lunes, 12 de febrero de 2007

La información internacional en los noticiarios de Guatemala

Número 1/ Febrero-Marzo 2007
Cicibel Lucas

Fuera del continente americano Guatemala es un país del que se conoce poco en términos políticos, culturales, sociales, incluso de ubicación geográfica. En los últimos años empieza a llamar la atención como destino turístico por sus mezclas culturales indígenas. El país aparece citado en revistas de análisis sociopolíticos como ejemplo de graves problemas sociales. En el ámbito de la investigación en comunicación social se menciona que es un paíse más con gran influencia de Estados Unidos, con la televisión como el principal medio.

En la tierra del Quetzal, como también se le llama conviven más de 14 millones de personas con una mayoría de población joven entre 18 y 45 años, de la que un 60 por ciento es indígena con un porcentaje alto de analfabetismo. Veintidós lenguas, orales la mayoría y muchas perdidas, se sitúan detrás del idioma oficial, el español. Algunos atribuyen a estas características la culpabilidad del lento desarrollo social guatemalteco. Su historia política es convencional con las de países latinoamericanos, largas intervenciones políticas, guerras, exilios, corrupción gubernamental, manipulación empresarial y desastres naturales.

El tema de este artículo es explicar cómo la televisión nacional en Guatemala ofrece las noticias internacionales o los acontecimientos que tienen relevancia en el extranjero bajo una uniformidad de producción audiovisual en todos los canales de la televisión. Si bien, la información televisiva en la mayoría de países generalmente está basada en las noticias y las imágenes de agencias internacionales, son pocos aquellos donde producen por si mismos noticias de corresponsales o tienen agencias propias. A eso se añade que la gran oferta televisiva por cable ha tocado las puertas de casi todas las casas.

Resumen

La información internacional que llega a los noticiarios de los canales de televisión en Guatemala es una copia de CNN, TVE, TELEMUNDO, ESPN y UNIVISION, y la noticias que llegan a los televidentes es idéntica, indistintamente de en qué canal se vea. La forma en que los noticiarios Telediario de Canal 3, Notisiete de Canal 7 y Guatevisión del canal por cable con el mismo nombre, producen un espacio televisivo tiene pocas cualidades como consecuencia de una larga lista de efectos en la estructura del sistema legal televisivo, que concentra sus intereses en el mercantilismo y sus vínculos con el poder político repercutiendo en el proceder de las empresas audiovisuales como medio informativo, especialmente en los noticiarios.

Análisis

La analogía de la información internacional en los noticiarios de los canales nacionales de televisión más que la selección de temas de interés procede de la transmisión de los noticiarios internacionales. Sin criterio de selección y edición toman noticias de diferentes televisoras para integrarlas en breves espacios informativos a manera de resumen con el fin de presentar un segmento internacional, o quizá de llenar un tiempo televisivo que de otra forma estaría sujeto a la publicidad y seguramente en menor medida a la producción de más noticias nacionales. Editan noticias que han grabado de los informativos internacionales, no de las agencias de imágenes y/o noticias, como significado de un mínimo esfuerzo de reedición. En la Postproducción cortan las secuencias audiovisuales de las noticias y presentan unos fragmentos con la mitad de la información, otras veces simplemente editan frases de los personajes de las noticias.

Al comparar estos segmentos entre los dos tipos de noticiarios, los informativos nacionales ofrecen información de los mismos temas pero con exiguos datos, lo que connota que utilizar este modelo de producción tiene poca relevancia informativa. No hay interés por realizar una versión con buen contenido periodístico y estética audiovisual. El resultado un trabajo de pobre condición audiovisual.

Los productores de los canales comentan que estos contenidos son útiles para dar una visión del mundo en breve tiempo y que en canales pequeños no hay presupuesto económico para tener corresponsales, por eso la opción es reemitir los contenidos que se reciben. Un apunte más en este sentido es que la capacidad profesional de los editores queda en cuestión porque realizar un segmento internacional a partir de documentos de agencias, puede resultar interesante si hay interés por hacer una reproducción propia y apropiada que implique un lenguaje cercano a los televidentes.

