sábado, 28 de noviembre de 2009

¿Por qué Rusia insiste en su relación con Irán?

Número 17/octubre - noviembre 2009
Glen Ruffle

El anuncio reciente de Obama de que abandonará el escudo defensivo de misiles de George Bush y la base militar de misiles en Europa del Este, a lo largo de la frontera con Rusia, en teoría apuntando hacia Irán, ha sido aplaudido en Moscú y secretamente también por el Tesoro público de los EEUU.

En tiempos de crisis financiera con un enorme déficit y deuda, los EEUU no pueden continuar con un programa caro, incierto y desestabilizador [1]. No existe ninguna prueba de que los misiles funcionarán y Rusia, con un fondo de estabilización repleto de dinero no dudará en lanzar una carrera armamentística que los EEUU no podrían sostener. Obama sabe que es mucho mejor tener a Putin y Medvedev de su lado al afrontar el problema real que supone Irán debido a su influencia [2].

Elecciones

Las recientes elecciones en Irán han puesto de relieve que Ahmadinejad todavía mantiene el poder con el visto bueno del líder Supremo, el ayatolá Ali Khamenei. Juntos han invertido la tendencia lenta hacia la modernización y apertura que comenzó bajo la presidencia de Rafsanjani y continuó bajo el predecesor de Ahmadinejad, el presidente Khatami.

De tal forma que la situación en Oriente Medio sigue tensa ya que las ambiciones nucleares y la actitud de Irán respecto de Israel no han cambiado. Incluso bajo el poder de Irán se esconde una fuerza mayor con sus propios intereses. Sin la tecnología y el equipamiento ruso Irán probablemente hubiese perdido en una guerra contra Saddam Hussein en Irak y probablemente no habría desarrollado su programa nuclear tan rápido.

Entonces ¿cuál es el interés y la relación de Rusia con Irán? ¿Por qué Rusia ayuda a Irán y qué significa esto?

Islam

Podemos resumir la relación bajo la primacía de la religión y la geopolítica. Irán para la mayor parte del mundo es el poder islámico chiíta más grande del mundo. Mientras que la mayoría de los musulmanes son sunis, el Islam Chiíta está especialmente concentrado en Irán, el sur de Irak y Azerbaiyán. La religión chiíta es más flexible y abierta a nuevas ideas que la suní y esto hace que el carácter de Irán sea único, característica que no se da en las relaciones con regimenes mucho más intolerantes como los talibanes de Afganistán.

Aunque las relaciones entre los musulmanes sunís y chiítas no son siempre buenas, Irán inspira respeto e influencia en el mundo musulmán aunque sólo sea por haber desafiado a los EEUU [3]. Por ello es importante para Moscú (quien se ha definido como un poder musulmán para evitar problemas con el terrorismo islámico en casa) tener buenas relaciones con Irán. Para ayudar a Irán, el Kremlin puede conseguir mejores relaciones entre los estados independientes de la mancomunidad predominantemente musulmana y ayudar a apaciguar al 10% y creciente número de habitantes rusos que se califican de musulmanes. También otorga a Moscú una mayor influencia en el sur de Irak donde un número importante de musulmanes chiítas viven.

El Presidente de Rusia, Dmitry A. Medvedev asiste a una reunión del Consejo de Seguridad. UN Photo/Eskinder Debebe



La implicación de Rusia en el conflicto intenso entre Azerbaiyán y Armenia fue atenuado por presiones desde Irán ya que los azeríes son musulmanes chiítas. Esta región que también comprende Georgia y ahora las regiones independientes de facto de Osetia del Sur y Abkhazia es de vital importancia para Moscú ya que es una región tapón, un sándwich entre Rusia, Turquía e Irán [4].

