viernes, 15 de agosto de 2008

El precio del Líbano por el proyecto del Nuevo Oriente Medio

Número 10/Agosto-Septiembre 2008
Mazen Raydan

En junio del 2006 la Secretaria de Estado Condoleezza Rice presentó al mundo el término “el Nuevo Oriente Medio”. De hecho, estaba claro que los americanos después de la desaparición de la URSS tenían que inventar el Oriente Medio de una forma que encajara en la era americana.

De hecho este proyecto recuerda en gran parte al proyecto de los Balcanes euroasiáticos debatido por Zbigniew Brzezinski en su libro “El gran ajedrez”, un libro descrito como “el anteproyecto para una dictadura mundial” por el ex oficial alemán de la OTAN y encargado de Defensa.

Para debatir el libro de Brzezinski lo seguiré citando, lo cual quizás ayude a entender la estrategia de los EEUU en la región, especialmente escrita por uno de los más importantes consejeros americanos de política exterior.


Brzezinski fue un consejero nacional en seguridad de Jimmy Carter (1977-81), socio de Henry Kissinger, miembro del Ronald’s Reagan Foreign Intelligence Advisory Board y copresidente del National Security Advisory Task Force de Bush en 1988.

- Según Brzezinski, la amenaza real en Asia meridional proviene de Rusia y China. Ucrania, Azerbaiyán, Irán y Kazajstán son naciones esenciales que deben ser controladas por los EEUU como frenos o contrapesos a las actuaciones de China y Rusia para controlar el petróleo, gas y minerales de las repúblicas del Asia Central (Turmekistán, Uzbekistán, Tayikistán y Kirguistán).

- “Cualquier nación que quiera ser predominante en Asia Central será directamente amenazada por la necesidad actual de los EEUU de controlar los recursos petrolíferos del Golfo Pérsico”.

- “Uzbekistán, es la nación mas vital y populosa de los estados centrales asiáticos, representa el mayor obstáculo para cualquier control ruso renovado en la región. Su independencia es crítica para la supervivencia de otros estados asiáticos centrales y es el menos vulnerable a las presiones rusas” (p. 121).

- “Se sigue que el interés primordial de América es asegurarse que ningún poder llegue a controlar este espacio geopolítico y que la comunidad global tenga un acceso libre económica y financieramente” (p148).

A pesar del hecho de que la administración de Bush consiguió invadir Irak y Afganistán, estableciendo las bases militares bordeando Rusia así creando las bases fundamentales para que su proyecto siga adelante, aparecieron problemas serios amenazando la viabilidad del plan. Los principales son:

1. El fracaso en el objetivo de conseguir la estabilidad en Irak y Afganistán.

2. El auge de una resistencia fuerte apoyada por muchos países en contra de la influencia americana.

3. Dificultades en el control de las fronteras y el acceso a las municiones de muchas milicias que resisten.

4. Problemas financieros del ejército americano, de esta manera se previene posibles acciones militares de los EEUU en contra de un Irán emergente.

Sin embargo, el asunto con Irán sigue siendo el mayor desafío para el gobierno norteamericano hoy en día, principalmente porque se está convirtiendo en un estado muy poderoso en la región, además de Israel, con una influencia muy importante sobre Irak, Siria, el Líbano y Palestina.

En segundo lugar Irán es el boleto ganador en las manos de los rusos y los chinos en contra de los americanos, tercero el proyecto nuclear y la ingente fuerza militar que emerge rápidamente y amenaza a Israel.

Además de todo, si volvemos sobre Brzezinski, Irán parece ser un poder predominante, tal y como menciona, y amenaza el control americano de los recursos petrolíferos.

Pero la cuestión es cómo afrontar el conflicto iraní ya que los americanos son incapaces de abrir un nuevo frente, especialmente contra un país bien preparado como Irán causando un daño mínimo a Israel (Ahmadi Najad prometió bombardear Israel en caso de acciones militares contra Irán).

La solución parece ser la siguiente:

La demolición de Hezbolá en el Líbano y Hamas en Palestina, lo cual parece ser el argumento principal que Irán utiliza en sus negociaciones, además de la capacidad de Hezbolá de ataques directos en caso de amenazas a Irán.

Golpeando a Hamas y Hezbolá, Israel eliminaría una amenaza cercana a sus fronteras y conseguiría más libertad para que los americanos cerquen a Irán.

Hasta aquí podemos comprender el grave ataque que Israel lanzó contra Hamas en Palestina en junio de 2006 y más tarde, en la guerra contra el Líbano el 12 de julio de 2006.

