lunes, 15 de diciembre de 2008

Crisis Económica Mundial:¿Indicio de la Formación de una Sociedad Mundial?

Número 12/Diciembre-enero 2009
Gonzalo Bravo Tejos

“The final cause, end, or design of men (who naturally love liberty, and dominion over others) in the introduction of that restraint upon themselves, in which we see them live in Commonwealths, is the foresight of their own preservation, and of a more contented life thereby”

Of the Causes, Generation, and Definition of a Commonwealth
Thomas Hobbes of Malmesbury, Leviathan, London, 1651

Mientras aún sólo se puede especular sobre las exactas causas y consecuencias de la crisis económica mundial, y es probable que únicamente el tiempo y los historiadores den cuenta de las verdaderas, ya se pueden distinguir algunas palabras que se repiten en quienes se aventuran a analizar los vertiginosos acontecimientos económicos en desarrollo, como por ejemplo: descontrol, exceso de ambición, desconfianza, interdependencia, compromiso y cooperación, entre otras. Todas ellas poseen una característica común: representan condiciones fundamentales para el nacimiento o muerte, y la consolidación o degradación de las relaciones humanas.

Esto último nos recuerda, en medio del bombardeo de cifras y gráficos propios del intenso análisis econométrico difundido por organismos públicos y privados, que la economía es una actividad eminentemente humana, desarrollada por hombres y mujeres para el beneficio de ellos mismos y el de otros, lo que a su vez le adjudica otra característica fundamental, es una actividad intrínsecamente social o comunitaria y sólo se puede desarrollar gracias a la participación de dos o más individuos que consciente y voluntariamente han decidido compartir sus potencialidades o capacidades para lograr mejores condiciones de bienestar.

Para Hobbes (1) dicha toma de consciencia es la razón primaria y principal de la formación de las sociedades humanas. Concordando con ello, el presente trabajo de investigación intenta demostrar que la actual crisis económica mundial y sus primeras consecuencias, son un indicio más de que se están generando las condiciones que se requieren para la formación de una sociedad – comunidad mundial, es decir, las naciones están tomando conciencia de su interdependencia y por lo mismo, también de la necesidad de convivencia armónica a escala planetaria para alcanzar de esa forma los niveles de bienestar a los que naturalmente aspiran los hombres que las conforman o habitan, aún cuando todo ello les obligue a ceder parte de sus derechos soberanos.

Para demostrar lo anterior, a través del presente artículo, se intentará contestar al siguiente interrogante: ¿Ha logrado el mundo, gracias al desarrollo teórico y práctico de la economía, tomar consciencia de la necesidad de lograr un bienestar más homogéneo para todos los seres humanos que habitan el planeta, es decir a nivel global o mundial?, y de ser así, ¿sería éste un paso previo o una muestra de la tendencia que actualmente existiría hacía la formación de una sociedad global?

Para contestar esta pregunta, se hará una breve revisión del desarrollo teórico de la economía, se revisarán conceptos recientes tales como el de Desarrollo Humano y el de Desarrollo Sostenible, se examinará la evolución de las teorías sobre el desarrollo económico de las naciones, se analizará la conformación del sistema económico mundial actual y sus principales resultados, para finalmente concluir explicando por qué, a ojos del autor, todo ello podría constituir indicios de la ejecución de los primeros pasos para la formación de una sociedad global o mundial.

Tomando Conciencia de la Necesidad de Bienestar Global

Según Thomas Hobbes, las sociedades se forman producto de la toma de conciencia de los potenciales asociados sobre la necesidad de vivir en comunidad para alcanzar las condiciones de bienestar a las que aspiran; de lo contrario, el hombre seguiría viviendo en su estado de naturaleza, es decir en un estado de guerra permanente de todos contra todos para obtener el control de los escasos bienes o materias primas existentes en dicho estado de naturaleza. De esta manera se puede alcanzar una mejor condición del bienestar.

