domingo, 15 de junio de 2008

Los Balcanes: Un constante campo de minas europeo

Número 9/junio-julio 2008
Faye Karavasili

Los cambios constantes que ocurren en los Balcanes parecen un lago de lava dentro del cráter de un viejo volcán, que se ha despertado por un tiempo, esperando a la siguiente erupción violenta. El 17 de febrero otro suceso ocurrió alejando cualquier posibilidad de iniciar un proceso reconciliador cuando Kosovo declaró su independencia contraria a la ley internacional pero con el apoyo poderoso de los EEUU. A pesar de esto, el camino hacia su final ya ha sido pavimentado y nadie se sorprende. El suceso actual fue un shock y no sólo para la población serbia que lo mira con desconfianza. Los serbios se enfurecieron ya que era la segunda vez que el derecho internacional y el protocolo eran ignorados sin ninguna explicación, el primer caso fue en 1999 cuando las bombas de la OTAN cayeron sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU criticando su legitimidad- y naturalmente se desvaneció su fe in la "civilizada" comunidad internacional y la credibilidad de las organizaciones supranacionales, lo cual hizo del futuro de su país algo impredecible.

Los albanos se alegraron, viendo Kosovo más o menos como una victoria nacional y un paso hacia el ideal de la Gran Albania con el apoyo internacional. Los EEUU mostraron un optimismo cauteloso y de manera descuidada intentaron justificar el suceso legal y poco ortodoxo como algo excepcional, incapaz de convertirse en el precedente terrible que provocó una reacción incomprensible en numerosas regiones del mundo para contener a Kosovo. Elecciones anticipadas en todas las regiones, interferencias exteriores constantes y la cumbre eventual en Bucarest de la OTAN el pasado mes de abril demuestran que los Balcanes todavía son una entidad explosiva con demasiados asuntos sin resolver, los cuales amenazan con desestabilizar mucho más que la península de Haemos.


Los Balcanes han sido el centro de la atención pública durante un largo período pero aun así muy pocos pueden asegurar honestamente que comprenden claramente lo que ocurre en la región, su historia o la complejidad de los problemas que han llevado a la dolorosa desintegración del área y que continua siendo una espina clavada en Europa. La historia de los Balcanes es complicada y en algunos casos totalmente brutal. Un gran número de analistas insisten en que la ex república yugoslava y la guerra civil que sucedió son los únicos culpables de la situación. Son favorables a la opinión de que la confederación fue una unión forzada, destinada desde el principio a fracasar y el consiguiente baño de sangre era inevitable. Sin embargo, a no ser que la persona se haya familiarizado personalmente con las personas que solían residir en el gigante fallido es literalmente imposible comprender la naturaleza única de dicha unión.

Antes se decía que los Balcanes eran un mundo único y que a Occidente quizá le resultaría difícil entender la historia y mentalidad de las personas y esto es absolutamente correcto. Después de todo, no fue hasta que un líder trastornado, que nunca debió haber alcanzado tal poder, cuando se empezó a utilizar el nacionalismo extremo como una herramienta para recuperar el control perdido. En la Yugoslavia de Tito la opinión generalizada era celebrar sus diferencias en lugar de morir por ellas. Desafortunadamente el sabor del poder es demasiado dulce y la manipulación del sentimiento público una novedad.

Aunque los Balcanes no son el único lugar en la tierra donde las agendas de los políticos para conseguir votos van acompañadas del envoltorio de la bandera, tristemente esta mentalidad está muy presente en toda la península y esto puede demostrarse en las elecciones recientes tanto en Serbia como en la ex República Yugoslava de Macedonia. Parece que el nacionalismo está vivo en el corazón de los Balcanes el cual determina el futuro de todos los países que han sido recientemente liberados de la influencia soviética hacia la transición a una esfera democrática y estable.

Quizás una mirada más cercana a cada uno de los países de este juego de ajedrez diplomático , sus progresos y aspiraciones ayuden a entender el mundo balcánico, un mundo inexplorado por el resto del mundo a pesar de que la atención pública está constantemente sobre ellos.

