martes, 30 de junio de 2009

Curando las heridas de guerra: la lucha de las mujeres en la República Democrática del Congo

Número 15/junio-julio 2009
Erica L. Green

Durante más de una década las tropas de la ONU han estado luchando para mantener la paz en la volátil Republica Democrática del Congo en África Central. Tras el flujo masivo de refugiados del país vecino y varias guerras en 1996 y 1998 el gobierno y las relaciones en la frontera oriental del Congo han sido inestables. A pesar de que el conflicto en esta región ha sido obviado por el resto del mundo ha provocado una cantidad importante de muertes. Un reportaje de 60 minutos emitido en agosto del 2008 señaló que la cantidad de muertes ya alcanzaba el total de 5 millones. Esta cifra sobrepasa con creces las bajas en Irak, Afganistán y Darfur conjuntamente (1). Los defensores de los derechos humanos señalan que a pesar de que la mayor parte del conflicto es sobre la posesión y venta de los recursos naturales del Congo, uno de los actuales enemigos comunes son las mujeres.

La violencia sexual en el contexto de la guerra no es un fenómeno nuevo. Tradicionalmente la violación ha sido una manera de divertimento para los soldados aburridos. La diferencia en el Congo es que según Anneka Van Woudenberg, portavoz de Human Rights Watch, las violaciones en el país destacan por su alta brutalidad y frecuencia. En los últimos 10 años el número de violaciones se calculan en miles (1) y la cifra sigue aumentando. En el primer cuarto del año 2009 solamente por las autoridades congoleñas se ha registrado la escalofriante cifra de 493 nuevos casos de violación (2). Sin embargo, muchos calculan que la cifra es mucho mayor ya que muchos casos no son denunciados.



La ONU también ha señalado que la cifra actual probablemente doblará o incluso triplicará el número total de casos denunciados el año pasado (2). Cabe señalar que tal y como se ha observado en países colindantes el método de violación es a menudo en grupo lo cual destruye a la mujer y a su linaje familiar, es decir no es una simple recreación para el hombre. Los violadores no discriminan en función de la edad o discapacidad y el resultado suele ser una víctima infectada con el SIDA, embarazada o con fístulas que hacen muy difícil el control de las funciones del cuerpo. La superviviente más joven de una violación que fue tratada en el hospital Panzi cerca de Bukavu tenia tres años mientras que la mayor tenia 75 años. La BBC informó de un bebé de 11 meses que murió después de una agresión sexual (3).

Heal Africa es una organización no gubernamental en la ciudad de Goma ubicada en la región oriental del Congo. Este hospital es la única clínica gratuita en Goma y la única instalación en la región que está especializada en heridas fistulares debido a violaciones. Su equipo médico multidisciplinar ofrece una serie de recursos y servicios a la mujeres que sobreviven a estos ataques. Tuve la suerte de ir a Goma en un viaje con Heal Africa. Fui por la comprensión del equipo y su deseo incansable de cuidar de las mujeres en crisis. El proceso de curación tarda un tiempo dependiendo de la gravedad del trauma emocional y psíquico. Durante el proceso de recuperación, se les ofrece formación vocacional para que puedan encontrar empleo y volver a la normalidad tan pronto como sea posible y tras el alta médica.

Incluso si las mujeres son capaces de recuperarse de las heridas físicas asociadas a la violencia sexual, la batalla simplemente acaba de empezar. Muchas mujeres tienen dificultades para volver a sus familias e integrarse en sus comunidades. Las violaciones grupales muy a menudo son públicas por lo que se crea un sentimiento de vergüenza y humillación al regreso a casa. Existe culpa y vergüenza para la mujer que ha sido violada físicamente y para el hombre de la casa que no ha sabido proteger a sus seres queridos. Dependiendo del estado de la mujer, SIDA, embarazo u otros factores, su probabilidad de ser abandonada por su marido es bastante alta. A pesar de estos problemas, en algunos pueblos congoleños la mayoría de la población femenina son supervivientes de violaciones.

Una superviviente informó en la BBC que su ataque comenzó por azar y acabó sin piedad. Regresaba a casa después de haber comprado un saco de maíz en el mercado. La pararon cuatro hombres armados quienes le ordenaron que se subiera sobre su saco y se desnudara. Después fue violada por cada uno, por separado. Los violadores no le dijeron nada en aquel momento, eso es lo que recuerda. Sólo se comunicaban entre ellos: animándose entre ellos y negociando su turno en fila.

El testigo de otra superviviente cuenta que estuvo siendo agredida sexualmente durante 60 minutos. Esta mujer estaba en su casa con su familia cuando cinco hombres armados irrumpieron en su casa. Los hombres la agredieron sexualmente por turnos e insistieron a su hermano en que sujetase la linterna durante la violación. Luego le ordenaron que se uniera pero se negó. Fue entonces cuando los violadores le asestaron múltiples cuchilladas en el estómago hasta provocar su muerte. A la mujer se la llevaron al campo de los agresores y estuvo cautiva durante ocho meses en los que fue violada a diario.

La formación vocacional puede ser un modo de vida para las supervivientes de violación. Muchas de esas mujeres no encuentran marido por haber sido violadas y se ven obligadas a buscar métodos alternativos para conseguir cierta estabilidad económica para ellas o para los menores a su cuidado. Programas como Heal Africa ofrecen formación que enseña a las mujeres a coser y también una serie de habilidades con rentabilidad económica. Sin embargo, esta organización como muchas otras en la región luchan contra un alto volumen de clientes y un presupuesto limitado para mantener sus servicios. Muchos de estos programas están intentando encontrar nuevas maneras de vender sus productos pero esto lleva mucho tiempo y con recursos limitados se hace más difícil su labor.

La guerra en la RD del Congo está siendo muy larga y está lejos de terminar. La curación de las heridas de las violaciones es una guerra en si misma que sufren muchas en silencio y sin recursos. Algunas películas famosas como la nominada para el oscar The Reader pone ante el espectador la pregunta de quien es el responsable de tales atrocidades a gran escala y porque no lo son ellos. ¿Es porque no saben que esto hechos están ocurriendo o es que han decidido no actuar?... ¿O es que hemos decidido no saber? Mientras algunos reflexionan sobre estas cuestiones, otras esperan ayuda y para otras es demasiado tarde.

Erica L. Green
MA, MPH, CADC
Graduate Student in Clinical Psychology
Argosy University

References

1. 60 Minutes, War against Women. The Use of Rape as A Weapon In Congo's Civil War. August 17, 2008.
2.Congo News Channel Blog, UN reports rapes, surges of killings in Congo. May 30, 2009.
3. BBC News. DR Congo child rape victim dies. November 29, 2007.

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