jueves, 28 de enero de 2010

La narcoguerra mejicana y los EEUU

Número 18/diciembre-enero 2010
Sandra Azima

Este artículo pretende enfatizar la preocupación política que ha existido durante más de dos décadas en México. El asunto del narcotráfico sigue siendo una amenaza para las autoridades mejicanas y por consiguiente la labor de combatir a los carteles de la droga y la violencia asociada se ha convertido en un asunto trasnacional.

Para una mejor aproximación a dichos elementos hay que tener en cuenta la escalada de la criminalidad en la narcoguerra. El fracaso de las instituciones en imponer la ley para combatir los cárteles de la droga ha llevado a Calderón ha desplegar las fuerzas militares en un intento para recuperar el control y mientras tanto limitar la violencia en la nación. Además cabe prestar atención a la relación bilateral entre los EEUU y México y considerar el impacto que las políticas sobre drogas y armas de los EEUU tendrían sobre el comercio global del narcotráfico.

Finalmente se debate el asunto de la drogadicción y una reexaminación de las políticas actuales para evaluar la efectividad de tales medidas para reducir la adicción y truncar los altos niveles de violencia que esta guerra contra las drogas ha generado.

México, un estado sitiado

La guerra en el submundo mejicano crece con más fuerza al igual que las guerras entre los clanes por el control del territorio, y el estado se encuentra sumido en una situación tormentosa en esta guerra constante. Esta batalla ha dejado su rastro en las continuas peleas entre cárteles criminales rivales y más de 3200 muertos en lo que va de año.

La escalada de violencia entre los clanes de la droga ha provocado la intervención de las fuerzas militares y de la policía federal para parar los brutales asesinatos que tenían lugar a diario en todo México y especialmente en las ciudades fronterizas con los EEUU (1). A pesar de estas fuerzas, la mafia de asesinos continúan actuando y los codiciados magnates de la droga quedan impunes. La narcoguerra mejicana se está convirtiendo en un creciente ciclo de violencia y muerte a la vez que el estado está amenazado por una guerra contra los carteles de la droga y por la guerra entre los cárteles rivales. Al tiempo que el narcotráfico se hace más poderoso, las fuerzas gubernamentales se enfrentan a cárteles más ricos e influyentes junto con más corrupción y violencia a niveles sin precedentes. El asunto central es la lucha por acabar con el comercio creciente de drogas ilegales y encontrar un campo común de cooperación en un esfuerzo conjunto por acabar con la industria de las drogas. Habrá que ver si en esta lucha las autoridades pueden ganar.

Lanzando la guerra

La violencia entre cárteles rivales era un asunto importante antes del comienzo de la guerra contra las drogas cuando el presidente Felipe Calderón inició su campaña antidroga, entonces un campo de batalla comenzó entre las fuerzas gubernamentales y los cárteles de la droga. La policía y las fuerzas militares daban una imagen de poco poder antes de la espiral de extrema violencia en la cual el estado mejicano estaba sumergido. (2) Desde que Calderón impulsó la guerra contra la droga en diciembre, en 2006 había una visión: las fuerzas militares altamente entrenadas junto con la policía federal iban a convertirse en la mayor ofensiva contra los cárteles de la droga. La guerra de Calderón se sustentaba en el ejército mexicano más que en las fuerzas policiales con el objetivo final de acabar con las unidades policiales sospechosas de corrupción y gradualmente conseguir mantener un cuerpo policial honesto y de confianza. (3)
Desplegando las tropas y la policía federal para reforzar la aplicación de la ley contra el narcotráfico, las autoridades tenían tiempo para llevar a cabo las reformas necesarias para acabar poco a poco con la susodicha corrupción y dificultar la mayor penetración de los cárteles en los órganos estatales y las fuerzas policiales.

