martes, 15 de abril de 2008

El Perpiñán chino y otras curiosidades de la censura cinematográfica en China y aquende

Número 8/abril-mayo 2008
Roger Casas

Para aquellos que calibran el nivel de desarrollo democrático de un estado en relación al grado de libertad de expresión que las leyes y autoridades de dicho estado toleran, la estricta censura a que es sometido todo producto literario o cinematográfico en la Republica Popular China (RPC) es un indicador más, de lo lejos que se encuentra este país de garantizar para sus ciudadanos siquiera el mínimo básico de libertades en toda democracia liberal que se precie de serlo: los contenidos de los libros a publicar y las películas a estrenar en la RPC siguen viéndose determinados por los caprichos de un aparato censor secreto y oscuro, cuyos responsables parecen complacerse en la rutina de prohibir todo aquello que suponga un desafío a la hegemonía ideológica del Partido Comunista Chino (PCC) o a la supuesta rectitud moral del pueblo chino.

Como ejemplos de esta censura pueden citarse las novelas de Yan Lianke, antiguo miembro del Ejercito Popular de Liberación, prohibidas regularmente en la RPC y traducidas al inglés y publicadas en el extranjero, o las obras de aquellos autores críticos con el sistema que han abandonado la madre patria para instalarse en cualquiera de los muchos países occidentales deseosos de acoger disidentes chinos en su seno, autores como el Nóbel Gao Xingjian, cuyos dramas fueron también prohibidos en la RPC tras la publicación en 1989 de la obra “Fugitivos” (que tiene como telón de fondo las protestas de la plaza de Tiananmen de Junio de aquel año), o Chang Jung, autora de la célebre novela “Cisnes salvajes”, así como de una demoledora y polémica biografía de Mao Zedong, traducida al castellano.

Fijándonos ahora en la industria cinematográfica, el caso del director de cine taiwanés Ang Lee es algo mas complejo: su película “Brokeback Mountain” (graciosamente subtitulada en España En terreno vedado) le hizo ganar hace dos años el Óscar al mejor director, un evento celebrado por la prensa oficial de la RPC como un triunfo del talento artístico de la nación china (que por supuesto incluye a Taiwán, lo quieran o no los taiwaneses; véase la noticia “Oscar honor brings joy to Chinese”, en el China Daily del 7 de Marzo de 2006). Pues bien: la película, que contaba la relación amorosa entre dos cowboy en los EEUU de los años 60 y 70 del pasado siglo, no pudo verse en las salas de cine de la RPC; si bien, por otro lado, cualquier aficionado ha podido hacerse con ella en formato DVD por menos de un Euro, lo que pone en cuestión la efectividad de la prohibición en un país que cuenta tan sólo con unas 6,000 salas de proyección (es decir, una por cada 220 mil habitantes, aproximadamente).


Recientemente ha llegado a las pantallas la ultima película de Lee, “Deseo/ peligro”, protagonizada por Tony Leung y Tang Wei, y que narra, con el Shanghai ocupado durante la Segunda Guerra Mundial como trasfondo, la relación entre un agente que colabora con los invasores japoneses, y la joven activista que intenta seducirlo para, en última instancia, eliminarlo. Lo tórrido de algunas de las escenas de sexo entre los protagonistas, así como la inhabitual sutileza con que se trata el periodo de la ocupación nipona, ha hecho que también esta vez la censura pusiera sus ojos en la cinta, y obligara al director a cortar varios minutos de la misma, con el fin de que pudiera ser estrenada en la RPC.

Lee parece haber aceptado de buen grado las exigencias de los censores, que al fin y al cabo afectan tan sólo a unos 10 minutos de un metraje total de más de dos horas y media, aunque el resultado no ha satisfecho a todo el mundo: El País recogía hace unas semanas el caso del estudiante Dong Yangbin, que demandó en noviembre pasado a la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión de la RPC y a los cines UME Huaxing de Pekín, por haber “infringido sus derechos como consumidor” al proyectar una copia incompleta de la película (“Un estudiante contra China”, El País, 15 de Noviembre de 2007). La demanda fue sucesivamente desestimada por varios tribunales de la capital china, pero el problema principal continúa obviamente sin ser resuelto.

