Número 1/Febrero-Marzo 2007
Carolina García
Han pasado siete años desde que en Septiembre de 2000 se firmara en la sede de Naciones Unidas en Nueva York la Declaración del Milenio que estableció los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Esta Declaración supuso un gran desafío por varios motivos, su aprobación gozó de un amplio consenso entre la comunidad internacional, siendo firmada por 189 jefes de estado y de gobierno y suscrita posteriormente por 2 gobiernos más.
Pero especialmente porque, por primera vez, un documento internacional establece que la lucha contra la pobreza no es algo exclusivo de la Organización de las Naciones Unidas, sino que debe involucrar a todos los países. Además este documento fijaba un plazo para la ejecución de los compromisos adquiridos: 2015.
La Declaración del Milenio no es algo novedoso en el sentido de que es fundamentalmente un compendio de los distintos acuerdos internacionales en materia de desarrollo que se han ido firmando durante la década de los 90. El verdadero avance de esta Declaración es que convierte la lucha contra la pobreza en una prioridad para todos los estados, y además establece por primera vez una agenda global para el desarrollo. Los 8 Objetivos del Milenio consensuados en el seno de Naciones Unidas han de ser cumplidos para el año 2015. Para cuantificar su cumplimiento se establecieron unas metas muy concretas para cada uno de los objetivos y un periodo de tiempo para alcanzarlos; estos dos factores permiten evaluar el grado de implementación de estos compromisos año tras año.
Aunque la Declaración del Milenio no posee un carácter vinculante, los países firmantes suscribieron un compromiso con el desarrollo y establecieron la lucha contra la pobreza como una prioridad. Esto quedó reflejado en el Objetivo número 8 que establece la creación de una alianza mundial para el desarrollo. Esta alianza recoge las líneas de trabajo prioritarias para los países ricos y pobres, e incide especialmente en las obligaciones de los países desarrollados. Los primeros 7 objetivos han de ser cumplidos sobretodo en los países pobres y en vías de desarrollo, por eso el Objetivo 8 tiene una especial relevancia en el caso de los países ricos como España.
Esta asociación mundial para el desarrollo integra compromisos en materia de más y mejor Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), alivio de la deuda externa y nuevas reglas de comercio internacional. Sin un avance importante en estas áreas los Objetivos del Milenio no se cumplirán en 2015.
El 7 del julio de 2007 se conmemora el ecuador del plazo fijado para alcanzar los ODM; estamos a medio camino y sin embargo todavía queda mucho por hacer. A pesar de ello, se han realizado avances en determinadas áreas geográficas como por ejemplo en Asia, donde 250 millones de personas han superado el umbral de la pobreza, en Latinoamérica, el Sudeste Asiático y el norte de África la tasa de mortalidad infantil desciende un 3% cada año y los países desarrollados han eliminado casi completamente el consumo de sustancias perjudiciales para la capa de ozono . Sin embargo en África Subsahariana los pobres son cada día más pobres; y los expertos aseguran que hay metas que no se cumplirán en 2015, especialmente las referidas al objetivo para garantizar la igualdad entre los sexos.
Todavía quedan 8 años para continuar trabajando en pos de los Objetivos del Milenio, sin embargo si continúa la tendencia actual serán necesarios cien años más para conseguir estas metas. Es necesario un impulso cuantitativo y cualitativo importante por parte de los países desarrollados y el cumplimiento de las promesas suscritas en la Declaración del milenio. Es necesario que este año se busque una mayor unión y un mayor compromiso político en la lucha contra la pobreza mundial para que esta Declaración no se quede en mero papel mojado.
España y el Objetivo 8
La secretaria de Estado para Cooperación, Leire Pajín presentó el pasado noviembre un informe preliminar del Gobierno español sobre el Objetivo 8, que tiene por título "Hacia los Objetivos del Milenio: una apuesta coherente en la lucha contra la pobreza". El documento repasa el papel de España en su compromiso con la erradicación de la pobreza extrema y, más concretamente, con el cumplimiento del octavo Objetivo del Milenio. Por otra parte el Centro para el Desarrollo Global elabora un índice que mide el Compromiso para el Desarrollo de 21 países ricos, evaluando sus políticas en materia de AOD, comercio, deuda, inmigración, seguridad, medioambiente y tecnología. Desde 2003 España ha mejorado su calificación en este ranking en un casi un punto. Sin embargo, y a pesar de avances como la nueva ley de deuda externa o el compromiso con el 0,5% para AOD en 2008, España tiene que mejorar en áreas como la política de inmigración, la sostenibilidad ambiental y la transferencia de tecnología.
Carolina García
Coordinadora de programas de Juventud de la Campaña del Milenio de Naciones Unidas
www.sinexcusas2015.org
Para más información http://www.cgdev.org/
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