Por estos medios, Calderón dio el mayor paso en esta guerra entre las fuerzas gubernamentales y los clanes de la droga. La visión que tenía Calderón estaba lejos de una simple acción y su administración fue el primer gobierno en utilizar tales recursos extremos para combatir esta situación. (4) La operación inicialmente parecía prometedora, aproximadamente 45.000 tropas fueron asignadas a diversos estados mejicanos donde los grupos de traficantes estaban luchando contra las autoridades locales, una serie de líderes clave de los cárteles fueron extraditados a los EEUU y los militares tomaron el control sobre áreas donde las autoridades habían sido muy susceptibles al soborno de la mafia (5). Sin embargo, el arresto de poderosos traficantes aumentó la violencia entre cárteles rivales por el control de las rutas de introducción de las drogas hacia los EEUU. Millones de dólares estaban en riesgo y allanaron el camino para una guerra entre dos de las mayores alianzas de los sindicatos de la droga, el cartel de Sinaloa y el del Golfo creando un campo de batalla incluso más fiero y brutal. (6) Como resultado, la visión de Calderón acabando con la guerra de las drogas parecía imposible de alcanzar ya que las bandas rivales mejicanas continuaban en un baño de sangre interminable.

A pesar de una escalada de la ofensiva y del aumento de las contramedidas militares, el progreso de la guerra en México estaba escrito en sangre. La violencia extrema y la inestabilidad social todavía está presente en la vida diaria y a pesar de los recursos, importantes cantidades de vidas humanas se han perdido desde que Calderón llegó al poder en el año 2006. Las cuotas de muertes por las drogas están creciendo constantemente y la opinión prevalerte es que la guerra contra las drogas será un conflicto permanente, donde el coste se paga en vidas humanas.

Un conflicto transfronterizo

La duradera guerra contra las drogas ha dejado al estado mejicano haciendo frente a un baño de sangre en ciudades fronterizas donde los asesinatos y secuestros han alcanzado niveles insólitos. La confrontación de las organizaciones narcocriminales, paramilitares y fuertemente armadas ha provocado el caos en los estados mejicanos así como en toda la frontera entre los EEUU y Méjico. (7) Existe una amenaza creciente al imperio de la ley y el estado mejicano se encuentra en medio de un conflicto interno contra la producción de droga, abuso y tráfico, los cárteles continúan su batalla por el territorio para expandir el control sobre las rutas de narcotráfico más importantes hacia los EEUU. (8) No hay duda de que Méjico está en guerra, una guerra que provoca escepticismo sobre el control del gobierno sobre la mafia y su propio territorio. Los cárteles continúan controlando las regiones mejicanas y los municipios con el último objetivo de controlar las rutas del tráfico de drogas que van directas al mercado norteamericano (9). La escalada del conflicto ha conseguido que la criminalidad por drogas y el crimen organizado se hayan convertido en el pan de cada día en México.
A pesar de lo dicho, es una realidad que los cárteles mejicanos se están estableciendo en los EEUU y según el departamento estadounidense de Justicia existen cárteles en 230 ciudades norteamericanas (10). Esto supone un aumento considerable en los últimos años lo que inevitablemente ha llevado a una reevaluación del sistema de control en la frontera mejicana (11). El miedo a la expansión y generalización de la violencia asociada a las drogas en las comunidades estadounidenses ha puesto el asunto de la lucha contra los gánsters mejicanos en la agenda del Presidente Obama. Los estados fronterizos están pidiendo más tropas a la Guardia Nacional y han aumentado los controles fronterizos (12).

No hay duda de que la generalización de la violencia es el mayor problema en la frontera mejicana. La ola de violencia se ha extendido desde el territorio mejicano y a lo largo de la frontera entre los EEUU y Méjico para convertirse en un conflicto que alcanza el territorio norteamericano y por ello es un asunto trasnacional. La cuestión ya no es si los EEUU hacen frente a la realidad de la escalada de violencia asociada a las drogas y que el crimen organizado se está extendiendo en el territorio americano. La cuestión es si los EEUU han llegado a la conclusión de que esta guerra necesita ser combatida desde ambos lados de la frontera y un análisis más profundo de la responsabilidad compartida.