Si observamos la historia de la humanidad, los planteamientos teóricos de Hobbes están representados en la práctica a través de numerosos hechos; por un lado conflictos entre individuos y entre sociedades para poseer o controlar materias primas o factores de producción, pero también están representados por la formación de numerosas sociedades, desde las primeras tribus, clanes, ciudades y naciones, hasta las que se podrían estar formando más recientemente y que abarcan mayor territorio y población, éstas son las de nivel internacional-regional tales como la Unión Europea, el ASEAN, la OPEP, la Unión Africana, el MERCOSUR y el ALCA, entre otras, las que aunque no han alcanzado estados de asociación política o de seguridad colectiva, con todo lo que ello implica, como ocurre en el nivel sociedad-nación, sí han logrado importantes acuerdos económicos para el intercambio comercial entre las naciones que las integran, incluso entre aquellas que otrora vivieron violentos y extensos o frecuentes conflictos tales como Alemania y Francia, EE.UU. y México, o Brasil y Paraguay, entre muchos otros ejemplos.

Pero para alcanzar la conciencia de interdependencia y de necesidad, y conveniencia de cooperación a nivel regional, como el que actualmente se puede observar en el sistema internacional con la formación de las organizaciones antes mencionadas, y que se podría llegar a expandir hasta el nivel global o mundial en el mediano o largo plazo, la economía como actividad humana ha debido recorrer un largo camino de investigación, entendimiento, y también de ensayo – error.

Desarrollo Teórico de la Economía

La economía como ciencia y actividad en lo teórico, desde la edad media hasta nuestros días ha vivido una importante evolución, en ella han participado numerosos teóricos y estudiosos, desde los Escolásticos, Mercantilistas, y Fisiócratas, hasta los Clásicos, con Adam Smith a la cabeza, que propusieron la puesta en práctica del laissez faire, es decir, de un sistema de libertad natural regulado sólo por “la mano invisible” (2), restándole a los Gobiernos casi completamente la posibilidad de intervenir en la actividad económica de sus naciones. Como contraposición a los planteamientos de esta teoría, surgieron otras con propuestas diametralmente distintas, entre las más destacables se encuentran las de Karl Marx (3), quién a diferencia de Smith, le daban al Estado un importante, por no decir extremo, grado de intervención y regulación.

Probablemente fue John Mynard Keynes, inspirado por las experiencias vividas durante la Gran Depresión de los años treinta del siglo pasado, quién planteó una postura más equilibrada entre la libertad absoluta o laissez faire, y el control absoluto o comunismo-marxista, como ya se conocían las teorías de Marx. Keynes publicó La Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero el año 1936, causando con ello gran revuelo e influencia en las prácticas político – económicas de los gobiernos, a quienes les asignaba un importante rol de regulación de la economía para obtener un crecimiento económico más estable y equitativo. Más tarde los planteamientos de Keynes fueron perfeccionados por otros teóricos tales como Roy Harrod, Evsey Domar y Robert Solow. Los estudios de estos y otros economistas posteriores, permitieron entender los procesos microeconómicos y macroeconómicos que se ejecutan en un determinado mercado.

En ese contexto, no sólo el grado de control de los gobiernos sobre la economía fue un tema central, sino también el del crecimiento económico. Esto último permitió lograr una definición más o menos exacta de lo que se entiende como tal, esta es: “Aumento de la producción total de un país con el paso del tiempo. Normalmente se mide como la tasa natural de incremento del Producto Interno Bruto (PIB) real de un país” (4). Sin embargo, el PIB o el PIB per capita, como medida de bienestar ha demostrado adolecer de serias deficiencias al no tener en cuenta los efectos negativos de muchas actividades que aumentan el producto interno bruto, como por ejemplo, la contaminación ambiental, entre otras.

Ello generó que más recientemente se haya vuelto a enfocar el estudio de la economía en los problema económicos centrales, que más que de índole técnico-operativo son de índole político-social, estos son: ¿Cómo satisfacer las necesidades de todos los seres humanos siendo los recursos escasos?, ¿Cómo asignar óptimamente dichos recursos, es decir, como ser más eficientes?, y por último, ¿Cómo distribuir correctamente la renta? Todos ellos, que además de contener aristas de índole técnico-económico, también engloban aspectos de tipo moral y que derivan inevitablemente en un problema de justicia o equidad de dicha distribución.

Este retorno en el enfoque teórico se inició en la década del sesenta del siglo pasado, con la diferenciación entre lo que se entendía por Desarrollo Económico y por Crecimiento Económico. Precursores de esta diferenciación fueron Albert Hirschmann en 1958 y posteriormente Dudley Seers, quién planteó que para determinar si un país se había desarrollado era necesario preguntarse cuáles eran los niveles de pobreza, desempleo y desigualdad que en él se presentaban. Si esos problemas habían empeorado, no se podría hablar de desarrollo, aun cuando el ingreso por habitante se hubiese duplicado, dejando planteado con ello que el crecimiento económico no necesariamente implica desarrollo.

