domingo, 15 de abril de 2007

Radiografía del año nuevo chino

Número 1/ Febrero-Marzo 2007
Adela Zafrilla

La celebración del año nuevo chino, también llamada Fiesta de la Primavera es la fiesta más importante de China. Se celebra el primer día del primer mes del calendario lunar, que este año coincide con el 18 de febrero del calendario gregoriano, y finaliza el decimoquinto día del mismo mes, en la llamada Fiesta de los Faroles.

En cuanto a su historia, esta celebración se remonta probablemente a la dinastía Qin, en la que el primer emperador Qin Shi Huangdi presentó el primer ciclo del zodiaco; sin embargo, su origen está ligado a una gran cantidad de mitos y tradiciones. Uno de los más conocidos habla de un monstruo llamado nian que vivía en las montañas, que tenía aterrorizada a toda la población y devoraba a las personas año tras año, siempre en la misma fecha, la víspera de año nuevo. Un año, anticipándose a la visita del monstruo, unos hombres idearon un plan para espantarlo: utilizar fuegos artificiales rojos, tambores y gongs para hacer mucho ruido, y colocar estandartes con consignas de paz y felicidad por todas partes.

El plan funcionó y la celebración de la victoria duró varios días, en los que la gente se visitó, intercambió regalos, bailó y comió abundantes y ricas comidas. Este mito llevó a las costumbres de las primeras celebraciones del año nuevo. Guo nian, que significa celebrar el año nuevo, también es literalmente derrotar a la bestia nian. Esto nos inicia en una costumbre muy querida por los chinos, la utilización de los homónimos para hacer con ellos juegos de palabras. También se sabe que, a diferencia del horóscopo occidental en el que cada ciclo de un mes aproximadamente se atribuye a un signo zodiacal, el horóscopo chino se rige por ciclos de un año, y así cada año que empieza será dominado por un animal del horóscopo chino.

Para explicar el porqué de este método, también hay varias leyendas, como la que cuenta que Buda, antes de partir de la tierra reunió a todos los animales para que fueran a verlo; pero tan sólo doce fueron a su encuentro para despedirlo, y como recompensa les puso a cada año el nombre de uno de esos animales según el orden de llegada. Este año nuevo chino que empezará el día 18 de febrero estará regido por el cerdo, el último de los doce animales.


Toda la celebración del año nuevo está llena de rituales. Todo comienza con los preparativos, aproximadamente un mes antes de la fecha de año nuevo, cuando la gente empieza a comprar adornos, regalos, vestidos y comida, que son los cuatro elementos más importantes en esta celebración. Las casas son objeto de una exhaustiva limpieza, llamada limpieza de primavera para eliminar cualquier ápice de suciedad que significaría mala suerte.

Es muy importante saldar todas las deudas pendientes y pagar todo lo que se debe antes de la entrada del nuevo año, ya que los chinos consideran el año nuevo como la oportunidad ideal para comenzar una nueva vida y olvidar el pasado, y debe hacerse de una manera que perdure durante todo el año. Algunas familias incluso dan una mano de pintura nueva a marcos de ventanas y puertas, generalmente de color rojo, ya que lo consideran un color que trae suerte y buenos augurios, y que además de ahuyenta al diablo. Finalmente se colocan en las puertas unas pancartas, normalmente escritas en chino clásico y en vertical con lemas de felicidad, buenos augurios, fortuna y longevidad; entre ellas destacan las que tienen forma de rombo y incluyen el carácter fu (felicidad).

Todas estas pancartas siempre se cuelgan en vertical ya que la palabra china “vertical” (dao) es homónima a la palabra “llegar”, y de esta manera se simboliza una nueva llegada de año de fortuna y felicidad. También se cuelgan farolillos de papel, casi siempre también de color rojo, así como motivos del animal del zodiaco del año que va a entrar.