La cuestión se centra en la inexistencia en la RPC de un sistema de clasificación de películas para grupos de edad determinados, establecido en relación a los contenidos de las mismas, como el que existe en los EEUU -o en España-, lo que obliga a que todas las películas estrenadas en el país asiático hayan de ser aptas para todos los públicos. Esto provoca a su vez el que aquellas producciones consideradas problemáticas por motivos políticos y/ o morales simplemente se prohíban, como ocurrió a comienzos de 2006 con “Memorias de una geisha”, cuyo plantel de actrices chinas interpretando a prostitutas japonesas evocaba al parecer sensibles recuerdos de la ocupación japonesa durante los años 30 y 40 del siglo pasado, o se proyecten cortadas, como en el caso de “Deseo/ peligro”, o, curiosamente, de “Piratas del Caribe: En el fin del mundo”, la censura cortó de esta película 10 minutos de escenas en las que aparecía el célebre actor de Hong Kong Chow Yun-Fat (famoso por su papel protagonista en “Tigre y dragón”, dirigida también por Ang Lee), en el papel de pirata de Singapur Sao Feng. Las autoridades chinas no ofrecieron justificación alguna para llevar a cabo el corte, aunque fuentes no oficiales apuntaron entonces a que la causa se relacionaba con la imagen negativa y estereotipada que el personaje ofrecía de los chinos. Vivir para ver.

Los autores de la RPC han empezado a protestar contra la rigidez de un sistema que obliga a productores y realizadores a pensárselo dos veces antes de llevar a la pantalla obras con contenidos mínimamente polémicos o conflictivos. Según recogía la citada noticia de José Reinoso en El País, la famosa actriz china Gong Li presentó en marzo del año pasado una propuesta en la Conferencia Política Consultiva del Pueblo Chino (órgano vinculado a la Asamblea Nacional) con el fin de lograr que el gobierno introduzca un sistema de clasificación de películas que termine con este problema. Hasta el momento el ejecutivo chino no ha dado señal alguna de querer cambiar la situación actual.

Probablemente ha sido la fama internacional de Ang Lee lo que ha hecho que la censura de Hong Kong, por lo general tan rígida y conservadora como la del resto de la RPC, haya permitido que tanto “Brokeback Mountain” como “Deseo/ peligro” se estrenaran íntegras allí, lo que ha provocado que muchos habitantes de la vecina región de Guangdong (Cantón) se desplacen a la ex-colonia británica con el fin de ver aquello que no pueden ver en el cine de su ciudad. Aunque el fenómeno parece venir de antiguo, el interés despertado por “Deseo/ peligro” ha logrado que el numero de cinéfilos que visitan la ciudad se haya incrementado visiblemente, empujado por las jóvenes parejas de clase media que se desplazan a Hong Kong cual españoles cruzando a comienzos de los años 70 la frontera francesa para contemplar en Perpiñán “El último tango en París”. En ambos casos el fenómeno parece reflejar más una afirmación de identidad cultural o política que un genuino interés artístico (al fin y al cabo los habitantes de Guangdong pueden ver la película tranquilamente en DVD en sus casas), en el caso chino por parte de una nueva generación que rechaza la rancia moral de la “vieja China” y que no se asusta ante la supuesta relajación de las costumbres locales ni ante las otras “moscas” que, en expresión de Deng Xiaoping, han invadido el país acompañando a la economía de mercado.

En cualquier caso, el hecho de que se este produciendo un cierto cambio en los gustos del público chino (“Deseo/ peligro” se ha convertido en una de las más taquilleras en la RPC el añoo pasado) no significa necesariamente que las cosas vayan a mejorar sensiblemente en un futuro próximo: el que la ultima película de Ang Lee haya podido estrenarse, siquiera cortada, en la China continental, puede interpretarse sin duda como un avance hacia la consecución de una mayor libertad tanto para los creadores como para los espectadores chinos.

Pero la censura sigue funcionando en la RPC, y afectando en especial a las creaciones artísticas locales. Para mayor desconsuelo, ni siquiera la potencial implantación de un sistema de clasificación de películas aseguraría un contexto más favorable para la producción y distribución de películas en la RPC, como demuestra el caso norteamericano: mientras la recién estrenada última entrega de la serie “Rambo”, repleta de escenas de acción capaces de revolver las tripas del más curtido espectador de violencia gratuita, ha obtenido en los EEUU una clasificación “R” (que permite a los menores de 17 años entrar al cine acompañados por un adulto), “Deseo/ peligro” ha sido incluida en la categoría “NC-17”, que prohíbe incondicionalmente la entrada en salas a los menores e implica una distribución mucho más limitada de copias, menor publicidad, etc., y que habitualmente se interpreta como garantía de un fracaso en taquilla -por lo que se la conoce en EEUU como “el beso de la muerte”. Como decía el Coronel Kurtz en “Apocalypse now”, “entrenamos a jóvenes para hacer fuego sobre la gente, pero sus jefes no les dejan poner 'joder' en los aviones porque es una obscenidad”. Que se lo digan al pobre Rambo, que todavía no ha podido soltar un taco en pantalla.

Roger Casas
Coordinador local en un proyecto UNESCO de preservación cultural en la República Popular China.
Máster en Desarrollo Sostenible en la Universidad de Chiang Mai, Tailandia

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