Número 1/ Febrero-Marzo 2007
F. Rwnadizi
Sin duda hay muchas naciones en el mundo pero por diversas razones, muchas no poseen sus respectivos estados, de entre ellas los kurdos constituyen la nación más numerosa. La cuestión kurda, que ha estado en la agenda internacional desde el colapso del imperio Otomano, todavía no ha sido resuelta. Desde entonces los kurdos han estado divididos en varios países como Turquía, Irán, Irak y Siria.
Los kurdos hablan una lengua indio europea que es de la misma familia que el persa, pashto y baluchi. En la historia preislámica los kurdos eran zoroastrianos, cristianos y algunos judíos, otros no se adscribían a ninguna religión.
Actualmente, la mayoría de los kurdos son musulmanes sunís con algunos chiís que son minoritarios, también hay otros que son jezzidies, cristianos, judíos, kakayees y algunos zoroastrianos que están considerados como la religión nativa.
Después del fin del imperio Otomano con la consecuente derrota de las potencias centrales, en el “Programa de paz mundial” los kurdos como cualquier otra nación no turca sometida a la ley del imperio se suponía que tenían derecho a ser independientes.
De esta manera, en el tratado de Sevres en 1920, los aliados y el gobierno turco acordaron que los kurdos deberían tener su propia “autonomía local”. Sin embargo, poco tiempo después, en 1922, cuando el gobierno nacionalista turco derrotó a Grecia,
Turquía se posicionó como potencia militar y cambió el rumbo de la política internacional una vez más. Por otro lado, la Unión Soviética como potencia emergente antioccidental se convirtió en una amenaza para Occidente. Turquía con un importante peso geopolítico, emplazada en un lugar cercano a la URSS y con el mar negro al norte, era el lugar ideal para controlar los movimientos soviéticos y frenar la expansión comunista. De este modo, con la nueva alianza entre Turquía y Occidente, ésta volvió a recobrar su importancia geopolítica.
Desde entonces, la situación de los kurdos empeoró drásticamente, concretamente cuando Mustaf Kemal, el líder nacionalista turco, conocido como el padre de los turcos “Ata Turk” quien estaba totalmente en contra de los derechos otorgados a los no turcos, impuso condiciones diferentes para Occidente.
Según el tratado de Lausana de 1923 la independencia kurda fue ignorada, es decir, el Programa para la Paz mundial no incluyó a los kurdos. Desde dicho tratado, los kurdos fueron integrados en la Turquía moderna, Irak y Siria, mientras que en Irán permanecen bajo el dominio iraní.
A pesar de lo dicho, es necesario destacar el hecho de que los kurdos no están lo suficientemente unidos, tampoco son suficientemente fuertes, ni han sido capaces de tener una voluntad firme ni un poder necesario que los pudiese haber llevado a la independencia.
Es posible entrar en un exhaustivo debate sobre porqué los kurdos nunca se han constituido como estado independiente, sin embargo la cuestión aquí radica en averiguar hasta qué punto el mundo contemporáneo con todos sus proclamados principios de autodeterminación de las naciones y derechos humanos, es diferente del mundo del pasado, para comprobarlo deberíamos tomar la cuestión kurda como material de prueba.
“An era in which nations of the world can prosper, a world in where the rule of law supplants the rule of the jungle, a world in which nations recognize the shared responsibility for freedom and justice, a world where the strong respect the rights of the weak”
(Una era donde las naciones del mundo puedan prosperar, un mundo donde la ley humana suplante a la ley de la jungla, un mundo donde las naciones reconozcan la responsabilidad compartida con respecto al mantenimiento de la libertad y la justicia, un mundo donde el respecto más fuerte sea por los derechos de los más débiles)
Ya han transcurrido 16 años desde que el líder de la superpotencia mundial George Bush expusiese su visión sobre el Nuevo Orden Mundial el 11 de septiembre de 1990, sin embargo 12 millones de kurdos en Turquía, 8 millones en Irán, 5 millones en Irak, un millón y medio en Siria con un extensión ocupada de 200.000 millas cuadradas lo que es aproximadamente igual a la superficie de toda Francia o de Nueva York y California juntas, siguen sin tener su propio estado donde poder disfrutar de sus derechos que les corresponden por ser una de las naciones más numerosas y a la vez más débil del planeta. Además, sus derechos humanos y civiles básicos son constantemente violados sin contar con sus derechos políticos y económicos.
Por estas razones y otras muchas, hay dos millones de ellos que han tenido que emigrar a Europa, América y Australia. Actualmente, los kurdos siguen abandonando su tierra en busca de oportunidades dignas.
