jueves, 22 de marzo de 2012

El presidente Mahmoud Ahmadinejad proyecta sobre América Latina por quinta vez

Número 26/ enero-abril 2012
Diana Tobar Abarca


Durante la primera década del siglo XXI el crecimiento económico en América Latina, se ha visto beneficiado por una bonanza económica que ha favorecido a los precios de las materias primas. Estos países sostienen que no van a sucumbir ante la presión imperialista americana, y que con motivo de la quinta gira por la región del presidente Mahmoud Ahmadinejad están decididos a enfocarse en concretar relaciones comerciales de alto impacto. La gira contempló a los países de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Ecuador y su principal objetivo dicen, es fomentar hermandad y solidaridad.

Los antecedentes de la relación América Latina - Ahmadinejad


Graves acontecimientos en relación al mantenimiento de la paz mundial, se han suscitado últimamente. La Agencia Internacional de Energía Atómica publicó un informe donde se conoció que el grado de enriquecimiento de uranio del régimen Iraní pasó del 3,5% al 20% en una de sus instalaciones nucleares, lo que revela una potencial amenaza para la paz mundial: Si esta cifra llegaría a aumentar al 90%, facilitaría a Irán la creación de una bomba atómica.

Mahmoud Ahmadinejad, presidente de la república islámica de Irán en la ONU. Fuente: ONU



Luego de conocerse estos hechos, los gobiernos de Estados Unidos y Francia fueron los primeros en apoyar sanciones mucho más fuertes contra el régimen de Ahmadinejad, sumándose también el presidente de la comisión de Asuntos Exteriores de la Duma, Konstantin Kosachyov, quien manifestó que la comunidad internacional debería responder con "medidas serias" condenando así, las relaciones comerciales de venta de petróleo a la Unión  Europea y que incluya sanciones económicas para que Irán detenga su plan nuclear, ya que se sospecha que el objetivo es desarrollar armas atómicas.


La trama se complica cuando Irán declaró que si los países occidentales deciden aumentar las sanciones a sus exportaciones, su gobierno está dispuesto a contraatacar cerrando el estrecho de Ormuz, lugar por el cual transita un 40% del petróleo que es transportado por vía marítima a todo el mundo.




Mientras tanto y utilizando un canal de comunicación secreto, Estados Unidos aclaró que cerrar el estrecho de Ormuz es una “línea roja” que incitaría una verdadera resistencia norteamericana, según afirmaron a The New York Times algunos funcionarios del gobierno estadounidense.



En los días siguientes se dio a conocer sobre el asesinato al cuarto científico vinculado al plan atómico iraní, Mostafa Ahmadi Roshan, un académico y experto reconocido internacionalmente y quien además trabajaba en la central nuclear de Natanz. El científico fue víctima de un atentado, luego de dictar clases en la Universidad Tecnológica de Teherán, cuando dos hombres en una moto le adosaron un explosivo magnético a su auto.


El líder iraní Ayatola Ali Jamenei acusó a los servicios de inteligencia de Estados Unidos y de Israel del asesinato del científico y agregó: “la arrogancia mundial encabezada por Estados Unidos y el sionismo ha llegado a punto muerto en la confrontación con la determinada, devota y progresiva nación islámica de Irán”, según citó Press TV



Estas  declaraciones fueron negadas “categóricamente” por funcionarios norteamericanos quienes afirmaron que estas acusaciones son solo una mera provocación posterior a las sanciones económicas que habría recibido Irán y una estrategia iraní en contra Estados Unidos y sus aliados. "Creemos que debe haber un entendimiento entre Irán, sus vecinos y la comunidad internacional para encontrar un camino hacia adelante para que (Irán) ponga fin a su comportamiento provocador, acabe su búsqueda de armas nucleares y se vuelva a unir a la comunidad internacional y sea un miembro productivo de la misma", declaró la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton tras reunirse en Washington con el primer ministro de Qatar, Hamad bin Yassim bin Yabor al Thani.




América Latina recibe a su invitado “ad honorem”




Caracas, la capital de la República Bolivariana de Venezuela, fue la ciudad escogida por Mahmud Ahmadinejad, para iniciar esta gira latinoamericana, en la que el presidente Hugo Chávez lo recibió con honores militares en el Palacio de Miraflores,  lugar donde también los dignatarios ofrecieron una rueda de prensa.


Ahmadinejad empezó con un impetuoso discurso refriéndose al presidente Chávez, como “el presidente popular, su hermano y el campeón de la lucha contra el imperialismo y la dependencia”(…), y le agradeció por la oportunidad de estrechar lazos de hermandad y solidaridad. Agregó también que su visita era un claro ejemplo de las buenas relaciones entre los dos países y que el objetivo era consolidar avances en temas de economía e inversión. Por su parte, el presidente Chávez expresó: “La única guerra que tenemos es la guerra contra la pobreza, la miseria y las desigualdades sociales”.