Mea Culpa

La mayor prioridad en este conflicto es frenar el flujo de narcóticos desde Méjico pero para realmente conseguir ésto, el tráfico de armas generalizado desde los EEUU hacia Méjico debe ser frenado. Si una parte de la ecuación es la oferta de drogas, la otra es la venta de armas de los EEUU hacia la frontera sur que arma los cárteles e incentiva la violencia por drogas. (13) Méjico ha expresado su preocupación por el flujo de armas de los EEUU a través de la frontera y si ésta es una guerra que el estado mejicano espera controlar entonces habría que ver si la responsabilidad es exclusiva de la administración de Calderón o no.
Si los EEUU están preocupados sobre la escalada de la violencia respecto de la droga y el crimen organizado que se están introduciendo en el territorio americano y la expansión de los cárteles de las drogas mejicanos en los EEUU, entonces la misma preocupación cabría sobre el tráfico de drogas en la frontera sur y el de armas que son la raíz de esta espiral de violencia. Quizá ahora es una buena oportunidad para que los EEUU reevalúen su relación con su vecino del sur y honestamente valorar su parte de responsabilidad en este problema.

Tras años de batalla contra las drogas, los EEUU finalmente a través de la Secretaria de Estado Hillary Clinton, han reconocido que la política antidroga de los EEUU ha sido ineficaz y que ha alimentado la violencia en la frontera con Méjico. (14) Clinton ha reconocido los hechos que han permanecido en la sombra por décadas y admitido lo que nadie se ha atrevido a admitir. (15) El 25 de marzo de 2009 afirmó que "nuestra insaciable demanda por drogas ilegales alimenta el tráfico de drogas" y "nuestra incapacidad para prevenir el tráfico ilegal de armas a través de la frontera que arman a los criminales que causan la muerte a policías, soldados y civiles" (16).

Esta declaración ha clarificado la situación que ha permanecido en un dilema político por muchos años. Los EEUU han invertido millones de dólares en la guerra contra las drogas en Méjico y en Latino América sin analizar en mayor profundidad su responsabilidad al respecto. Al menos Clinton esta vez puso el foco de atención sobre la política inefectiva de los EEUU para acabar con el flujo de armas hacia el sur y no simplemente sobre el asunto del apetito americano insaciable y demanda de drogas, lo cual supone una razón para que los cárteles criminales trafiquen con drogas hacia el norte (17). Mientras tanto armamento más pesado y más efectivo de los EEUU está siendo utilizado por los cárteles mejicanos para enfrentarse entre si y contra las fuerzas militares y así aterrorizar a la población mejicana.

Si el gobierno mejicano aborda el problema del actual flujo de drogas hacia territorio americano entonces los EEUU tienen la obligación correspondiente de parar el tráfico de armas en el territorio mejicano. Parece que los EEUU están dispuestos a admitir su parte de responsabilidad y para ganar la guerra mejicana contra las drogas, el gran arsenal de armas provenientes de los EEUU tiene que ser anulado. Si alguna vez ha habido tiempo para alabar, Clinton merece tales alabanzas por la tan esperada declaración.

Buscando una solución común

Quizá una reevaluación de la política estadounidense sobre tráfico de drogas y armas es necesaria para dificultar el tráfico de armas como medida para controlar el mercado doméstico de drogas. Las mayores preocupaciones son sobre los medios más efectivos para combatir el armamento pesado de los clanes de las drogas. Un hecho a tener en cuenta es que más del 90% de las armas de los cárteles mejicanos provienen del norte de la frontera (18). Esta es indudablemente la consecuencia de las leyes liberales sobre armas de los EEUU y de los controles laxos que caracterizan la entrada mejicana.
La instauración de controles más estrictos en la venta de rifles de asalto debería iniciar un debate mayor que la preocupación sobre el derecho de llevar armas y los derechos constitucionales. Debería haber un debate que tenga en consideración las reflexiones por parte de los contrarios a las armas (19) y los medios disponibles para combatir el flujo continuo de armas (20). Si las medidas de la administración de Obama a corto plazo no consiguen controlar la demanda de narcóticos en los EEUU, al menos deber haber una revisión de la política de armas.

