Número 12/Diciembre-Enero 2009
Danny Mauricio Suárez
El terrorismo es uno de los fenómenos más destacados e inquietantes de nuestro tiempo, las entidades estatales y civiles lo catalogan como problema social transnacional de incuestionable importancia. Además, tiene capacidad para incidir gravemente sobre la gobernabilidad de muchas naciones, provocando en menor o mayor medida la migración de miles de personas de sus países y/o regiones natales a otras totalmente extrañas y diferentes; siendo muy importantes y valiosos los recursos materiales y humanos que se destinan tanto a su prevención como desde luego a su control.
El terrorismo y la migración no son un fenómeno nuevo, contemporáneo, moderno, éste viene desde siglos atrás, desde los relatos bíblicos y las revoluciones. Pero desde el comienzo de este siglo, estas actividades se han multiplicado y se ha propagado por el mundo sin control alguno. Por este motivo es que el terrorismo internacional y las migraciones han alcanzado una importancia relevante y una dimensión mundial; tanto es así, que ya se encuentra en la agenda de los diferentes estados, gobiernos y organismos internacionales; y también es cierto que, pese a las diferencias ideológicas que existen entre los países y que se reflejan en sus respectivas maneras de tratar estos asuntos, existe una preocupación común por controlar y frenar este fenómeno que a su vez genera muchos otros problemas sociales como desempleo, pobreza, indigencia, inseguridad, etc.
El terrorismo internacional se da como respuesta cuando los grupos terroristas se trasladan a territorios ajenos a los suyos (aquí ya hay migración) y trasladan allí recursos humanos y materiales, bien sea para realizar atentados o colaborar en otras actividades ilícitas que vayan en detrimento de las políticas e intereses extranjeros o del país donde se encuentran, el resultado de estos actos, sin duda generará migración, ya sea interna o externa. Al igual que la migración, el terrorismo se genera por inconformismo político, económico, social, cultural y afecta no sólo a individuos sino también a familias enteras, comunidades, sociedades, países.
Tanto la complejidad del sistema mundial como el proceso de globalización en curso permiten estos flagelos, a esto se suman los constantes desarrollos tecnológicos aplicados al transporte de mercancías y personas y los medios de comunicación masiva.
Otra manera de migración del terrorismo es cuando los grupos y organizaciones terroristas encuentran a otros con ideas y objetivos afines, cooperan mutuamente para adquirir armamento o obtener refugio. La persecución de estos grupos y organizaciones por parte de los estados ha hecho que éstos busquen apoyo, refugio y promoción por parte de otros estados en función de determinados intereses geoestratégicos, esta variedad, sin duda, es la más sobresaliente de lo que en términos generales podemos denominar o llamar terrorismo internacional, que a su vez se convierte en migración internacional.
Generalmente esta situación es más propensa a darse entre países o regiones vecinas, sin descartar un traslado mucho más allá de los vecinos, CAN, MERCOSUR, CAFTA, UNION EUROPEA, MAGREB, Oriente Medio.
Ustedes se preguntaran porque coloqué estos bloques económicos y posteriormente la región de oriente medio, la razón es que estos bloques económicos encierran las regiones donde en mayor medida el terrorismo y la migración fueron de la mano, caso aparte y diferente es el de la región de medio oriente donde el conflicto es desde siempre y más ahora después de los atentados del 11 de septiembre que esa región fue objeto de la critica, supervisión y ocupación de todo el mundo.
CAN: Su principal actor es Colombia con su conflicto que ya afectó las fronteras con sus vecinos, y que diariamente despide a compatriotas a buscar un mejor futuro.
MERCOSUR: Realmente me dirijo hacia el periodo comprendido entre 1973 para acá, donde el terrorismo hizo de las suyas al sur del continente con las dictaduras militares de Chile con Augusto Pinochet y Argentina sobretodo.
CAFTA: También me dirijo hacia el periodo comprendido entre los 70 y los 90 donde la guerrilla sandinista aterrorizó a todos con su revolución encabezada por Daniel Ortega. En la actualidad es la organización La Mara Salva trucha la que azota los países de Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala y cuyas redes también migraron hacia los Estados Unidos haciendo estragos inicialmente en Los Ángeles y después en otros estados de la unión americana.