Uno de los puntos más importantes, fue el avance en un proyecto de construcción de viviendas que actualmente el gobierno de Irán mantiene con Venezuela. Hasta la fecha, se han construido 10 mil viviendas y se estima llegar a completar unas 34 mil más. Los mandatarios también inauguraron el Fondo Único Binacional Irán-Venezuela, que busca estimular la producción e inversión entre ambas naciones.



En rueda de prensa, el presidente Chávez se pronunció en forma ocurrente sobre el aislamiento económico por el que atraviesa Irán diciendo: “que no se vayan a enterar donde tenemos las bombas atómicas” haciendo gestos e insinuaciones como si las estuviera localizando en el mapa que tenía sobre su mesa, todo esto en medio de una conferencia en donde se dialogaba sobre el nuevo modelo productivo y con la intención de restarle importancia a la actual situación internacional.


Según información oficial, Chávez y Ahmadinejad firmaron 68 proyectos de cooperación bilateral en materia de agricultura, industria, comercio y energía; ratificaron convenios acordados en septiembre del año pasado y se comprometieron a fortalecer las alianzas existentes entre sus dos países.


Ahmadinejad y Nicaragua



Tras continuar su gira, Ahmadinejad visitó Nicaragua para participar en la posesión del presidente Daniel Ortega, reelegido por cuarta vez -luego de controvertidos comicios- y quien en medio de la Plaza de la República de Managua, juró una vez mas respetar la constitución, las leyes y cumplirlas a conciencia y a cabalidad, toda vez que ahora poseerá facultades hegemónicas. La ceremonia contó también con la presencia del presidente de Venezuela, Hugo Chávez; el de Guatemala, Álvaro Colom; el de Honduras, Porfirio Lobo, de El Salvador, Mauricio Funes, Desi Bouterse de Surinam, Michel Martelly de Haití, como también del príncipe Felipe, heredero de la corona española.


Los intereses del gobierno iraní en Nicaragua datan de varios años atrás, puntualmente desde los años ochenta, desde con la primera presidencia de Ortega. Sin embargo, desde la primera visita oficial de Ahmadinejad en 2007, se celebró un memorándum de entendimiento el 14 de enero de ese año, en el cual el gobierno de Irán se comprometería a la construcción de presas, fábricas de vehículos pesados, desarrollo portuario, construcción de viviendas populares, entre otros, en Venezuela, pero hasta la fecha y cinco años después la ayuda no se ha concretado, a lo que el embajador de Irán en Nicaragua, Morteza Khalaj, comentó en una entrevista recogida por El Nuevo Diario: “Lo único que quisiéramos es que Nicaragua diga cuáles son sus necesidades para que nosotros podamos colaborar”.


El presidente reelecto Daniel Ortega, se mostró muy emotivo con su principal aliado económico y comercial Hugo Chávez. Según el diario El Universal en su publicación del 30 de octubre, se afirma que “la ayuda económica de Venezuela a Nicaragua asciende a unos 1.599,9 millones, desde que Ortega llegó a la presidencia en 2007. Managua recibe en promedio, unos 500 millones al año en cooperación, lo que representa el 8% del Producto Interno Bruto (PIB) de este país centroamericano”.


En medio de una constante tensión por los hechos de índole internacional, Mahmud Ahmadinejad continuó a su tercer destino La Habana, Cuba en donde estaba previsto encontrarse con los hermanos Castro en el aeropuerto internacional José Martí. Horas

más tarde fue invitado a la Universidad de la Habana donde fue recibido con aplausos y le fue otorgado el título “ad honoris causa” en ciencias políticas.



Cuba y Mahmud Ahmadinejad



Pero lo que une a estos dos países revolucionarios -Cuba e Irán- no es solo su ira antiimperialista, sino los importantes negocios que han mantenido estable la economía de la isla, tal como lo informó la agencia noticiosas Reuters: “Ambos países firmaron en el año 2007 acuerdos comerciales, mediante los cuales Teherán extendió créditos por 267 millones de dólares para la construcción de una planta de fabricación de cemento. Irán exporta por esa vía vagones de ferrocarril, automóviles y equipos para la industria eléctrica, mientras que Cuba le ayudaría a producir pesticidas”.




Tras la conferencia celebrada en la Universidad de La Habana, el presidente iraní tuvo la oportunidad de reunirse con el líder revolucionario Fidel Castro, y declaró que estaba muy contento de haberlo encontrado “sano y salvo". Esta gira que tan solo ha durado 24hs denota de su gran interés por cumplir con su agenda y conjuntamente mantener aquellos lazos ideológicos que comparte entre sus pares de América Latina.