En el otro extremo de la televisión están los televidentes que no reparan mucho en estos contenidos, en general las noticias para el ciudadano medio pueden ser de interés sólo como titular, puesto que poco o nada se siente implicado en esos hechos, a menos que éstos se refieran a países de su entorno próximo porque la realidad internacional importa sólo desde noticias relacionadas con temas de las cercanías territoriales México, EEUU y los países centroamericanos. Una demanda sustancial es el entorno deportivo y excepcionales acontecimientos de Sudamérica y Europa. Sobre todo este marasmo del funcionamiento de la televisión casi nadie actúa para mejorar no sólo los contenidos noticiosos del extranjero sino también todas las cuestiones que superan estos problemas como la calidad de las noticias nacionales, donde se presentan todos los sucesos diarios o resúmenes las palabras de políticos o personajes públicos.

Notisiete, Telediario y Guatevisión son los noticiarios de influencia mayoritaria en la población. Desde su formación como empresas televisivas, los efectos sobre su producción audiovisual e informativa tienen origen entre otras cosas en las presiones externas que han sido un poderoso dominante inspirador del monopolio televisivo donde se han evidenciado intereses económicos. Cuando se dice presiones externas quiere decirse poderes típicos del país, políticos y empresarios mercantilistas. Estos aspectos hacen el fondo de la televisión nacional, pero lo que aquí nos ocupa es la información internacional como decoración o variedad de un noticiario.

Estudiar las noticias internacionales en los informativos guatemaltecos se dirige en parte hacia la misma definición de la televisión guatemalteca como programadora de contenidos extranjeros, como influencia especialmente de Norteamérica, muy relacionada con una visión del exterior porque acoge información de cualquier parte. En las noticias del extranjero Telediario presentan titulares e informes de CNN y otras cadenas internacionales. La edición la realizan en una secuencia de notas de diversos programas. Notisiete ofrece noticias de CNN que edita escogiendo temas relevantes. La presentadora lee los titulares y pasa a las cápsulas internacionales. Sobre la información colocan un cintillo grueso con publicidad del canal para cubrir los logotipos internacionales en perjuicio de las imágenes. El audio está suspendido con una disminución del volumen en medio de las frases.

Guatevisión algunas veces hace un trabajo de postproducción superior utilizando imágenes y audio de CNN y la agencia APTN, en la edición se repiten los datos con un juicio más razonable que en los otros programas y sobre eso rehacen la noticia. El trabajo denota mejor calidad informativa y audiovisual. En los tres programas sobreponen un grueso cintillo de anuncios publicitarios que distrae la noticia fundamental, pero son espacios que básicamente tienen el cometido de vender espacios muy caros a los anunciantes para captar beneficios económicos en un intenso trabajo de mercadeo de los espacios de un noticiario.

En general los temas que más tratan son los que indica la agenda internacional de los canales estadounidenses como un relleno de espacios en programas de larga duración como Notisiete y Telediario con emisiones de una hora. En Guatevisión que dura media hora es menos acusada la permanencia de titulares o contenidos incomprensibles. Todos los programas incluyen información de poco contenidos pero es más patente el abuso de Notisiete y Telediario. Los programas no han contemplado noticias internacionales importantes relacionadas con el entorno político del país que habrían merecido desplazamientos a México y EEUU. Se han limitado a recoger los informes de los noticiarios estadounidenses. Uno de estos casos es la detención a finales de 2005 en EEUU de miembros de SAIA, policía antinarcóticos, con importantes cantidades de cocaína.

