jueves, 30 de julio de 2009

Honduras: El proceso de mediación

Número 16/agosto-septiembre 2009
Fran Espinoza

El golpe de Estado del pasado 28 de junio,  vino a ponerle sal a las  "venas abiertas de América latina",  provocando en nuestra memoria colectiva una serie de recuerdos que nos llevaron  a preguntarnos,  ¿cuándo  fue  el último golpe de Estado en Latinoamérica?,  la respuesta: en 2002 en Venezuela, posteriormente comenzamos a tratar de hacer un recuento de los golpes de Estado y de acuerdo a Guerrero (2006), se habían contabilizado desde 1902 hasta el 2002 un total de 327.

El país donde se han registrado más golpes militares ha sido Bolivia 56, le siguiente Guatemala con 36, para nadie es un secreto que muchos de estos golpes fueron "patrocinados" y otras veces condenados  por  la política exterior estadunidense, que en el  lenguaje  de la propuesta "integracionista" de la Alternativa Bolivariana para las Américas ALBA, sería el imperialismo norteamericano o los yanquis.

El golpe 328 ocurrido en Honduras,  fue condenado al día siguiente  y considerado de INACEPTABLE  por la comunidad internacional,  el ALBA  inmediatamente anunció  el retiro de sus embajadores en Honduras,  un par de días después la UE llamó a consulta  a sus embajadores  y suspendió la ayuda a ese país, la OEA dio 72 horas para reinstalar a Zelaya como presidente, la Asamblea General de la ONU pidió la restauración de Zelaya en el poder, el BM y el BID congelaron los préstamos y nuevos créditos a Honduras.

¿Son necesarias más sanciones y presiones para buscar una salida a este conflicto?, ¿se necesita la intervención militar del ejército nicaragüense y venezolano, ALBA?,  ¿o la intervención de los cascos azules?, ¿o es el momento de encaminar nuestros esfuerzos para una resolución del conflicto  a través de  la mediación?

Partiendo  que el golpe es inaceptable y lo que se busca es encontrar una salida  pacífica, no es recomendable seguir causándole más daño a la población hondureña y estancarnos en el discurso pro o anti-imperialista, pro o anti-ALBA, lo anterior es porque ninguno de los líderes de esos  "imperios" están sufriendo lo que la población civil hondureña vive a partir del 28 de junio, todo lo contrario están jugando al papel de víctimas y victimarios.

Al igual que entendemos el conflicto como un proceso, con la mediación ocurre lo mismo, entendiéndose esta última como  un proceso voluntario con la cual se busca resolver un conflicto, dando la oportunidad  a dos personas (partes) en conflicto que se reúnan con una persona neutral - el mediador- donde las partes intentaran llegar a un acuerdo.

¿Qué ha pasado en el proceso de mediación en Honduras?,  al parecer no se tiene muy  claro que es la mediación y que se persigue con ella, pese a que el mediador ha estado haciendo todo el esfuerzo por buscar una solución, las partes involucradas por desconocimiento del proceso como tal, por ambiciones personales, por intereses y manipulaciones externas no han logrado entender que el conflicto lo tienen que resolver ellos y no el mediador, porque éste último no es un mago, tampoco psicólogo, no toma decisiones, sólo  realiza propuestas, las decisiones deben salir de las partes involucradas en el conflicto.

Este conflicto está sirviendo para mostrarnos que los golpes militares, los intereses caudillistas, el populismo y  la manipulación no están solamente en nuestra  memoria colectiva, sino también  en nuestro día a día y más importante aún que tanto la comunidad internacional como nosotros  debemos encaminar nuestros esfuerzos  para aprender sobre métodos de resolución de conflictos, haciendo especial énfasis en la  mediación porque de esta manera estaremos construyendo la Cultura de la Paz tan necesaria para nuestros países.

Fran Espinoza
Politólogo
Doctorando en estudios Internacionales e interculturales, Universidad de Deusto, Vizcaya, España.

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