Además de controlar y dificultar el tráfico de armas es evidente que las leyes antidroga de los EEUU han hecho más beneficioso el comercio de drogas y de esta manera han incrementado la violencia. Quizá es hora para una nueva agenda. Leyes y acciones más estrictas contra el narcotráfico deben ser de máxima prioridad. Tristemente todavía hay una enorme demanda de drogas por parte del mercado de los EEUU y mientras siga así los empresarios inventarán nuevas formas de abastecer este mercado.

La Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia creada por los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso, de Brasil, César Gaviria, de Colombia y Ernesto Zedillo, de Méjico ha consolidado el debate sobre las deficiencias de las actuales políticas antidroga en el mundo (21). El informe resultante da respuesta a las políticas de prohibición y sugiere alternativas más humanas frente a las actuales políticas antidroga.

Otras recomendaciones de la Comisión sobre políticas efectivas y humanas implican una reducción de los sistemas de penalización europeos y el mantenimiento de programas aplicados en Suiza, Holanda y Alemania (22). En esta línea, se sugiere que los drogodependientes deben ser tratados eficientemente como pacientes que son parte de un plan nacional de salud en lugar de criminales. La reducción de la drogodependencia a nivel doméstico y por consiguiente de demanda de drogas se vislumbra como posible solución.

El debate sobre la restricción de la demanda de drogas ha llevado a un debate sobre su legalización, regulación y sistema impositivo del consumo de la marihuana. Proponentes como el profesor de Harvard Jeffrey Miron argumenta que la única solución para acabar con la violencia asociada a las drogas y reducir la demanda de armas es legalizando los narcóticos. Se dice que la violencia proviene de la prohibición de las drogas y por ello no hay medios para recurrir al sistema legal. La violencia se considera la única opción (23).  Debe prestarse más atención al abuso de las drogas como asunto de salud pública y hay quien piensa que acabando con la prohibición se acabará con el mercado negro y se reducirá de manera significativa la violencia asociada (24). A pesar de lo dicho, medidas más drásticas como la legalización de la marihuana para acabar con la guerra de las drogas no han tenido una buena acogida política en los EEUU. Hasta la fecha Barack Obama ha apoyado el aumento de los centros de tratamientos para drogodependientes pero no la legalización del consumo de la marihuana (25).

La respuesta al respecto ha sido diferente a lo largo de la frontera en Colombia, Perú y Uruguay donde han sido aprobadas leyes para despenalizar el consumo de las drogas para afrontar ciertos asuntos de salud pública y la expansión de la enfermedad. (26) la despenalización de la posesión de drogas para uso personal ha sido considerada por diferentes naciones latinoamericanas como el único recurso disponible para reducir la violencia resultante de las drogas. Una ola de reformismo sobre leyes antidroga se ha extendido en el continente y un hito reciente por la corte suprema de Argentina que consideró "inconstitucional" criminalizar a los ciudadanos quienes posean pequeñas cantidades de drogas para uso personal (27).
Un juzgado brasileño hizo una regla similar a principios de este año. La jueza brasileña, Maria Lucia Karma declaró "la única forma de reducir la violencia en Méjico, Brasil o cualquier otro sitio es legalizar la producción, suministro y consumo de todas las drogas" (28). Recientemente en Méjico se aprobó la Ley de Narcomenudeo, por la que se despenaliza la tenencia de pequeñas cantidades de drogas incluidas la marihuana, cocaína y heroína. Los críticos señalan que la nueva ley es un intento desesperado por ganar el control sobre los problemas con los narcóticos en toda la nación. (29) calificando a los drogodependientes como víctimas, el gobierno puede al menos centrarse en combatir a los traficantes y los cárteles en lugar de al consumidor doméstico.

