viernes, 15 de febrero de 2008

Tianjin: la historia del mundo bajo nuestros pies

Número 7/Febrero-Marzo 2008
Alexandra Côrte-Real

Tianjin, a pesar de ser la tercera ciudad más grande en China, después de Beijing y Shangai, no parece ser un lugar de tanto interés turístico como las ciudades citadas anteriormente. Sin embargo, a pesar de que Tianjin no debería ser lo más destacado en una guía turística, ni estar incluida en un circuito turístico, sin duda alguna posee un gran interés histórico. Pero estas características no se contemplan entre las paredes de un museo sino que hay que descubrirlas en las calles y en los edificios. Te sorprenderá ver que algunas casas y algunos edificios en cualquier esquina de una calle se asemejan mucho al tipo de edificios que se pueden encontrar en Occidente. Por esta razón, algunos llaman a Tianjin el Museo Mundial de la Arquitectura.

La arquitectura de Tianjin la diferencia de otras ciudades de China, con todo tipo de influencias extranjeras que no solamente han creado este estilo único de mezcla de estilos sino que también han creado una cultura propia de Tianjin. Su arquitectura es una mezcla de la arquitectura china tradicional con otros estilos de arquitectura de varias partes del mundo. En el centro está Ancient Street (de origen chino), que fue el centro en la antigüedad y está cerca de la confluencia de tres ríos. Alrededor de la calle, a lo largo del río Hai, se han urbanizado varios barrios de extranjeros, antiguamente dividía la ciudad en nueve concesiones extranjeras.

Debido al desarrollo industrial en el siglo XIX, especialmente en el campo de la construcción naval, los tintes y el textil, Tianjin está hoy conectado a un puerto muy moderno y al centro económico en el norte de China.

Geográficamente, Tianjin está muy bien situado en la costa noreste de China. Al este está el mar de Bohai y al norte, la montaña de Yuan Shan. Su proximidad a Beijing la hace ser la entrada desde la capital y su situación costera la convierte en un lugar importante para la comunicación con el norte de China.

En la prehistoria, Tianjin fue parte del mar de Bohai, creándose a partir de la sedimentación de varios ríos que entraban en la Bahía de Bohai. En la era pre-Qin perteneció a los reinos de Yan y Qi, los Reinos Combatientes. Más tarde, durante la Dinastía Han Occidental, toda el área de Tianjin era parte de la prefectura de Yuyang (condado de Quanzhou) y de la prefectura de Bohai (condado de Zhangwu).

Sin embargo, esta zona sólo apareció en la historia de China durante la Dinastía Sui (581- 618 d.C.), cuando los líderes Sui planearon la construcción de un canal que se extendería para conectar el Gran Canal de China con el Golfo de Bohai. Este canal provocó de manera desinteresada la zona que ahora es la ciudad de Tianjin, antes llamado Zhigu. Esta ciudad, antes un asentamiento, desarrolló un puesto militar, ya que la apertura del canal hizo de Beijing una ciudad muy vulnerable a las invasiones extranjeras, por lo que Zhigu empezó a funcionar como una fortaleza.

Durante la Dinastía Tang (618- 907 d. C.) la zona pasó de ser un simple puesto militar a una zona de transporte, acontecimiento muy importante para la consolidación de la economía del país ya que la mayoría de la comida y la seda pasaban por ahí. Sin embargo, la creación de Tianjin se dio únicamente durante la dinastía Ming. En el año 1398, las tropas del emperador se dirigieron al sur para intentar combatir una creciente rebelión y conquistar el trono de su vecino. Una vez cruzado el río Hai, la victoria fue fácil. Para hacer los honores de su triunfo, la llamaron Zhigu Tianjin que literalmente significa "vado del cielo", representando así el lugar en el que el emperador vadeó el río. En 1404 Tianjin se convirtió oficialmente en una ciudad por el emperador Yongle, de ahí sus 600 años oficiales.
La importancia económica de Tianjin continuó creciendo convirtiendo finalmente la ciudad en el centro económico más importante del país. Tianjin se convirtió en prefectura en 1725 y el condado de Tianjin se estableció seis años después.