Serbia

Todas las miradas se volvieron hacia Serbia el 17 de febrero y la reacción en cadena de los sucesos que siguieron a la partición de Kosovo no fue suficiente para los medios y analistas políticos. Aunque era de esperar, el día en que Kosovo declaró su independencia con el absoluto apoyo de los EEUU- quien estaba más interesado en proteger sus propios intereses en la región que en simpatizar con los albanokosovares- Serbia fue abofeteada duramente por la comunidad internacional. Anterior a dicha fecha, golpeada y destruida por la guerra, Serbia como el resto de los países del área tenía su mirada puesta en Occidente, luchando por sortear la crisis resultante y dando la bienvenida a la idea de perspectivas europeas para la estabilidad, ayuda económica y estructural necesaria. La juventud del país mientras intentaba recuperarse de los fantasmas de la guerra, estaba influenciada por otros asuntos. La tasa de desempleo en Serbia supera el 21% y aquellos afortunados de tener un trabajo reciben los salarios más bajos de la Europa continental, en la mayoría de los casos no exceden de los 200 euros.

Mientras que a la población serbia se le dijo que Europa y la conformidad con ella era una vía de resurrección para el país, las heridas de la guerra y los bombardeos de la OTAN todavía sangran. Slobodan Milosevic fue un criminal sin escrúpulos y el mundo se conmocionó con su brutalidad ya que el genocidio tuvo lugar bajo su mando. A pesar de lo dicho, en una guerra todas las partes sufren consecuencias graves. Serbia fue completamente destruida. Cuando la OTAN tomo parte en el asunto sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU el prestigio del organismo así como la legitimidad de la comunidad internacional fueron seriamente dañados. La población serbia sintió que eran injustamente tratados por Occidente y, a pesar de que casi han transcurrido 10 años desde entonces, el fiasco de Kosovo está a tiempo para recordar que la comunidad internacional en la que se les pidió confiaran es completamente incapaz de darles ninguna garantía para el futuro.

No sólo la partición ha sido una amputación violenta dada la histórica significación atribuida a dicha montañosa en inhóspita región, sino que además no cabe negar que el hecho en sí ha sido una indiferencia descarada al derecho internacional. La fe en un futuro común dentro de la UE y en diversos organismos internacionales y alianzas ha sido duramente golpeada y la perspectiva europea del país se ha esfumado. Las recientes elecciones anticipadas del 11 de mayo han hecho de Belgrado pero también de las 5 ciudades de Kosovo de mayoría serbia- el epicentro de la atención pública. Las elecciones provocadas por la resignación del ex Primer Ministro Voislav Kostunica perdieron rápidamente su objetivo como medio para elegir la siguiente administración serbia y ganó fuerza el referéndum oficial sobre una pregunta: ¿la UE o Kosovo? Al menos esta fue la manera en la que estas elecciones fueron presentadas a ambos, el mundo exterior que parecía ansioso por ver a Serbia en "el buen camino"de la integración europea y dentro de Serbia, que tomó vida como una lucha entre más o menos individuos patrióticos. Por un lado el moderado Boris Tadic, un realista que apoya el ideal europeo, más interesado en "acabar con las pérdidas del país" que en ser agradable, y por otro lado el ex Primer Ministro Voislav Kostunica y el patriota intransigente Tomislav Nicolic promocionando una línea roja no negociable en lo que respecta a Kosovo, lo cual probablemente resulte en una interrupción abrupta del futuro de Serbia en el futuro europeo. Por más que la verdad hiera a los serbios, en este punto es casi imposible para Europa aceptarlos en su familia con Kosovo todavía siendo un problema. Tadic fue el vencedor en estas elecciones. Sin embrago, esto no puede ser visto como un triunfo del ideal europeo en Serbia. Tampoco puede ser visto como una señal de que la población serbia ha empezado a aceptar la temible realidad de una Serbia sin Kosovo, nada más lejos de esto.