Gracias a ello, actualmente se entiende por Desarrollo Económico, según una de las definiciones más aceptadas, como el logro de “una condición social, en la cual las necesidades auténticas de su población se satisfacen con el uso racional y sostenible de recursos y sistemas naturales. La utilización de los recursos estaría basada en una tecnología que respeta los aspectos culturales y los derechos humanos. Todos los grupos sociales tendrían acceso a las organizaciones y a servicios básicos como educación, vivienda, salud, nutrición y que sus culturas y tradiciones sean respetadas” (5).

Desarrollo Humano y Desarrollo Sostenible

Entre los hechos más recientes y destacables que demuestran que las naciones están tomando consciencia de la necesidad de lograr un estado mínimo de bienestar a nivel global, es el de la creación de conceptos tales como el de Desarrollo Humano y de Desarrollo Sostenible, elaborados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el cual teóricos como Amartya Sen, con sus aportes a la conformación del Índice de Desarrollo Humano (IDH) han tenido una destacada participación. Además, es importante resaltar que estos conceptos han sido acuñados por la Organización de Naciones Unidas en su proyecto del Desarrollo del Milenio (6).

Por Desarrollo Humano se entiende como “el proceso de ampliación de las capacidades de las personas. Este proceso implica asumir, entre otras cosas, que el centro de todos los esfuerzos del desarrollo deben estar siempre enfocados en las personas y que estas deben ser consideradas no sólo como beneficiarios sino como verdaderos sujetos sociales”(7). El Desarrollo Humano considera la inclusión integral de seis factores principales, estos son: Equidad, Potenciación, Cooperación, Sustentabilidad, Seguridad, y Productividad.

Por Desarrollo Sostenible o Sustentable se entiende, según La Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo, como el "desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer las capacidades que tienen las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades"(8). En ese contexto, es destacable lo resuelto en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, que se realizó en Río de Janeiro en junio de 1992, donde se acordó un plan mundial para alcanzar el desarrollo sostenible en base a 27 puntos o principios (9),. A continuación se reproducen, en parte, los más destacables:

PRINCIPIO 1: Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza.
PRINCIPIO 2: (…..) los Estados tienen el derecho soberano de aprovechar sus propios recursos según sus propias políticas ambientales y de desarrollo, y la responsabilidad de velar por que las actividades realizadas dentro de su jurisdicción o bajo su control no causen daños al medio ambiente (….).
PRINCIPIO 9: Los Estados deberían cooperar en el fortalecimiento de su propia capacidad de lograr el desarrollo sostenible, aumentando el saber científico mediante el intercambio de conocimientos científicos y tecnológicos (……).
PRINCIPIO 12: Los Estados deberían cooperar en la promoción de un sistema económico internacional favorable y abierto que llevara al crecimiento económico y el desarrollo sostenible de todos los países, (…..).

En el seno del PNUD también se han llevado a cabo otros importantes avances en pos de lograr un mayor bienestar, entre ellos se encuentran los Informes Anuales sobre el Desarrollo a nivel nacional y regional, y los Informes sobre el Cambio Climático, entre muchas otras actividades que lleva a cabo para lograr sus objetivos.

Teorías del Desarrollo Económico

Las principales teorías sobre el desarrollo y el bienestar de las naciones, también pueden ser consideradas un indicio más del proceso de toma de conciencia de la necesidad de aunar esfuerzos a nivel global para lograr un mayor estado de bienestar. Estas teorías son: la de la Dependencia, la Modernización, los Sistemas Mundiales, y la Globalización (10). En ellas se puede observar una evolución teórica de los modelos, desde el enfoque estatocentrico a uno centrado en el estudio de los sistemas y subsistemas mundiales.

La teoría de la Modernización, plantea un modelo para que los países más avanzados les provean de ayuda, a través del traspaso de capital, tecnología, y experiencia, a los países menos avanzados. Su aplicación dio origen al Plan Marshall y la Alianza para el Progreso en Latinoamérica; surgió en la década del 50 y su principal exponente fue Walt Rostow.

La teoría de la Dependencia, plantea que las naciones periféricas experimentan su mayor desarrollo económico cuando sus enlaces con el centro de poder mundial están más débiles, en cambio, su crecimiento e industrialización tiende a verse subordinada cuando esa situación se revierte. Esta teoría surgió en 1950 como resultado de las investigaciones de la CEPAL. Su principal exponente fue Raúl Prebish.