El desarrollo económico que se dio en Tianjin en 1800 no pasó desapercibido para las potencias occidentales, especialmente para Gran Bretaña, con la que Tianjin estableció un comercio continuo, beneficiándose mucho de ello. Sin embargo, la relación siempre fue buena y la tensión surgió cuando el emperador de Ping, Daoguang, decidió prohibir el mercado del opio y trató de erradicarlo en la sociedad china. La amenaza de expulsar ciudadanos británicos de China no evitó que los británicos continuaran comerciando con opio por lo que aumentó la tensión entre los dos países. El control cada vez mayor, llegó a su punto máximo cuando los funcionarios chinos bloquearon las fábricas británicas, arrestaron rehenes, detuvieron y destruyeron grandes cantidades de opio que estaban en barcos británicos amarrados en puertos chinos y amenazaron con expulsar a los ingleses de China. Los británicos recurrieron a su gobierno y exigieron a China que parase la campaña anti-opio. La respuesta negativa de China sólo tuvo un resultado: la Primera Guerra del Opio (1840- 1842). En 1840 una gran flota británica llegó a la costa de China destruyendo muchas ciudades costeras chinas. Los chinos, con un gran retraso respecto a los británicos en cuanto al uso de armas modernas, sufrieron una terrible derrota que llevó a China a firmar el desigual Tratado de Nanjing en 1842. Este tratado abría muchos puertos a Inglaterra y supuso el principio de los privilegios comerciales y residenciales para varias potencias extranjeras como la británica, seguida por la americana y la francesa debido a una serie de tratados que permitieron la explotación extranjera de la economía y recursos chinos.

La Segunda Guerra del Opio (1856-1858) no fue más que una reacción contra estos tratados injustos. Pero esta vez Inglaterra no estaba sola y, Francia, los Estados Unidos y Rusia se unieron en la guerra contra China. Ésta sufrió de nuevo la derrota, esta vez sellada con el Tratado de Tianjin, en el cual China se vio forzada a firmar ya que los británicos incendiaron la Residencia Imperial de Verano. Estos tratados no sólo abrieron 11 puertos más a las potencias occidentales sino que su ratificación en 1860 también abrió a Tianjin al resto del mundo y a la cristiandad, legalizada en los tratados. Entre 1895 y 1900 otros países como Japón, Alemania, Rusia, los Estados Unidos, Bélgica, Austria-Hungría e Italia se unieron a Gran Bretaña y Francia en el establecimiento de concesiones extranjeras en Tianjin. Cada concesión era como una pequeña ciudad dentro de la gran ciudad y tenía sus propias escuelas, hospitales y prisiones.

Las relaciones entre los locales y los extranjeros obviamente no siempre eran pacíficas, de hecho en 1870 tuvo lugar un incidente muy violento. La iglesia Wanghailou (o Catedral de Notre Dame des Victoires) es una iglesia católica construida por misioneros franceses. Su construcción no fue tranquila. No sólo porque era católica sino también, y especialmente, porque supuestamente se construyó en el lugar dónde había un templo. Pero aparte de eso, la iglesia se utilizó como cobijo para huérfanos y niños pequeños. Sin embargo, unos años después de su construcción, la continua sospecha de secuestros, abusos, muertes por negligencias y el inadecuado entierro de niños chinos llevó a un enfrentamiento entre los residentes cristianos y no cristianos de Tianjin. Antes de que se pudiera plantear cualquier solución, el cónsul francés disparó al juez de Primera Instancia de Tianjin y la multitud respondió a esto con el asesinato del cónsul y su asistente. Diez hermanas fueron violadas y asesinadas, y dos sacerdotes y otros cristianos, tanto chinos como extranjeros, fueron asesinados brutalmente. El violento enfrentamiento llegó a su punto álgido cuando los que protestaron incendiaron la iglesia de Wanghailou, el consulado francés, el orfanato y otras cuatro iglesias inglesas y americanas. Seguido de una queja al gobierno de Qing y de acuerdo con los Tratados de Tianjin, el gobierno central chino no tuvo otro remedio que ejecutar a 51 amotinados chinos e indemnizar por el incidente, lo que se conoce como en Incidente de la Iglesia de Tianjin.

Posteriormente, la violencia contra los cristianos y las actividades misioneras se extendió más.