Datos alarmantes respecto de las elecciones prueban que mientras que Serbia decidió no cerrar completamente las puertas a la UE, el resultado de las elecciones sólo puede ser visto como un pequeño, tímido paso del país hacia la integración. En primer lugar mientras que Tadic claramente ganó estas elecciones, el porcentaje de votos de su partido (39%) le aseguró 103 de los 250 escaños del Parlamento pero no los 126 que requiere la constitución para la formación de un gobierno autónomo. Nikolic consiguió el 28.8% y 76 escaños. Voislav Kostunica y su alianza fue la tercera opción con un 11.6% y 30 escaños, seguidos por el Partido Socialista de Serbia (SPS) con un 8% y 20 escaños y el Partido Liberal Democrático con 5.2% y 13 escaños. Esto significa que efectivamente mientras que las intenciones de Tadic son claras y pregonadas, no goza del apoyo popular necesario para tener las bases sobre las que poder introducir sus deseadas reformas para acercar Serbia a Europa, teniendo en consideración las últimas olas de apoyo demostradas por la ex potencia mundial que solía dominar la región.

Nadie en Occidente observa la implicación creciente de Rusia en los asuntos balcánicos como un desarrollo positivo, ya que el miedo a un nuevo y mejorado Pacto de Varsovia que encaje en el nuevo orden mundial ha resucitado, particularmente después de la cumbre de la OTAN en Bucarest donde quedó claro quienes son los actores. Tadic tiene un largo y difícil camino para alcanzar una coalición gubernamental "socialmente responsable" bajo una aguda presión de Europa y de la comunidad internacional. En cualquier caso, cualquiera que sea la combinación, la nueva entidad política claramente no tendrá los medios para llevar a cabo las poderosas reformas sin el miedo de ser disuelta. Después de todo, la abstención ha sido el ganador real de estas elecciones. Una estimación del 54% del total de 6.75 millones de serbios se molestaron en ejercitar su derecho al voto, lo cual indica una desilusión general hacia todas las estructuras, no sólo las externas sino también hacia los mecanismos del propio país. También Kostunica sorprendió a los analistas con su porcentaje ya que fue significativamente más alto que el que se estimó inicialmente (alrededor del 7-8%). La situación en Serbia es extremadamente inestable y el futuro es impredecible. Todavía, el camino hacia su total integración europea probablemente permanecerá con considerables obstáculos a no ser que las heridas abiertas que tanto tiempo llevan sangrando finalmente se cierren.

Kosovo

Sin duda alguna Kosovo ha sido el centro de atención, sin mencionar la polémica sobre el territorio que ha provocado respuestas en todo el mundo desde Rusia y la región del Caucaso hasta Timor Oriental y España. Los nacionalistas albanos han soñado durante mucho tiempo en el día en el que unilateralmente declaren su independencia del estado de Serbia, y con el apoyo y el aliento de factores externos lo hicieron el 17 de febrero. Todos los países con la remota posibilidad de otro Kosovo en su territorio se horrorizaron, y la partición sin precedentes se convirtió en el tema de infinitos debates, no limitados a los círculos de académicos y expertos. A pesar de lo mencionado, este pequeño terreno montañoso es un lugar apenas codiciado. Plagado de extrema pobreza, bajas condiciones higiénicas especialmente en el campo y un índice de criminalidad que alarma incluso a los habitantes más intransigentes de la ciudad, Kosovo está lejos de ser una tierra próspera y hospitalaria. De hecho la joya del orgullo serbio es un conocido puente de heroína hacia Europa. La heroína empieza su destructivo viaje en los campos de Afganistán y Pakistán antes de ser distribuida en los países centroeuropeos a través de Kosovo. Bandas de matones tienen absoluta libertad para atemorizar a la población e imponer su propia ley. Los serbios que quedan se atrincheran en áreas donde todavía son mayoría como en el municipio de Kosovska Mitrovica, uno de los puntos más calientes del continente, y la transición es muy peligrosa ya que los oficiales serbios rechazaron delegar el poder en sus sucesores albanos.

