viernes, 15 de febrero de 2008

Autosostenibilidad del Gobierno venezolano en el largo plazo

Número 7/Febrero-Marzo 2008
Rafael Vanegas

Después de la segunda guerra mundial el mundo tuvo una recomposición muy importante. Los actores del sistema internacional cambiaron de manera definitiva, haciendo que potencias europeas como Alemania, Francia e Inglaterra dejaran de serlo y que otros países que se encontraban en camino de serlo se ratificaran como potencias. Es el caso de Estados Unidos, quien desarrolló un papel muy importante en la reconstrucción de la destruida Europa, y de la Unión Soviética, país que emergió, por otro frente, como una nueva potencia.

Con esta nueva recomposición del sistema internacional se conformó un sistema “bipolar”, en el cual Estados Unidos y la Unión Soviética se constituyeron como hegemonías. En este nuevo orden mundial se llevó a cabo una guerra mediática e idealista: la Guerra Fría, conflicto que, durante el tiempo que duró, provocó en el mundo cambios muy importantes. Este conflicto no sólo se desarrolló en territorios tercermundistas, escenarios como América Latina también se vieron afectados por éste pues, mientras la Unión Soviética trataba de expandir sus ideales en la región, Estados Unidos hacia todo lo posible para impedir la propagación del socialismo.

Por esta razón Latinoamérica vivió un periodo de gran inestabilidad, ya que las potencias de ese momento buscaban socios estratégicos para poder cumplir con sus propósitos. En este sentido se hizo notorio como la Unión Soviética, en dicha empresa, ayudaba a los nacientes grupos al margen de la ley para de esta forma poder extender sus ideales, teniendo a Cuba como su base principal en Latinoamérica y creando de esta forma una gran inestabilidad en la región, principalmente en Centroamérica, donde tuvieron lugar diferentes conflictos de carácter interno.

A ese mismo ritmo avanzaba Estados Unidos quien, paralelamente, hacia lo suyo en el territorio suramericano. La estrategia utilizada por este país fue la de hacer contribuciones a los países frente a los que pudiera llegar a ser vulnerable, y colaborar con la financiación de golpes de estado para restablecer los principios de cada país, los cuales, en la mayoría de los casos, terminaban acogiendo un gobierno de tipo dictatorial. El caso de Chile, en la década de los setenta, es un claro ejemplo de esto.

En esta guerra mediática se hizo notorio cómo los sistemas productivos de Latinoamérica no estaban siendo manejados de la mejor manera, dado que la base de la economía era la agricultura y se veía una gran acumulación de la tierra por parte de unos pocos, sumiendo a la región en una pobreza frente a la cual los modelos de la época que, a pesar de ir en contra de la pobreza, eran ineficaces en la práctica ya que los sistemas políticos del momento estaban muy inclinados hacia los intereses de ciertas personas que, finalmente, eran quienes manejaban el rumbo de estos países.

Debido a estos malos manejos se hizo notorio que los modelos económicos aplicados, como los de la CEPAL (Comisión Económica Para América Latina), no obtuvieron el efecto esperado y, por el contrario, se sumió a los países latinoamericanos en una gran deuda externa, deuda que hoy en día se considera impagable para muchos países pobres de América Latina.

Después del final de la guerra fría el mundo entró en un periodo de transición que, en esta región, se vio representado por el paso hacia la democracia y por la descentralización de los entes manejados por los diferentes estados, lo que llegó a ocasionar una corrupción muy grande que, hasta este momento, desangra las arcas de los países en Latinoamérica.

A raíz de todos estos acontecimientos, en el territorio Latinoamericano se manifestó un fenómeno populista, en contra del manejo que se le venia dando a estos países y que le dio una luz de esperanza a estos pueblos, contrarrestando de cierta forma la corrupción que se vivía en esos momentos de zozobra.

Un portador de esta esperanza en la región es el hoy presidente de Venezuela Hugo Chávez. Este presidente llega al poder el 2 de febrero de 1999 para darle una esperanza a miles de venezolanos que buscan salir de la pobreza y acabar con la corrupción existente desde muchos años atrás, referenciada con la destitución del presidente Carlos Andrés Pérez, por corrupción. Con su llegada al poder, Chávez empieza a gestionar un grupo de reformas necesarias para llevar acabo su plan de gobierno, como por ejemplo, convocar a una constituyente que por referéndum fue aprobada por el 70% de los ciudadanos, dándole el apoyo que necesitaba para seguir adelante con su gobierno.