Si es o no un paso en la dirección adecuada es algo por determinar. Lo que está claro es, sin embargo, que la larga guerra declarada contra las drogas parece un conflicto interminable. Mientras siga derramándose la sangre en todo el territorio mejicano y el abuso de las drogas continúe creciendo, es evidente que el camino para ganar esta batalla es largo, sucio y más brutal que nunca.




Sandra Azima
Bachelor of Law with French legal studies, University of Westminster, London

Bibliografía

(1) Phillip Smith' Mexico Drug War Update', Drug War Chronicle, 3 September, 2009. Available at: http://stopthedrugwar.org/chronicle_blog/2009/sep/03/mexico_drug_war_update
(2) Bernd Debusmann Jr. America: Mexican Drug War Week in Review', Drug War Chronicle, Issue number 597, 13 August, 2009.
(3) Stephanie Hanson. ‘Mexico's Drug War', Council on Foreign Relations, November 20, 2008. Available at: http://www.cfr.org/publication/13689/
(4) Jo Tuckman. ‘ Battles and beheadings as vicious drugs war spirals out of control', The Guardian, 14 June, 2007. Available at: http://www.guardian.co.uk/world/2007/jun/14/mexico
(5) Mexico Portal. ‘Calderon defends war on cartels', Mexico institute of the Woodrow Wison international Center for scholar, 28 November, 2008. Available at: http://mexicoinstitute.wordpress.com/2008/11/28/calderon-defends-war-on-cartels/
(6) El Universal. ‘‘Mafia violence continues to spiral out of control ‘, 5 March, 2007. Available at: http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=23666&tabla=miami
(7) Austin Bay. ‘Mexico's Cartel War: Calderon in the Cauldron', The Strategy Page, January 16, 2008. Available at: http://www.strategypage.com/on_point/2008116043.aspx
(8) General Barry R. McCaffrey. ‘Narco violence in Mexico: a growing threat to US Security', American Diplomacy, November 25, 2008. Available at: http://www.unc.edu/depts/diplomat/item/2009/0103/comm/mccaffery_mexico.html
(9) Office of National Drug Control Policy ‘Drug Market Analysis 2009′, National Drug Intelligence Center, US Department of Justice, April, 2009, pp. 2-12. Available at: http://www.usdoj.gov/ndic/pubs32/32786/32786p.pdf
(10) Deborah Tate. ‘US Lawmakers Consider Steps to Curb Mexican Drug Cartel Threat', Voice of America, 17 March, 2009. Available at: http://www.voanews.com/english/archive/2009-03/2009-03-17-voa53.cfm?CFID=285423615&CFTOKEN=54669169&jsessionid=84307997eefbf619010471501a577a127713
(11) Randal C, Archibold. ‘Mexican Drug Cartel Violence Spills Over, Alarming U.S.', The New York Times, 22 March, 2009. Available at: http://www.nytimes.com/2009/03/23/us/23border.html
(12) Stewart M. Powell. ‘Border states, U.S. haggle over help from Guard', The San Francisco Chronicle, 8 May, 2009. Available at: http://www.sfgate.com/cgi-bin/article.cgi?f=/c/a/2009/05/08/MN2617ERO7.DTL
(13) Colleen W. Cook. ‘CRS Report for Congress, Mexico's Drug Cartel's, Foreign Affairs, Defence and Trade Division, 16 October, 2007, pp. 14-16. Available at: http://www.fas.org/sgp/crs/row/RL34215.pdf
(14) Brian C. Goebel and Josh Kussman. ‘Taking The Fight to The Cartels', The Washington Post, April 4, 2009. Available at http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/story/2009/04/03/ST2009040303215.html?sid=ST2009040303215