Los problemas entre serbios y albanos en el área son constantes, con las últimas rebeliones después de que los comicios fueron localizados en Mitrovica y en otras 5 ciudades de mayoría serbia en Kosovo para las elecciones serbias del 11 de mayo. Naturalmente el resultado fue ignorado por los oficiales y la autoridad resultante de los votos individuales no fue reconocida como elegida oficialmente, una reacción que Belgrado esperaba pero aun así llevó a cabo los comicios como un asunto de orgullo nacional más que otra cosa. A pesar de la indiferencia descarada hacia el derecho internacional, las serias consecuencias que probablemente traerá la independencia de Kosovo y la falta de respeto por la integridad territorial de un país soberano, supuestamente protegido por el derecho internacional, Kosovo ha sido reconocido por 36 países incluyendo los actores más importantes en el panorama internacional: los EEUU quien ha desempeñado el papel más importante en la independencia de Kosovo y la mayoría de los países europeos- al menos aquellos que no están amenazados por un posible efecto domino. Sólo el tiempo nos dirá si el orden global legal sufrirá las pérdidas de la posibilidad de dicho efecto domino y si la independencia de Kosovo una vez más desestabilizará la región o no.

Bosnia Herzegovina

Bosnia Herzegovina en una de las muchas piezas de esta jarra rota que una vez fue Yugoslavia. Un país que obtuvo su independencia con gran sufrimiento. Actualmente el país se encuentra en un proceso de transición, tratando de pasar página de los episodios sangrientos del pasado y labrando un futuro europeo de democracia y crecimiento económico. La UE no ha escondido el hecho de que apoya las intenciones de Bosnia Herzegovina. No hay duda de que Sarajevo, aunque todavía atormentada por su pasado dramático, ha dado pasos significativos hacia un futuro mejor. Los fantasmas de Srebrenica y de todos aquellos lugares donde el terror todavía ronda, recuerda a la población las atrocidades humanas que son capaces de cometer los unos contra los otros, haciendo de la protección ofrecida por al Unión Europea y otros cuerpos internacionales de extrema importancia. A pesar de todo, el caos tras tres años de guerra no ha sido completamente eliminado.

Sarajevo ha estado muy atento a los sucesos de la independencia de Kosovo, intentando estimar no sólo la postura que debían adoptar dada su delicada posición y pasado, sino más importante, considerando cuidadosamente los efectos que este suceso tendrá sobre su variada población.

Como era de esperar, las tensiones que subyacen entre los diferentes grupos étnicos que residen en Bosnia Herzegovina han vuelto a surgir y el miedo a violentos episodios entre croatas serbios y musulmanes en su territorio, desencadenados por un incidente con mucha significación para ambos grupos crece. De hecho, la posibilidad de tales episodios es muy real, y parece que ha sido tomada en consideración seriamente por los que gobiernan el país, quienes recientemente han suplicado a la UE un esfuerzo para asegurar la integridad territorial de su país, dadas las repetidas amenazas a Republika Srpska, una de las dos entidades políticas del país con un pasado sangriento y que actualmente está intentando seguir el ejemplo de Kosovo y unirse a Serbia, para literalmente convertirse en una espada para Sarajevo y sus planes de futuro.

Teniendo en consideración todos estos asuntos, al menos Bosnia Herzegovina parece estar claramente en el camino que quiere seguir y éste sin lugar a dudas es Europa. La gran pregunta es con todas las nuevas entidades que han surgido como países independientes después de la desaparición de Yugoslavia ¿Están estos países novatos preparados para Europa y todo lo que ello conlleva?

Para la mayoría de ellos parece que el sueño tiene que esperar. Los problemas internos a los que se enfrentan mientras luchan para adaptarse a una nueva realidad tanto política después del colapso colosal de la URSS y todos los estados satélite, como por el resultado directo de una guerra y el nacimiento de un modelo culturalmente diverso de diferentes etnias viviendo en el mismo territorio. Personas que desde no hace mucho se asesinaban los unos a los otros, ahora deben coexistir en armonía y colaborar en el futuro del país, mientras que ellos mismos no están del todo seguros de que clase de futuro será.