En China también es muy importante decorar la casa con flores frescas, como narcisos y crisantemos, ya que son símbolo de buena salud, prosperidad y felicidad. También se utilizan plantas y frutas como las mandarinas y las naranjas, mejor aún si son con hojas, ya que así aseguran una buena relación. También es importante decorar la casa con fuentes de dulces y caramelos, que, según la creencia popular, son sinónimo de un año dulce y feliz; el caramelo más popular es el de melón, que simboliza buena salud.

Tras toda esta preparación, desde la víspera hasta el decimoquinto día, todos los días tienen un significado y unas celebraciones especiales.

La tradición china dicta que mantenerse despierto durante toda la noche anterior al año nuevo hará que los parientes más mayores vivan una vida más larga y sana, de ahí que otra de las costumbres de la víspera de año nuevo sea la de tener las luces encendidas toda la noche y no dormir. Esto también es muchas veces un pretexto para organizar una gran reunión familiar con parientes venidos de lejos, y en muchos de los casos, para seguir rituales religiosos. La cena de la víspera de año nuevo es siempre muy tradicional y suntuosa, y siempre tiene entre sus platos principales pescado y carne. El pescado (yu) es muy importante en la cena, pero nunca debe comerse completamente, ya que una frase en chino que significa “debe haber excedentes cada año” se pronuncia exactamente igual que la frase “debe haber pescado cada año”.

Asimismo, la palabra “pescado” es homónima a “excedente”, así que es una palabra de buenos augurios también por sí sola, y eso hace que sea uno de los platos principales. También se suele comer pollo, aunque lo mejor es que sea servido con cabeza y patas, para simbolizar “lo completo”.

El día de año nuevo es el día para dar la bienvenida a las divinidades del cielo y la tierra, por lo que mucha gente, especialmente los budistas, no comen carne durante este primer día del año: se cree que esto les asegurará una vida longeva. Sin embargo, lo más importante de este primer día del año es que es el día en que se visita a la familia, a los parientes e incluso a los vecinos.

En este momento de la celebración es donde entra en juego una de las costumbres más conocidas del ritual de año nuevo chino, y sobre todo, la más popular entre los niños. Se trata de un sobre rojo, llamado hongbao, que se regala a los niños y que contiene dinero, dinero de buena suerte, ya que el color rojo, una vez más, nos indica el deseo de buena suerte.

El segundo día es el dedicado al culto a los ancestros. Se quema incienso durante todo el día, y se realizan ritos dedicados a los antepasados así como a los dioses.

El tercer y el cuarto día es el día en el que las hijas casadas que están fuera de casa van a visitar a sus padres y a felicitarles el año nuevo. Esta era antiguamente, y aún hoy en día en las zonas menos modernizadas de China, una costumbre muy importante, ya que una vez que las hijas se casaban y se marchaban de casa tenían muy pocas oportunidades de ver a los padres.

El quinto día es el día llamado powu y en este día no se debe visitar a familiares ni amigos, ya que traería mala suerte. Es tradicional comer jiaozi en este día.

El sexto y el décimo día son los días predilectos para visitar libremente a todos los amigos y parientes.

El séptimo día es el día dedicado a los agricultores, que siempre han sido la base de la economía china. En este día celebran la ocasión haciendo una bebida con siete tipos distintos de vegetales. También es el día en el que se comen fideos y pescado para conseguir longevidad y éxito.

El noveno día se hacen ofrendas al emperador de Jade.

El día decimotercero solamente se alimentan de arroz blanco y champiñones, ya que es necesario hacer una limpieza del organismo y comenzar al día siguiente con los preparativos para el Festival de los Faroles.

Todos los días de celebración siguen siendo celebraciones de grandes banquetes, de reuniones familiares, donde las comidas más características, además del pescado ya mencionado, son los jiaozi o pequeñas empanadillas rellenas, que se comen tradicionalmente porque su preparación es parecida a envolver suerte dentro de la empanadilla, para ser comida después. Los frutos secos son otro de los ingredientes principales en estas fechas, sobre todo los cacahuetes, que son símbolo de fertilidad y longevidad. Otro alimento característico de estas fechas es la raíz de loto, que, según las supersticiones, trae una descendencia masculina. Los dulces también son muy característicos, sobre todo unos pastelillos de judías rojas con pasta de arroz llamados niangao, que también simbolizan la suerte.