UNION EUROPEA: Para nadie es un secreto los episodios de las guerras mundiales que provocaron la salida de millones de personas hacia los Estados Unidos y Latinoamérica. Más recientemente, organizaciones terroristas hicieron de las suyas en Francia, Alemania, Italia, Irlanda, y España.
MAGREB: Esta región está en esta lista sobretodo por sus procesos de colonización y descolonización de la misma, y en donde después del 11 de septiembre los países árabes están en el ojo del huracán y más con un país tan conflictivo y con antecedentes como Libia, más concretamente el régimen que lidera desde 1969 Muhamar Gadafi, se ha visto involucrada a partir de los años 70 en la utilización del terrorismo internacional como instrumento de política exterior, auspiciando a organizaciones insurgentes de extrema derecha y a grupos armados clandestinos de orientación separatista.
ORIENTE MEDIO: Su historia lo dice todo, el conflicto entre Israel y Palestina ha desatado toda clase de coyunturas y de conflictos. Actualmente salen de ocupaciones tanto en Irak como en Afganistán por la lucha mundial contra el terrorismo, aunque lo de Irak fue una clara búsqueda de intereses (petróleo) por parte de los Estados Unidos. Otros países que estuvieron en similares situaciones fueron Argelia, Irak, Siria y sobre todo Irán con sus grupos Hezbolá, Yihad Islámica y Hamas.
Debido a la estructura bipolar hasta hace poco predominante en el sistema mundial, puede aducirse que las dos superpotencias contribuyeron notablemente a la notoria presencia del terrorismo internacional y de las migraciones en las sociedades industriales avanzadas, en la medida que protegieron y patrocinaron comportamientos agresivos de otros gobiernos o actores no gubernamentales, pese a tener el suficiente poderío militar y la capacidad diplomática para evitarlo.
A pesar del esfuerzo de los estados por controlar y acabar con estos fenómenos sociales, éstos de cualquier modo se fundamentan cada vez más en el objetivo común de provocar el deterioro institucional de los estados.
Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, que causaron gran impacto en la comunidad internacional, el mundo ha venido escuchando y viendo en repetidas ocasiones el discurso de la guerra contra el terrorismo. Este discurso y esta campaña fue lanzada e impulsada inicialmente por los Estados Unidos liderada por su presidente George W. Bush y apoyada por los países europeos, principalmente los aliados estadounidenses como Inglaterra (Tony Blair) y España (José María Aznar), quienes fueron objetos de atentados terroristas, Madrid (11 de marzo de 2004) y Londres (7 de julio de 2005) por parte del grupo terrorista AL QAEDA como respuesta al apoyo, colaboración y ocupación del territorio afgano donde se escondían por aquel entonces. Hoy esta lucha, esta guerra contra el terrorismo es seguida, apoyada y respaldada por la gran mayoría de países del mundo que están contra de los países en lista o que están en el famoso eje del mal y aquellos también denominados "canallas".
Pero esta lucha y esta persecución contra el terrorismo ha generado millones de migraciones que a pesar de los controles de los gobiernos, son imposibles de frenar, pues se impone la supervivencia, un mejor nivel de vida no sólo individual sino colectivo y detrás de esto vienen un sinnúmero de factores también catalizadores de las migraciones, que ya conocemos y que ya he nombrado anteriormente.
Este discurso lleva como cualquier otra estrategia unas características, unos objetivos y algunos riesgos que los estados deben correr en su guerra contra el terrorismo. La guerra contra el terrorismo se está librando tanto dentro de los países como en el extranjero por medio de operaciones múltiples que incluyen políticas de gobierno y de estado, medidas diplomáticas, militares, financieras, de investigación, inteligencia, de seguridad y defensa del territorio nacional, en lo jurídico y acciones humanitarias. Este esfuerzo sostenido y de amplia base continuará hasta que se ponga fin al terrorismo y asimismo erradicar por lo menos en un gran porcentaje las migraciones provocadas por éste.
Danny Mauricio Suárez
Profesional en Relaciones Internacionales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano (Bogotá - Colombia).
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