La teoría de los Sistemas Mundiales, plantea que hay un fuerte nexo entre las ciencias sociales, especialmente entre la sociología y las disciplinas económicas y políticas, y por lo mismo es necesario estudiar la realidad de los sistemas sociales, tanto a nivel nacional como internacional para entender y crear mejores modelos de desarrollo; esta teoría surgió en la década del 60.

La teoría de la Globalización, se centra y enfatiza en aspectos culturales y económicos así como de comunicación a escala mundial, y argumenta que actualmente para interpretar los procesos de desarrollo se debe analizar los vínculos culturales, económicos, financieros y políticos entre los países.

Conformación de un Sistema Económico Mundial

En el ámbito práctico también se han hecho esfuerzos importantes para mejorar las condiciones con que las naciones, y especialmente las menos desarrolladas, puedan lograr un mejor crecimiento económico a través de una actividad económica internacional más ordenada, reflejo de ello son los esfuerzos que se han llevado a cabo para crear un orden económico internacional. En ese sentido, los primeros pasos se empezaron a concretar en la Conferencia Monetaria y Financiera que se realizó en Bretón Woods, New Hampshire, EE.UU., 1944, al plantearse el orden económico internacional que debía regir tras la Segunda Guerra Mundial. Para esto se basaron en otra de las ideas de Keynes, quién creía en la necesidad de conducir el crecimiento y la estabilidad de la economía en un plano global.

En dicha conferencia se establecieron tres ámbitos de acción fundamentales, cada uno de los cuales debía generar una institución: en el ámbito financiero, el Fondo Monetario Internacional (FMI); en el campo del desarrollo, el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo, también conocido como Banco Mundial, y en el terreno del comercio, la Organización de Comercio Internacional (OMC). Esta última sólo se concretó recientemente el año 1995, fecha hasta la cual fue reemplazada por el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio, conocido como GATT, por sus siglas en inglés, la cual se acordó en Ginebra en 1947. Todas ellas actualmente conforman la Organización Económica Internacional y se encuentran bajo el alero de la ONU como parte del Consejo Económico y Social (11).

Entre los fines que persiguen estas instituciones, se puede destacar que el FMI busca convertirse en un mecanismo operativo eficaz que permita evitar situaciones económicas que afecten el equilibrio económico internacional. Por su lado el Banco Mundial cumple funciones “fundamentales para alcanzar la misión de reducir la pobreza en el mundo y mejorar los niveles de vida de la gente” (12). A su vez, la OMC plantea un modelo que es “esencialmente multilateral y no-discriminatorio” (13) para lograr un sistema de comercio libre a escala mundial. Por último, todas estas instituciones están profundamente comprometidas con el logro de los Objetivos del Milenio.

El resultado de estos esfuerzos por organizar y globalizar el comercio internacional permitió que entre 1950 y el 2003 el PIB mundial se multiplicara por siete, el volumen del comercio internacional por veinticinco, y en un día considerado normal se giraran un volumen de instrumentos financieros equivalentes a tres veces el PIB anual de un país como España (14). Otro resultado de este ordenamiento ha sido el posicionamiento de las corporaciones multinacionales como uno de los actores económicos más influyentes a nivel regional o mundial. Pese a ello, estas empresas, que se han caracterizado por ser difíciles de controlar debido a la trasnacionalidad de sus operaciones y administración, también se han visto obligadas a respetar las restricciones y regulaciones internacionales que impone la organización económica internacional, como por ejemplo las relativas a la contaminación ambiental; y también, a traspasar conocimiento y tecnología en las sociedades donde operan, mediante el mejoramiento de la calidad en la capacitación, la salud de los trabajadores, la infraestructura vial, etc. todo ello con el propósito de optimizar sus estándares de producción (15).

Pero en el actual mundo globalizado, no todo ha sido positivo. Crisis como la asiática de 1997 y la actual crisis mundial, ambas de tipo financiero, han dejado en claro que mecanismos de regulación y control del mercado de las finanzas, tanto a nivel nacional como internacional-trasnacional, deben ser aplicados a la brevedad. Es así como el reciente 15 y 16 de noviembre, durante la reunión del G20, denominada Cumbre sobre Mercados Financieros y Economía Mundial, las naciones más ricas y desarrolladas del mundo firmaron un documento de ocho páginas y 47 puntos enfocados principalmente en establecer una serie de nuevas salvaguardas para el frágil sistema financiero global actual (16), inspirados por una clara consciencia de la creciente interconectividad de la arquitectura financiera mundial, y por lo mismo, de cómo una deficiencia en un determinado mercado nacional puede afectar al mercado mundial en su totalidad.