Tianjin estaba otra vez en el candelero de la historia china en el cambio de siglo durante la Rebelión de los Bóxers. Empezó en 1899 y hubo una sublevación contra las influencias extranjeras no sólo en el comercio, que se había dado durante varios años, sino también en política y religión. Los Bóxers (Movimiento Social de puños rectos y armoniosos) era una sociedad secreta anti-foránea, aparentemente apoyada por la emperatriz viuda en un último esfuerzo para expulsar a las potencias extranjeras cuyo poder aumentaba de manera significativa a final de siglo. Debido al fracaso del gobierno en la modernización del país, así como la ocupación adicional de ciudades chinas por las potencias extranjeras y la construcción del ferrocarril, los bóxers se mudaron al norte, matando a miles de chinos cristianos y quemando iglesias y sus propiedades. En junio de ese año llegaron a Tianjing y Beijing, cercando el barrio del legado foráneo que duraría 55 días. Visto como una oportunidad para desmembrar China, las potencias extranjeras enviaron tropas para luchar contra la revuelta. Los bóxers, aunque eran numerosos, valientemente previnieron a las fuerzas aliadas de ir a Tianjin y Beijing en un mes. En el frente no sólo habían hombres, también habían mujeres, un grupo llamado las Linternas Rojas que lucharon llevando un gorro rojo y una linterna roja en la frente.

En el camino hacia Beijing los aliados perdieron la mitad de sus tropas y dieron marcha atrás a Tianjin pero tiempo después, el 14 de agosto, finalmente consiguieron entrar en Beijing. La emperatriz huyó de Xian y el gobierno se vio obligado a firmar el más discriminatorio de todos los tratados hasta el momento: El Protocolo de Bóxer. China tuvo que pagar una indemnización importante a los países extranjeros y ejecutar a los líderes de la rebelión. Durante la Rebelión de los Bóxers la iglesia de Wanghailou fue otra vez destruida y, como consecuencia, otra vez más reconstruida.

Hasta 1902 Tianjin estuvo ocupada por el Ejército de las Ocho Naciones Unidas que establecieron un gobierno provisional formado por representantes de las ochos fuerzas ocupantes: Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Rusia, Japón, Alemania, Austria-Hungría e Italia. Ese mismo año, la ciudad pasó a estar bajo el control de Qing.

Por eso, a principios del siglo XX, Tianjin fue el centro político de China. Después de la revolución de 1911, Tianjin fue utilizado como respaldo político: varios políticos, caudillos, presidentes y primeros ministros fueron a Tianjin al perder su poder. La herencia arquitectónica que han dejado las nueves concesiones extranjeras se utilizaron para dar la bienvenida a celebridades chinas, como el revolucionario Sun Yat-sen, el último emperador Pu-Yi, siete presidentes, y cinco primeros ministros de los últimos años de la Dinastía Qing que estuvieron hasta el principio de la república China. Tianjin también dio la bienvenida al antiguo presidente de los EEUU, Hoover, convirtiéndose así en la primera ciudad en ser testigo de los profundos cambios políticos en China a principios del siglo XX.

Fue en 1927 cuando Tianjin se convirtió en municipio y diez años después la ciudad cayó en manos de los japoneses como consecuencia de la Segunda Guerra Chino-Japonesa. Al no estar completamente ocupada pues los japoneses respetaron las concesiones extranjeras no enemigas, la ciudad empezó a estar gobernada por el Comité Ejecutivo del norte de China, que no era más que un estado títere. Esta ocupación japonesa acabó sólo con la rendición de Japón en 1945 y el final de la Segunda Guerra Mundial.

Desde entonces, Tianjin se convirtió en una base de tropas americanas. Pero una serie de acontecimientos, concretamente una serie de violaciones que ocurrieron en la ciudad, culminando con la violación de una estudiante de Beijing por un soldado americano, llevó a una manifestación por parte de miles de estudiantes y, en 1947, los americanos abandonaron Tianjin.

En 1949, los comunistas entraron en Tianjin después de una batalla que duró 29 horas. Durante los años comunistas, Tianjin permaneció como municipio, excepto los nueve años entre 1958 y 1967 cuando se estableció como capital de la provincia de Hebei.

Antes del gran progreso a finales de los 70, Tianjin iba a sufrir otro revés: el terremoto de Tangshan en 1976. Tianjin sufrió un gran número de pérdidas y daños importantes, una de ellas fue otra vez la destrucción de la iglesia de Wanghailou, que se reconstruiría nuevamente y por tercera vez en 1983.

Desde entonces, Tianjin sólo ha conocido el camino del desarrollo, siendo la tercera ciudad y municipio de China. Tianjin mantiene la mezcla de cultura arquitectónica, y construcciones antiguas de edificación extranjera que hoy son (re)utilizadas para otros objetivos (chinos). Por esta razón es importante darse un paseo por Tianjin, en la que uno puede caminar y pasar por los testimonios de la historia del siglo XIX y XX, no sólo de China sino del mundo entero.

Alexandra Côrte-Real
Graduada en Lenguas Modernas y Literatura por la Facultad de Letras, Universidad de Porto, Portugal

BIBLIOGRAFÍA

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