Geopolítica

La decisión errónea de Moscú de no actuar en esta región sería simplemente reemplazada por otras potencias con iniciativas de acción. Un vacío no quedaría sin llenar y Rusia cuenta con la ventaja de que esta área ya fue parte de la esfera de influencia postsoviética. Si Rusia no actúa, Irán extendería su influencia o los EEUU lo harían o quizá los esfuerzos turcos obtendrían sus resultados. De cualquier manera, es importante para la seguridad rusa implicarse activamente con Irán. Al fin y al cabo es el único poder que puede rivalizar con Rusia por las inmediaciones del mar Caspio y la única potencia que puede competir por las reservas de petróleo que allí yacen.

Históricamente Irán ha sido un área de influencia rusa y soviética y ofrece un importante acceso al Golfo Pérsico, al Mar Arábigo y de esta manera al Océano Índico. Unas buenas relaciones con Irán podrían acelerar considerablemente la habilidad de Rusia de acceder al Océano Índico independientemente de que esas necesidades de acceso sean militares o económicas. De otra forma Rusia tiene que acceder por una vía mucho más larga a través del Mar Negro, el Mediterráneo y el Mar Rojo.

Dinero

Finalmente tenemos que considerar el aspecto financiero. Irán es un proveedor de divisas para los bienes rusos. Rusia tiene una base económica débil y necesita de manera desesperada diversificar su economía del petróleo y gas, luchando por desarrollar otras industrias. Irán es un mercado listo para absorber la producción rusa y uno con muchas inversiones rusas.


Después de la invasión de los EEUU a Irak, Rusia perdió muchas inversiones y acuerdos firmados con el régimen de Saddam Hussein sin apenas compensación. La amenaza de perder mucho fue una de las razones por las que Rusia vetó la invasión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Irán sigue siendo un cliente comercial de valor y es interés ruso salvaguardar dicha relación. También es una ficha de negociación, si Moscú pone en peligro su relación con Irán ¿qué es lo que Occidente estaría dispuesto a ofrecerle?

Rusia es sin duda alguna fan de Irán. Comercia y trabaja con Irán sólo por razones egoístas y para aumentar su influencia en el mundo [5]. De tal manera que Rusia está abierta a la influencia y el cambio y Occidente en lugar de criticarla constantemente debería trabajar de cerca con Moscú para alcanzar la estabilidad. El Kremlin no quiere un conflicto entre Irán e Israel aunque podría instigar tal situación.

Occidente

La Unión Europea no ha estado segura sobre que posición adoptar de cara a Rusia. Mientras que los estados europeos del este no paran de discutir con Moscú, Alemania ha sabido alcanzar importantes acuerdos comerciales y asegurarse el suministro futuro de energía.

De hecho esta línea de actuación alemana es la que necesita apoyo. Incluir a Rusia en los contratos, tratados y conexiones energéticas es mucho más constructivo que alienarla y obligarla a apoyar regimenes extremistas por motivos financieros.

De esta manera piensa Obama. Consiguiendo el beneplácito ruso aumentará enormemente la presión que la UE, los EEUU y el mundo libre son capaces de establecer sobre Irán. Los republicanos quizá interpreten esta acción como propia de un presidente débil quien ha perdido su rumbo pero la realidad es que se trata de un movimiento de un presidente inteligente que sabe lo que está ocurriendo, como funcionan las finazas y como crear una influencia internacional.

Glen Ruffle
MA por la University of Southampton (Reino Unido)



Sources/Bibliography

[1] Christopher Meyer (2009) ‘Why Obama is turning his back on Britain...', pages 14-15 of Daily Mail, Saturday 26/09/09
[2] Katherine Butler (2009) Iran, Russia and the missile chess game, page 5 of The Independent, Friday 25th September 2009
[3] Ian Traynor (2000) ‘Kremlin's arms salesman target US foes', The Guardian, Tuesday 5th December 2000, page 16.
[4] Peter Neville (2000) ‘Russia: the USSR, the CIS, and the Independent States: A complete history in one volume', The Windrush Press.
[5] R. Cottrell (2002) ‘Kim meeting puts Russia's balancing act to the test', Financial Times, page 2, Weekend August 24th-25th 2002
N.N. Petro and A.Z. Rubinstein (1997) ‘Russian Foreign Policy', Addison Wesley Longman

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