y social desde hace 20 años. En su primera visita a los EEUU, en Chicago el mes pasado, tuvo que hacer frente a una multitud receptiva pero ansiosa por escuchar respuestas a la creciente indiscreción por Somalia del mundo industrializado: la piratería.
Ahmed apareció en la entrada de un gran balcón con un séquito de dignatarios multinacionales y procedió a contestar las preguntas sobre la estabilización del noreste de África. El público convocado por el Consejo de Chicago sobre Asuntos Globales estaba compuesto mayoritariamente por estudiantes, nacionales somalíes y dignatarios locales. El discurso de Ahmed empezó con una visión breve sobre el pasado turbulento de Somalia.
El estado geográfico de Somalia tal y como lo conocemos hoy en día es bastante diferente de lo que fue no hace mucho tiempo. En los últimos 50 años diferentes colonias consiguieron independizarse de Gran Bretaña e Italia para constituirse en un solo estado socialista [6]. El general Siyad Barreh detentó el poder la mayoría del tiempo hasta que fue destituido en 1991 [6], y el país no ha vuelto a conocer la estabilidad desde entonces [2]. En su lugar ha sido gobernado por señores de la guerra que no han conseguido encontrar un líder sustituto [2].
En el año pasado han habido numerosos ataques de piratas en la costa este de África. Muchos atribuyen el aumento de la criminalidad a la disminución de la estabilidad en el gobierno y al nivel de vida en la patria de los piratas, Somalia. En abril se documentaron alrededor de 25 secuestros de buques por piratas somalíes con tripulaciones que suman un total de 260 miembros [1]. Esta inestabilidad se está convirtiendo en una amenaza a la seguridad internacional.
El Secretario General de las Naciones Unidas (derecha) se reúne con Sharif Sheikh Ahmed, el Presidente de la República de Somalia. 28 de septiembre de 2009. Fuente: ONU, Nueva York |
Durante su visita Ahmed admitió de buena manera su ingenuidad política. El presidente del Consejo de Chicago de Asuntos Globales, Marshall Boston apuntó que esta ingenuidad es definitivamente una fortaleza para Somalia y sus intereses internacionales. Ahmed no está relacionado con los señores de la guerra y está abierto a trabajar con otros para conseguir la paz y la estabilidad. Su reciente carrera como profesor y organizador comunitario fue comparada con la del presidente de los EEUU, Barack Obama y una esperanza para el cambio.
En la conferencia me senté junto a un nacional somalí Said Aybakri quien ha seguido de cerca el trabajo de Ahmed durante un tiempo.
"Se explica muy bien" dijo Aybakri. "Ahmed es el tipo de persona bastante inteligente y capaz de explicar sus planes muy bien lo cual conecta con el público. Así es como consiguió un buen seguimiento. Conecta bien con la gente y trae esperanza para el futuro". Aybakri sonríe y añade que hay un dicho en Somalia, la gente baja son los inteligentes y Ahmed es más bajo que la media en Somalia.
El discurso de Ahmed finalizó con una llamada a la solidaridad junto con una petición para la ayuda. Apuntó que su pasado como educador le ayudó a identificar una necesidad para mejorar las escuelas y las infraestructuras como las carreteras. Él no puede llevar a cabo todos esos planes sin una ayuda cooperativa. Cuando se le preguntó sobre una posible resolución del asunto de la piratería contestó con peticiones extras de ayuda y cooperación. Pidió a los estudiantes universitarios en la sala así como al gobierno ayuda para que Somalia tenga un plan para la paz y el desarrollo. Aybakri susurró a mi lado que la estabilización también significa cooperación y unidad de los cinco rincones y ex colonias de Somalia.
Algunas mejorías aunque pequeñas son evidentes durante los once meses de gobierno de Ahmed. Hace unas semanas, un tribunal español dejó en libertad dos piratas en Kenia para ser sentenciados debido a la indefinición de las fronteras en aguas costeras[4]. Debido a dichas jurisdicciones indefinidas España actualmente respalda las iniciativas contra la piratería de la ONU [5]. La ONU ha aunado los esfuerzos de Francia, Rusia y los EEUU para patrullar las aguas infestadas de piratas. Penas mayores como la cadena perpetua han sido dictaminadas para aquellos culpables de piratería y sus conspiradores [3] pero desgraciadamente no ha sido suficiente para detener completamente los crímenes. Estas penas hacen que los actos de piratería sean aventuras más arriesgadas pero los que las cometen no tienen mucho que perder en casa, cualquier bien o rescate que se obtenga se convierte en ganancias inesperadas.
Es obvio que Ahmed tiene un largo camino que recorrer. Pretende crear empleo e infraestructura en un territorio una vez gobernado por señores de la guerra muy poderosos durante un década, tarea incluso más difícil hoy en día en mitad de una recesión económica global. Espera que los países industrializados a los que pide ayuda pasen por alto las recientes indiscreciones y acudan a su llamada de ayuda. Sólo el tiempo dirá si el mundo le escuchará.
Erica L. Green
MA, MPH, CADC
Graduate Student in Clinical Psychology
Argosy University, Chicago
Bibliografía
1. Russia captures Somalia pirates. BBC News - Africa. Last updated: 28 Apr 2009
2. Somalia's leader.BBC http://news.bbc.co.uk/2/hi/africa/country_profiles/1072592.stm
3. Somalia pirates jailed for life. BBC News - Europe - Last updated: 28 Apr 2008
4. Spain charges Somalia ‘pirates. BBC News - Africa - Last updated: 13 Oct 2009 news.bbc.co.uk/1/hi/world/africa/8303957.stm
5. Spain backs UN anti-piracy force. BBC News - Europe - Last updated: 23 Apr 2008
news.bbc.co.uk/1/hi/world/europe/7363645.stm
6. UNDP Somalia, Chronology Of Events Leading To Reconciliation Talks. http://www.unsomalia.net/media/2002/stories/20021014_2.asp
7. Harrison , Edward Spain: Bleak forecast puts unemployment at 22% in 2010 http://www.nakedcapitalism.com/2009/07/spain-bleak-forecast-puts-unemployment.html. July2009
Agradecimientos especiales a
Susan I. Greenberg, Ph.D.
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