Croacia

La Cumbre de Bucarest el pasado abril terminó con sonrisas hacia Croacia y Albania, ya que ambos países se han asegurado la valiosa invitación de unirse a la OTAN. La pertenencia a la OTAN siempre ha sido considerada como uno de los mayores objetivos por los estados que recientemente han escapado de la esfera de influencia soviética y del colapso de Yugoslavia, mientras que tienen que afrontar las consecuencias de su larga separación del mundo occidental. Todos los países que han tenido que pasar por esta transición dolorosa sin ninguna excepción, tuvieron que afrontar enormes dificultades para tan siquiera comenzar con el proceso de restauración, que los llevaría a estar entre los países cuyo desarrollo no ha sido ensombrecido por el espectro del comunismo.

Estructuras, salarios bajos, paro y falta de transparencia entre dichas democracias indican que es necesario un gran trabajo antes de estar seguros de su completa integración en los sistemas deseados, ya sea la Unión Europea o en alianzas como la OTAN. A pesar de lo expuesto, Croacia ciertamente parece haberse ganado el galardón y el reconocimiento de la comunidad internacional. Tanto los ciudadanos de dichos países y sus respectivas administraciones parecen haber comprendido totalmente que se necesita mucho trabajo para estar a la altura de sus aliados, y parecen determinados y entusiastas en cuanto a su objetivo.

Antigua República Yugoslava de Macedonia

El 2008 no ha sido un buen año para la Antigua República Yugoslava de Macedonia. La esperada invitación de la OTAN nunca viene y las últimas elecciones anticipadas del 1 de junio de 2008 han acabado en un baño de sangre y acusaciones de fraude.

Hoy en día, el país parece dirigirse hacia una seria crisis existencial, la cual ha sido causada inevitablemente por un número de factores que no han sido evaluados correctamente o incluso tomados en consideración.

Mucha tinta se ha gastado sobre la disputa del nombre y ésta ha sido presentada como la única fuente de maldad que está llevando al país al aislamiento o incluso la posible destrucción, aunque no sea este el caso. La amenaza real de la República de Macedonia viene de dentro. Aunque su separación de Yugoslavia en 1991 fue pacífica, el país todavía se enfrenta al problema que ha estado atormentando a Yugoslavia desde el principio de los problemas: la falta de homogeneidad étnica. El país contiene ciudadanos albanos y eslavos cuya convivencia no siempre ha sido armónica. La división entre ambos es evidente incluso en la ciudad de Skopje, ya que no solamente no se mezclan entre ellos o viven en los mismos territorios de la ciudad, sino que de hecho se encuentran separados por la frontera física del río. El frágil equilibrio se ha roto varias veces, culminado en rebeliones civiles en 2001 y otra vez en 2007. Aunque el acuerdo marco de Ohrid, firmado en 2001, supuestamente era la solución acordando un alto el fuego entre los grupos en conflicto, el actual estado de los hechos sólo puede ser descrito como frágil. Los vergonzosos eventos de las elecciones del 1 de junio refuerzan esta idea.

Una persona muerta por un disparo, otras tantas heridas en episodios violentos, tiroteos y coacciones a los votantes, papeletas de voto robadas y "votos familiares", observadores frustrados y procesos interrumpidos, abstención. Estos han sido los protagonistas de estas elecciones más que Nicolas Guevski de VMRO, el partido que se esperaba iba a ganar. Ahmeti y Thaci, los líderes de los dos partidos albanos mayoritarios acapararon la atención acusándose mutuamente de los innombrables episodios que provocaron la fuerte reacción de la comunidad internacional. En aproximadamente 15 días la repetición de las elecciones tendrá lugar en Aracinovo y las 8 secciones, donde las elecciones fueron interrumpidas violentamente

Las elecciones recientes en la República de Macedonia han demostrado que este país al igual que la mayoría de los Balcanes, necesita dar muchos pasos positivos antes de estar listo para alcanzar los niveles europeos en procedimientos. En cualquier caso, los escenarios para el futuro no parecen muy optimistas. Algunos analistas temen que la división en el sector albano tenga repercusiones más serias que simplemente poner en entredicho los esfuerzos del país para conformar una imagen europea, ya que puede ser la chispa para episodios a mayor escala similares a los de 2001 poniendo en peligro no sólo la integridad territorial del país sino la estabilidad de la región, un escenario del que nadie sería vencedor.

Faye Karavasili
Abogada

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