Los tres canales se limitaron a tomar datos de CNN, sin utilizar como opción un enviado especial y teniendo en cuenta que Estados Unidos es un destino preferidos por los funcionarios corruptos perseguidos por la ley. En ese aspecto es donde la televisión guatemalteca debiera trabajar para conseguir independencia informativa de los canales internacionales y mejorar su capacidad productiva además de tener mayor presencia ante su audiencia.

Algunos antecedentes

La televisión guatemalteca inicio en los años 50. Su evolución ha estado marcada por las decisiones de los propietarios de la televisión nacional quienes han tenido un importante papel frente a la ilusoria televisión pública que nunca llegó a formalizarse. Mientras se fue posicionando la televisión privada comercial hasta llegar al monopolio de los canales nacionales. Varios episodios políticos han provenido de allí, como la censura de los medios de comunicación producto de los negocios y acuerdos entre los distintos gobernantes y los grupos mediáticos empresariales.

La configuración del sistema televisivo en los últimos años ha dejado un sensible sistema noticioso de actualidad nacional. Han surgido debates en torno a la política mediática tácita en los noticiarios y periódicos para defender cada uno sus intereses, como grupos políticos y empresariales, pero también ha habido denuncias internacionales.

La Asociación de Periodistas de Guatemala -APG- ha tenido un papel importante al manifestar en algunas ocasiones ante la Organización de Estados Americanos -OEA- la concentración de la propiedad de los medios de comunicación social en radio, prensa escrita y especialmente en televisión, como resultado del tráfico de influencias económicas y políticas. Los distintos gobiernos han excluido de las contrataciones presupuestarias a aquellos medios de comunicación que no se comprometieran a hacer un periodismo grato a sus intereses.

Por otro lado surgió Avances un programa televisivo emitido en los canales comerciales que se emitió entre 1988-1999 manipulando la información de la evolución de las obras de los gobiernos para potenciar su imagen. La polémica se inicia porque el programa fue utilizado para hacer propaganda oficial con un alto presupuesto de la Secretaría de Relaciones Públicas de la Presidencia de la República. Avances dominado por los mismos empresarios tradicionales que desde el poder gubernamental habían controlado los medios de comunicación, con tendencia a censurar el periodismo radiofónico o impreso, mantuvo un control sobre la opinión de los guatemaltecos, evidenciando una motivación por engrandecer la imagen del gobierno frente a la población.

La postura de los canales durante el gobierno de Alfonso Portillo es más compleja porque roza los límites más extremos del control de la televisión. Sus buenas relaciones con el propietario de los canales nacionales permitían que se emitieran informaciones que potenciaban o mejoraban la imagen de los políticos de su cúpula. El entramado para manipular la televisión hizo que ésta perdiera su objetividad y a partir de allí funcionó de acuerdo a las exigencias del presidente. En ese momento la única oposición se consolidó en Prensa Libre el periódico más leído del país, que crítico el sistema televisivo y desarrolló una serie de enfrentamientos entre la televisión y la prensa, específicamente los canales 3y 7 frente a Prensa Libre.

Las acusaciones mediáticas inician cuando Prensa Libre acusa a los noticiarios de los canales 3 y 7 de manipular la información, tanto en televisión como en los radioperiódicos de sus cadenas, en los que también se vieron involucrados miembros del gabinete de Portillo. El periódico publicaba y criticaba los escándalos de corrupción gubernamental, cuestionando además el papel del Estado en materia televisiva. Cierto es que los noticiarios Notisiete y Telediario intentaban afectar en lo mínimo al gabinete del presidente o a algún miembro de su partido político, el Frente Republicano Guatemalteco -FRG-. Otros periódicos no prestaban atención a estas tensiones mediáticas.