Dentro de estas reformas estaba la llamada ley de tierras, que iba en contra de la acumulación de tierras por parte de un pequeño porcentaje de la población, parte de las cuales el estado compraría aun siendo en su mayoría improductivas, de tal forma que se ayudara a una gran cantidad de campesinos a tener un mejor nivel de vida y poder satisfacer sus necesidades básicas. Esta ley fue una de las más criticadas por la oposición, dado que atenta contra la propiedad privada de los ciudadanos, mas el gobierno lo hace como una manera de controlar la acumulación de capital, medida que puede ayudar a fortalecer un sector primario de la economía como lo es la agricultura.

La ley de petróleos fue una carta muy importante que se jugó el presidente Chávez al nacionalizar el petróleo y quitarle a las transnacionales el control del preciado hidrocarburo ya que ellas eran las que se llevaban el mayor porcentaje de ganancias, porcentaje superior al 70% dejando apenas un 30% restante para el país. A partir de la ley de petróleos el porcentaje cambió con un 80% para el país y el restante para las transnacionales.

En el fondo de las políticas de gobierno del presidente Chávez está el petróleo, y gracias a él tiene un piso sobre el cual poder realizar todos sus planes de gobierno, los cuales son realmente muy ambiciosos y van enfocados hacia el desarrollo social, como lo revelan las siguientes declaraciones dadas a la periodista Eleonora Gosman del diario El Clarín, “hemos triplicado el presupuesto a la salud y tenemos un sistema de educación integral que tiene estudiando hoy al 50% de la población venezolana. También estamos con un plan de 800 millones de dólares para equipar hospitales con la última tecnología; destinamos 1.000 millones de dólares para una planta siderúrgica; invertimos en minería de oro y diamantes y destinamos 1.000 millones a caminos, ferrovías y subterráneos. En total, son más de 5.000 millones de dólares que inyectamos este año en ese tipo de programas.”

Con la nacionalización de las empresas, que en algún momento fueron administradas por el estado en medio de gobiernos clientelistas y corruptos, el gobierno aumenta su gasto público y la carga burocrática que lo equilibra con los convenios concernientes al petróleo que entabla con otros gobiernos y anima a la conformación de bloques regionales que para el presidente Chávez representan la única manera de luchar contra el imperialismo que profesa el gobierno de EEUU.

Dentro de su política exterior, el proyecto cumbre para el gobierno Chávez es el ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas) que es más equitativo que el ALCA pues va en contra de los planes capitalistas de EEUU. El ALBA es un proyecto muy importante para el gobierno venezolano porque aparte de agrupar una región, se estaría ayudando a tener un equilibrio en los mercados por parte de todos sus integrantes, aportando al desarrollo común de la región.

Dentro del ALBA hay otros proyectos importantes para la consecución de dichos resultados, incluyendo el banco del sur que es una propuesta hecha por el presidente Chávez, que cada vez adquiere más forma y que podría llevarse a cabo antes de julio lo que le daría a la región autonomía en el manejo de sus estructuras económicas y flujos financieros y le quitaría poder el Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional quienes se constituyen como las únicas entidades que pueden llevar a cabo reformas económicas y a través de las cuales se puede lograr la consecución de créditos para dichos proyectos. Este banco en gran parte sería financiado por Venezuela y por los países integrantes del MERCOSUR.

Aparte de esto el gobierno de Chávez ha financiado proyectos con países del caribe en obras de infraestructura y acuerdos de gobierno a gobierno para la venta de petróleo sin costos de intermediación; es el caso de la compra de bonos argentinos para ayudar al país del sur a prepagar su deuda externa.

La parte critica del asunto se basa en hasta dónde al gobierno de Chávez le son autosostenibles sus políticas de gobierno, sus metas en cuestión de política exterior y, contando con todo sus ingresos provenientes del petróleo, sus crecientes obligaciones dentro de su país y en el exterior y hasta donde todo lo que está haciendo es viable para un futuro, futuro en el que pueda tener la posibilidad de adquirir elementos de poder que puedan servirle para convertirse en una posible hegemonía y poder influenciar a naciones más débiles para que vayan a favor de sus políticas de gobierno.

En términos de auto sostenibilidad podemos darnos cuenta de que sus políticas y sus intervenciones manejan un grado de incertidumbre con el cual juega en el mercado, manteniendo precios altos del petróleo con lo que logra tener la autosostenibilidad necesaria para seguir adelante con sus proyectos de gobierno y también sus proyectos en bloque.

Esta es una jugada muy arriesgada por parte del gobierno Chávez ya que no tiene en cuenta la interdependencia de la región con las potencias mundiales y el efecto dominó que podría tener en determinado momento el mercado con los precios del petróleo, pudiendo pasar de tener el control ideológico de la situación a ser el villano por la falta de prevención que representa el depender solamente de los recursos naturales, los cuales podrían llegar a jugarle una mala pasada en el futuro.

Rafael Vanegas
Finanzas y Relaciones Internacionales, Fundación Universitaria San Martín, Barranquilla (Colombia)

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