Hacia la Formación de una Sociedad Global

Al observar la evolución histórica de las teorías sobre economía esbozadas por estudiosos de todas las épocas, y al observar la evolución de la economía como actividad, se puede verificar que el gran propósito de todo ello ha sido, y sigue siendo, el descubrir cómo, y finalmente alcanzar mayores grados de bienestar. El resultado de esa búsqueda ha permitido establecer qué se entiende y cómo medir el Crecimiento Económico y el Desarrollo Económico, y también como lograrlo. Ha permitido determinar el rol de los gobiernos de las naciones en la regulación de la actividad económica, tanto a nivel nacional como internacional; y por último, entre los puntos más importantes, la dependencia y necesidad de coordinación y cooperación de todas las sociedades-nación a nivel global para alcanzar los niveles de bienestar a los que aspiran, o al menos niveles mínimos más o menos homogéneos.

Si interpolamos la teoría de Hobbes con lo ya establecido, y aceptamos que todas las sociedades se han formado según la lógica de sus planteamientos, es decir producto de la conciencia de sólo poder lograr el bienestar con la ayuda de los otros; hayan sido esas sociedades: clanes, tribus, feudos, reinos o naciones-estados, de todas las que han poblado el planeta desde que el hombre lo ha habitado, aún cuando la extensión territorial y poblacional, y la complejidad de sus tecnologías y estructuras de diversa índole hayan sido muy distintas, entonces podemos concluir, que al tener conciencia y buscarse el bienestar global, se podrían estar dando los primeros pasos, o al menos se tendría el primer ingrediente necesario para la formación de una sociedad de nivel planetario.

Gonzalo Bravo Tejos
Ingeniero en Sistemas de Información
MA Relaciones Internacionales

Bibliografía

(1) Thomas Hobbes, Leviathan, Londres, 1651, http://cupid.ecom.unimelb.edu.au/het/hobbes/hindex.htm
(2) Adam Smith, Investigaciones sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones, Londres, 1776, http://www.geocities.com/pjabad/smith-introlrdln.htm
(3) Karl Marx, El Capital, 1867, http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital.htm
(4) Ministerio de Economía del Gobierno de Chile, Diccionario de Términos, Crecimiento Económico,
http://www.economia.cl/aws00/servlet/aawsconver?1,,500350
(5) Concepto de Desarrollo, http://www.econlink.com.ar/concepto-desarrollo
(6) Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, http://www.undp.org/spanish/
(7) El Desarrollo Humano en las Comunas de Chile, http://www.desarrollohumano.cl/idhc/wwwroot/quefr.htm
(8) UN Department of Economic and Social Affairs, Division for Sustainable Development, http://www.un.org/esa/sustdev/documents/docs_csd1.htm
(9) Programa 21, http://www.un.org/esa/sustdev/documents/agenda21/spanish/agenda21sptoc.htm
(10) Giovanni E. Reyes, Principales Teorías sobre Desarrollo Económico y Social y su aplicación en América Latina y el Caribe, Febrero de 2002, http://www.zonaeconomica.com/teorias-desarrollo
(11) Organización de la Naciones Unidas, Consejo Económico y Social, http://www.un.org/spanish/documents/esc/index.htm
(12) Banco Mundial, ¿Quiénes Somos?, http://web.worldbank.org/WBSITE/EXTERNAL/BANCOMUNDIAL/QUIENESSOMOS/0,,menuPK:64058517~pagePK:64057857~piPK:64057865~theSitePK:263702,00.html
(13) Juan Tugores Ques, Economía Internacional, Mc Graw Hill, Madrid, 2005, pág. 202.
(14) Juan Tugores Ques, Economía Internacional, ibídem, pág. 4.
(15) Howe Martín, Empresas Multinacionales, PROLAM SRL, Buenos Aires, 1973, pág. 244.
(16) Yahoo news, World leaders at economic summit vow to cooperate, 16 de noviembre de 2008, http://news.yahoo.com/s/ap/20081116/ap_on_bi_ge/meltdown_summit

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