En Irán, el gobierno no les permite tener sus escuelas donde poder estudiar su propio idioma. Tampoco deben hablar sobre su identidad porque en Irán todos los habitantes deben ser iraníes, a pesar de que no todos posean los mismos derechos.
En Turquía a los kurdos se les llama “mountainous” (montañosos) o turcos del sur. En el pasado se les llamaba turcos bárbaros por muchas personalidades turcas importantes, entre ellas altos cargos políticos. Visitando Turquía hoy en día, es fácil darse cuenta de las grandes diferencias existentes entre el “retrasado Kurdistán” y el “Estambul occidentalizado”.
Por ejemplo conduciendo desde Dyarbakir , una de las más conocidas y grandes ciudades del Kurdistán en Turquía, conocida por los kurdos como la capital del norte, hasta alcanzar la frontera con Irak en el sur, lo que supone más de 5 horas de trayecto, será imposible encontrar una simple pulgada de carretera pavimentada. Además, Turquía parece estar compitiendo con Sadam en número de atrocidades, ya que hasta la fecha de hoy Turquía ha destruido más de 4.000 pueblos kurdos y ha obligado a cientos de miles de habitantes a abandonar sus hogares.
En Siria, los kurdos son árabes, ¡extraño pero cierto! Los kurdos han tenido que reconsiderar su identidad, de otra manera hubiesen sido tachados de forasteros y consecuentemente se les hubiese negado de su tarjeta de identidad, pasaporte y derecho de propiedad.
Falta de recursos sanitarios, educación, infraestructura y empleo en las áreas kurdas han relegado a sus habitantes a un nivel inferior en cuanto a educación y nivel de vida en comparación con otros ciudadanos no kurdos que habitan el mismo país. Pero sobre todo la encarcelación, las matanzas, la persecución y el desplazamiento forzoso se han convertido en rutinas diarias practicadas por los gobiernos contrarios a esta nación.
La región kurda de Irak, que no comprende la totalidad del área habitada por los kurdos sino sólo un 70%, hoy en día es una zona relativamente en calma y sus habitantes disfrutan de autonomía local tras muchos años de trágica historia bajo el régimen de Sadam, quien fue el número uno del mundo en totalitarismo al bombardear su propia gente en la ciudad kurda de Halabja en 1998 asesinando a más de 5.000 personas en segundos.
El genocidio kurdo llamado operación Anfal, fue llevado a cabo por el partido Baas de Sadam y mató a más de 182.000 kurdos. Algunos de ellos fueron enterrados vivos. Más de 4.000 pueblos de dicha nacionalidad fueron destruidos y masacrados entre 1987 y 1989. La situación de esta parte del Kurdistán todavía es frágil y depende en gran medida de los cambios políticos en la región y de los intereses de las superpotencias.
Desde 1991 cuando las tropas turcas se encuentran de 20 a 40 kilómetros dentro del territorio irakí del Kurdistán, de tiempo en tiempo, frente a los ojos observadores de los satélites mundiales, las tropas turcas y sus aviones bombardean los pueblos y ciudades con el pretexto de estar combatiendo la oposición al partido PKK. Hace un par de meses en una operación conjunta, las artillerías iraníes y turcas bombardearon los pueblos kurdos fronterizos de Irak lo que provocó un número ingente de muertos, refugiados, desplazados y una devastación desoladora.
Por todo esto, los kurdos se preguntan a sí mismos y al mundo porqué los 14 puntos de Wilson sobre una nueva visión de la diplomacia internacional que garantice la paz y el Nuevo Orden Mundial enunciado por Bush no han traído mucha esperanza a la población kurda, ¡qué otros principios y especulaciones hará la Comunidad Internacional en el futuro y cuánto tiempo serán capaces de esperar para la autodeterminación!
Esta parte del planeta, todavía tiene un largo camino por recorrer hasta que rule of law supplants the rule of the jungle and the strong respect the rights of the weak (la ley humana sustituya a la ley de la jungla y se imponga el respecto a los derechos de los más débiles)
F. Rwandizi
Escritor kurdo de la zona del Kurdistán en Irak (ciudad de Erbil)
Bibliografía:
1. F.H.Khorshid (1983), Kurdish Language, Ishbeelia Press, Baghdad
2. G. Chaliand (1993), A People without a Country, Zed Book Ltd, London.
3. J. Baylis & S. Smith (2001), Globalization of World Politics, Oxford Press University, Oxford.
4. M.R. Izday (1992), The Kurds, A concise handbook, Crane Russak, Washington
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