Ecuador y el Presidente iraní



La última escala en esta intensa gira por la región concluyó con el arribo del presidente Iraní en la ciudad capital del Ecuador, Quito. Su recibimiento fue considerablemente bien acogido por los simpatizantes ecuatorianos quienes lo recibieron en el aeropuerto Mariscal Sucre como también en la el Palacio de Carondelet ondeando banderas ecuatorianas e iraníes a lo largo de su recorrido como símbolo de hermandad.


En respuesta a su amplia recepción, el mandatario se detuvo a saludarse con los ciudadanos una y otra vez. Ahmadinejad entonces inicia su discurso diciendo: "he traído un mensaje de amor, de cariño y solidaridad de una gran nación llamada Irán a otra gran nación llamada Ecuador" mostrándose una vez más agradecido por el apoyo del régimen y su presidente Rafael Correa.La agenda internacional de Ahmadinejad continuó con todas las actividades previstas.




En su reunión con el presidente Correa, Ahmadinejad abordó temas importantes sobre las relaciones bilaterales -ya que Ecuador e Irán son socios dentro de la Organización Exportadores de Petróleo (OPEP)- como también sobre los futuros proyectos de inversión en ese país.




Sin embargo dentro del sector comercial se vieron algunas críticas sobre esta visita, Tal como lo informó el diario el Universo en una rueda de prena presidida por Blasco Peñaherrera aclaró: “La Cámara de Comercio de Quito (CCQ) dijo hoy temer que la visita a Ecuador, el próximo jueves, del presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, ponga en riesgo las relaciones comerciales de su país con Estados Unidos o la  Unión Europea (UE)” y a su vez agregó: “(…) el viaje sólo le puede traer a Ecuador "complicaciones con los países amigos, vecinos y con los mercados de los que dependen las exportaciones no petroleras (de Ecuador), como Estados Unidos o la UE"..” Dichos que el canciller Ricardo Patiño negó.


Mientras tanto, el diario The Washington Post arremetió duramente al presidente Correa destinándole una de sus editoriales para criticar las actitudes de este mandatario como algo realmente dañino para la imagen del Ecuador: “un acólito autocrático de Hugo Chávez, quien es usual y merecedoramente ignorado fuera de su propio país, obtendrá un poco de atención el jueves cuando sea anfitrión del presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad” además que realizo duras criticas al régimen por su actual confrontación con los medios.


La estrategia que utilizó el presidente Correa fue la de enviar un comunicado a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración titulado: “LO QUE NO DICE EL WASHINGTON POST” y en donde se dedica a responder cada una de las acusaciones hechas por el diario o en su defecto las que intenten desacreditar a su gobierno, donde concluye: “El editorial del Washington Post solo demuestra, una vez más, el total desconocimiento de ciertos segmentos norteamericanos de la realidad de Latinoamérica y que el abuso de los medios de comunicación, con fines políticos y en función de sus odios y prejuicios, no es solo patrimonio de Ecuador y América Latina. Hay que ocupar no solo Wall Street.”



A modo de conclusión



Me interesa destacar tres puntos importantes. El primero surge al hacer una revisión de lo que significó la jornada en América Latina de Ahmadinejad, si bien, no se dio a conocer mayores detalles sobre el estado de su posición internacional en medio de tensiones con Estados Unidos, durante toda su gira internacional, el presidente afirmó que su enfoque principal, era el de consolidar sus relaciones económicas y diplomáticas con sus pares, lo que puede parecer una forma de desestimar el aislamiento internacional y una posible alianza a la que los países del ALBA e Irán podrían estar involucrándose.


Dentro de esta visita oficial, queda además una interrogante sobre Brasil y Argentina -estos dos países mantienen con Irán relaciones comerciales importantes- pero al no haber sido incluidos en esta gira internacional, podemos pensar que estos dos países no tienen ninguna intención de utilizar al gobierno Iraní como influencia al momento de demostrar sus capacidades internacionales ya que para ellos la presencia de Irán en América Latina, puede implicar importar los conflictos del Medio Oriente.


Y en tercer lugar, es posible agregar que como consecuencias de esta visita ocurrida en medio de una situación internacional tensa, surgieron reacciones y preocupaciones por parte de Estados Unidos, es decir que de ahora en adelante se mantendrá mirando muy de cerca las posibles intenciones que estas y futuras giras decida realizar Ahmadinejad para que de esta manera se trate de evitar una posible alianza oscura entre Irán y la región.


En este sentido cabe mencionar, que el ascenso de los países emergentes puede cuestionar las estructuras del poder internacional, pero todavía en América Latina se debe seguir luchando contra la pobreza, la desigualdad y el desarrollo sostenible de sus naciones como sus principales desafíos a vencer.



Diana Tobar Abarca



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