El problema era tan agudo que los organismos internacionales y periódicos extranjeros hicieron eco de la situación. El diario New York Times publicó en 2001 el caso de Guatemala como un ejemplo de la situación de los medios de comunicación en varios países de América Latina. La explicación está en los peligros que implica para la democracia la concentración de los medios electrónicos en un sólo dueño. El caso de Guatemala es el ejemplo paradigmático y extremo de un problema existente en toda América Latina. Se regala tiempo propagandístico a varios candidatos presidenciales, pero reserva los mejores anuncios y la mayor cantidad para su favorito, como sucedió con Alfonso Portillo, quien al llegar a la presidencia designó a Luis Rabbé, el cargo de ministro de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, cuñado de Ángel González, propietario de los canales 3 y 7.

Todo esto reavivo los objetivos de Prensa Libre para crear un canal televisivo sin tener una frecuencia de televisión abierta. Caso aparte es que este periódico también ostenta el monopolio del papel, varios diarios de tirada nacional pertenecen a su grupo. De todo aquello se impulsa Guatevisión, un nuevo noticiario contrario y crítico para competir con los canales de televisión abierta, que por otro lado, promovía una presencia renovada del sector económico, pero que sobre todo significó un ensayo de algunos empresarios que seguidamente se estrenarían como políticos.

A principio de 2003 la Embajada de Estados Unidos dedica una sección de su informe sobre prácticas de Derechos Humanos en Guatemala a la televisión, afirmando que las cuatro estaciones nacionales siguen siendo propiedad de un ciudadano mexicano, quien desempeña un papel significativo en la política. Estos canales fueron criticados como monopolistas, pro gobierno, interesados en difundir sólo noticias que no fueran controversiales. Y destaca la aparición del nuevo canal por cable, Guatevisión, propiedad de Prensa Libre que ofreció una alternativa a las otras estaciones con un fuerte componente de asuntos públicos. Al inicio de las transmisiones de ese canal, representantes de la sociedad civil, candidatos de la oposición y diplomáticos extranjeros aparecieron en muchos de sus programas manifestándose en contra del gobierno de Portillo.

En 2004, canal Guatevisión, afín el nuevo gobierno adopta una visión menos crítica en su información y más bien pasa a ser un medio influyente en la información de actualidad nacional. La supuesta oposición que se había gestado en la administración gubernamental de Alfonso Portillo termina cuando el sector empresarial, apoyando al nuevo gobierno de Oscar Berger, llega de nuevo el poder. Los canales 3 y 7 se encontraron con la disyuntiva de la posición que debieran tener a partir de allí, aliarse al gobierno o mantenerse al margen. Se inclinaron por alinearse con el gobierno sin una postura polémica.

Todo lo que esto implica no es más que un giro al antiguo sistema de constituir una renovada oligarquía en el país, en el que se controla de manera más dócil la economía, la política y los medios de comunicación. Guatevisión pasó a ser parte de esos medios que cumplían una función de propaganda gubernamental, cuando tuvo la oportunidad de hacer surgir una canal neutro con un desarrollo mediático y de oposición política, diferente a los canales nacionales.

Competencia de los canales por difundir contenidos internacionales y producción audiovisual propia.

Los aspectos que rodean la televisión son los mismos que limitan su desarrollo. La política, los medios tecnológicos y los fines empresariales que han determinado en gran medida la función de la televisión guatemalteca, orientada hacia unos objetivos de beneficios económicos, utilizando de plataforma una programación actualizada con contenidos de éxito en otros países.

La estructura de la programación de nuestros canales tiene particularidades que han ido variando con el paso del tiempo. Los canales abiertos frente a Guatevisión, o al contrario, contraponen un modelo que viene siendo la competencia por ofertar lo mismo, pero quedan los horarios como disputa y en el caso de las telenovelas, los departamentos encargados de la programación se esmeran por obtener contratos inmediatos para retransmitir las teleseries de mayor éxito, y es aquí donde los canales se han posicionado. Al menos los canales 3 y 7 han conseguido programar todas aquellas novelas de gran aceptación en México, EEUU, y gran parte de Sudamérica, lo que pronto se convierte en un éxito nacional.