(14) Hillary Rodham Clinton, Secretary of State. ‘Remarks With Mexican Foreign Secretary Patricia Espinosa After Their Meeting', Mexico City, March 25, 2009. Available at: http://www.state.gov/secretary/rm/2009a/03/120905.htm
(15) Eugene Robinson. ‘Drugs, Guns and a Reality Check', The Washington Post, March 27, 2009, p.17. Available at: http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2009/03/26/AR2009032603115.html
(16) Arshad Mohammed. ‘U.S. to blame for much of Mexico violence: Clinton', Reuters, 25 March, 2009. Available at: http://www.reuters.com/article/topNews/idUSTRE52O5RF20090325
(17) Manish Thakur. ‘America looks at Mexico, and sees problems that it itself created', Daily Exception, March 26, 2009. Available at: http://dailyexception.com/2009/03/26/america-looks-at-mexico-and-sees-problems-that-it-itself-created/
(18)Todd Bensman. ‘Record number of guns in Mexico traced to the US ‘, Global Post, 24 April, 2009. Available at: http://www.globalpost.com/dispatch/mexico/090424/record-number-guns-mexico-traced-the-us?page=0,1
(19) Mark Landler. ‘Clinton Says U.S. Feeds Mexico Drug Trade', The New York Times, March 25, 2009. Available at: http://www.nytimes.com/2009/03/26/world/americas/26mexico.html?_r=1
(20) Peter Eisner. ‘Hollow words as Obama praises Mexico's war on drugs'. Worldfocus, August 11, 2009. Available at http://worldfocus.org/blog/2009/08/11/hollow-words-as-obama-praises-mexicos-war-on-drugs/6743/
(21) Latin American Commission on Drugs and Democracy. ‘First Meeting'. Rio de Janeiro, 30 April, 2008. Available at: http://www.idpc.net/php-bin/documents/LABlueRibbonCommission_EN.pdf
(22) Latin American Commission on Drugs and Democracy. ‘Drugs and democracy: moving toward a paradigm shift, Statement by the Latin American commission on drugs and democracy' Available at: http://www.ungassondrugs.org/images/stories/towards.pdf
(23) Jeffrey A. Miron. ‘Commentary: Legalize drugs to stop violence', CNN Politics, March 24, 2009. Available at http://edition.cnn.com/2009/POLITICS/03/24/miron.legalization.drugs/index.html
(24) CNN international. ‘Argentine president calls for decriminalization of drug use', CNN International, August 1, 2008. Available at: http://edition.cnn.com/2008/WORLD/americas/08/01/argentina.drugs/index.html
(25) Mary Beth Sheridan. ‘Clinton: U.S. Drug Policies Failed, Fueled Mexico's Drug War', The Washington Post, March 26, 2009, p. 1. Available at: http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2009/03/25/AR2009032501034.html
(26) Drug Decriminalization Bill Introduced in Argentina' Stop the Drug War, Politico, 3 August, 2009. Available at: http://dyn.politico.com/members/forums/thread.cfm?catid=2&subcatid=30&threadid=2777150
(27) Simon Jenkins. ‘The war on drugs is immoral idiocy. We need the courage of Argentina', The Guardian, 3 September 2009. Available at: http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2009/sep/03/drugs-prohibition-latin-america
(28) Rory Carroll, Tom Phillips and Jo Tuckman' Mexico and Argentina move towards decriminalizing drugs', The Guardian, 31 August, 2009. Available at: http://www.guardian.co.uk/world/2009/aug/31/mexico-argentina-decriminalise-drugs
(29) Christopher Moraff. ‘Latin America's Legalization Push', The American Prospect, July 6, 2009. Available at http://www.prospect.org/cs/articles?article=latin_americas_legalization_push

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