Durante toda la festividad de año nuevo se organizan en las calles mercados que venden todo tipo de productos relacionados con esta festividad. Suelen estar organizados al aire libre y en ellos se pueden encontrar todo tipo de flores, juguetes, ropas, y en general todo tipo de productos tanto para decorar la casa y preparar el acontecimiento como para regalar durante estas fechas. Así como en occidente tenemos la extendida tradición del árbol de navidad, allí en China podemos encontrar en estos mercados ciruelos, que son los árboles que decoran las casas en esas fechas.

También tienen una importancia destacable los desfiles de año nuevo, que se organizan tanto en China, como en la mayoría de grandes capitales con barrios de alta población china. Aunque la imagen del dragón que baila es lo que la mayoría recordamos, esa costumbre ha sido heredada de tradiciones no chinas, ya que los desfiles originales se componían de bandas de música. Hoy en día estas grandes procesiones de dragones, preciosos trajes, leones, luces, gongs y grandes dosis de petardos hacen que sean visitadas y aclamadas por miles de espectadores.

Los petardos y los fuegos artificiales juegan un papel muy importante en el desarrollo de estas fiestas. Los petardos siempre se utilizan el forma de tracas, envueltos en papel de color rojo, y su significado siempre es el de ahuyentar a los malos espíritus y así comenzar el año con buen pie.

Hay algunas supersticiones y creencias dignas de mencionar durante estos días, todas relacionadas con la buena y la mala suerte, tema de las principales preocupaciones de los chinos en las entradas de los nuevos años, como limpiar la casa durante esos días, que sería también “limpiar” la buena suerte; no hablar sobre la muerte o sobre cosas que den mala suerte; no llorar el día de año nuevo, ya que esto traería lágrimas durante todo el año siguiente.

Todas estas grandes celebraciones culminan el decimoquinto día del primer mes con la Fiesta de los Faroles. Esta festividad está rodeada de un ambiente de felicidad, y tiene también algo de sagrada. Durante este festival, los niños salen a la calle con farolillos hechos por ellos. Antiguamente, solamente el emperador llevaba un farolillo muy decorado y el resto eran muy simples, pero hoy en día cada vez hay farolillos más decorados y trabajados, y se pueden ver de todas las formas imaginables. Otra de las características más importantes de este día es que se comen unos dulces de arroz glutinoso en forma de bolitas con relleno dulce, llamadas yuanshao o tangyuan. También se hacen juegos de adivinanzas y acertijos que cuelgan de los farolillos que hay por las calles. Tradicionalmente este era el día en que los jóvenes casaderos salían a la calle, acompañados por un farolillo a modo de amuleto de buena suerte, para encontrar marido o mujer.

Todas estas celebraciones y rituales alcanzan su máximo esplendor en China, pero también tienen mucha importancia en otros países. La población china que ha emigrado intenta seguir fiel a estas celebraciones y a todos sus rituales tradicionales, aunque la adaptación a las costumbres de los nuevos países en los que viven no siempre hace de esto una tarea fácil. Por ejemplo, aquí en España se suele celebrar la cena de la víspera de año nuevo, y el día de año nuevo, pero nunca se le puede dedicar el mismo esfuerzo y tiempo, principalmente porque aquí no son días festivos como lo son en China, ni se vive sumido en el espíritu de celebración que hay en todos los lugares de China durante estas fechas.

Adela Zafrilla
Licenciada en Traducción e Interpretación por la UAB con la especialidad en chino mandarín. En la actualidad cursa la licenciatura en estudios de Asia Oriental en la UAB.

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