Esto difícilmente dejará de ser así, a menos que nuevos formatos lo reemplacen, pero muy seguramente siempre procederán de los mismos países, como ha sucedido con formatos como los reality shows. Ahora se encuentra en una época en la que se programan los contenidos que están en vigencia en las cadenas internacionales Univisión, Telemundo y Televisa, y que también se reproduce en muchos países de habla hispana.

Otra cosa es la baja cantidad de producción audiovisual nacional porque se nota la falta de contenidos más cercanos al televidente en relación a su contexto social. Sin embargo, todo tiene que ver con los objetivos de las empresas de comunicación, para los canales nacionales prima la política del ahorro en inversión tecnológica y de recursos humanos anteponiendo intereses de rentabilidad. Importar más que producir cuando un canal tiene una elevada dependencia de la producción extranjera, revela la ausencia de una programación coherente, y a la vez manifiesta que la política informativa autónoma de la televisión es inexistente y está al margen de las exigencias de una auténtica comunicación. Responde de modo preferente a necesidades de consumo masivo indiferenciado y a la industrialización y comercialización de los productos, los primeros publicitarios y los segundos las cuotas de audiencia.

Guatevisión por su lado ha demostrado que hay recursos para hacer producciones televisivas modestas y dependientes de programas extranjeros. Pero queda impulsar estos atributos, así como las posibilidades de producción de programas para la exportación, sobre todo, temas culturales o de turismo.

Sobre eso, se nota que es necesario generar una política de diversificación de los programas nacionales, planificar y coordinar los recursos para la producción, elevar el nivel de capacitación, formación y especialización del personal de producción, así como seleccionar y reclutar personal profesional. La producción no ha tenido una gran evolución desde sus inicios por esas razones, aparte de la que ha logrado con mejoras técnicas y una mayor experiencia del personal en el campo televisivo pero a raíz de la introducción de Guatevisión la competencia ha iniciado, se está mejorando la producción audiovisual nacional e innovando levemente el tratamiento audiovisual.

A través de algunos programas que empiezan a surgir o se renuevan, los canales empiezan a vincular a la audiencia con la televisión adaptando en sus producciones los lenguajes y los modos urbanos de vida guatemalteca. Estas experiencias están bastante cerca de lo que debería ser en términos de experimentación, participación social y sentido de convocatoria nacional. Sin duda tenemos una televisión actualizada aunque con mucho camino por delante para contemplarla como una televisión de calidad, en términos más generalistas que temáticos o educativos. Guatevisión es una opción de una televisión actualizada, a la vez que genera la competencia por mejorar la televisión guatemalteca en general.

En estos aspectos el Estado a través de los organismos de control de la televisión deberían hacer esfuerzos reales para modernizar sus legislaciones en materia de radiodifusión, que busquen el desarrollo de la producción audiovisual. Por otra parte, tiene que mostrar un papel enérgico hacia las empresas de comunicación con un importante poder económico, tecnológico, incluso ideológico, que son las que han impulsado las transformaciones en materia de televisión. En cuanto a las tecnologías y la producción televisiva procedente de otros países, éstas representan una opción en dos vertientes; experimental porque ha sido utilizada para formar la televisión en el país desde sus inicios y otra que permite día a día acceder a la información nacional e internacional.

En conclusión los canales guatemaltecos al ser comerciales tienen una oferta de contenidos íntimamente ligados a estos aspectos: a los productos visuales que importan, a los que producen, a los registros de preferencias de la audiencia, y también condicionados por los efectos que tiene en general la televisión, como la dependencia de programas extranjeros a falta de producción propia, el constante monitoreo de audiencias en otros países respecto a los programas, específicamente novelas para luego introducirlos, y los altos beneficios como empresas de negocios de anuncios sin que hasta ahora antepongan la orientación del televidente en el ámbito noticioso local e internacional.

Cicibel Lucas
Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala

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