34 días más tarde desde que empezó la guerra en el Líbano sorprendió el hecho de no haber oído ninguna declaración seria o acciones por parte de Irán o Siria, excepto reprobación, estaba claro que preferían no intervenir de manera directa.

Hezbolá se quedo solo ante el peligro, forzó a Hassan Nasrallah a dirigir su discurso a las naciones árabes, haciendo caso omiso a sus líderes y pidiendo al público apoyo sin mencionar sus aliados, pidiendo a los libaneses apoyo y prometiéndoles la victoria.

De hecho, Hezbolá ha demostrado tener una gran capacidad de defensa durante la guerra de julio, lo cual sorprendió a los israelíes, cabe añadir la unidad libanesa en contra de la guerra y hospedando a aquellos que abandonaron las zonas de guerra, liberando a Hezbolá de la presión civil que Israel pretendía crear. Entonces era evidente que el ejército israelí no era capaz de cumplir con su labor y quisieron retirarse, pero los americanos se empeñaron en continuar con la operación hasta la promulgación de la Resolución 1701 del 11/08/2006. Hezbolá acordó retirarse más allá del sur en el río Litany y el despliegue de la fuerza UNIFEL en la frontera del sur.

Después de la guerra de julio, la situación en el Líbano tomó un rumbo dramático, ahora con Hezbolá lejos de las fronteras y con la amenaza de Israel del sur reducida, los iraníes apoyaron a Hezbolá con cohetes de largo alcance y con más armamento para la siguiente misión. La otra mitad de los libaneses que rechazaron tomar parte en la guerra a favor de Irán, en contra de la intervención de Irán y Siria en el Líbano, sentían que en el Líbano iba a desatarse una guerra externa. El desacuerdo entre las dos fuerzas mayoritarias, la mayoría identificada con el movimiento del 14 de marzo y la minoría del movimiento del 8 de marzo aumentó, llegando a una situación de desobediencia civil en el centro de Beirut lo que provocó un estatismo político por parte del gobierno, dejando el país con un parlamento cerrado y sin presidente durantes meses.

El 7 de mayo de 2008, Hezbolá guiada por Nasrallah, el partido Amal liderado por Nabih Berri y sus aliados iniciaron una insurrección al principio en Beirut y más tarde se extendió en diferentes partes del Líbano, después de las últimas resoluciones del gobierno en lo referente a la red de comunicación de Hezbolá y la puesta en libertad de un oficial del aeropuerto.

De la misma manera Israel utilizó el secuestro de sus soldados el 11 de julio de 2006 como razón para iniciar uno de los más graves ataques aéreos sobre el Líbano desde la Segunda Guerra Mundial.

Con el gobierno detenido y la capital llena de sucesos trágicos, Hezbolá sintió que su ataque no llevaba a ningún sitio. Arrastrando su frente a las montañas del este de Beirut para presionar a Walid Jounblat, uno de los líderes más influyentes del movimiento del 14 de marzo, líder del partido socialista progresivo, donde se desató un fuerte lucha.

Para no exponer más su dañada reputación y mejorarla, debido a los ataques a los nativos, Hezbolá fue obligada a parar.

Después de su fracaso de tomar el control del gobierno de Sinyoura, el movimiento del 8 de marzo quedaría exento, lo que llevo a la elección de Michel Suleiman, jefe del ejército como el presidente del Líbano tras los acuerdos de Doha.

Conversaciones recientes respecto de la retirada de Israel de las granjas de Shebaa y dejarlas bajo el control de la ONU, es otro paso para que Hezbolá deje de tener excusas para mantener su armamento, aunque esté ha anunciado que esta solución no hará que depongan sus armas.

No es una sorpresa que no hayamos oído nada más sobre el nuevo proyecto de Oriente Medio después de la guerra de julio debido al desafío serio que asola el Líbano. La cuestión es si América e Israel tendrán éxito en debilitar Hezbolá a través de guerras internas.

El campo en el Líbano es fértil para dichas proposiciones, la mayoría empiezan a pensar que la amenaza es real después de los sucesos de mayo y de las últimas declaraciones de Hezbolá en las cuales aseguraba que reaccionaría frente a cualquier peligro que se les presente.

La guerra de julio dejó a la mayor parte del Líbano sin infraestructuras, carreteras, puentes y la crisis política aumentó la deuda la cual alcanza más de los 40 billones de dólares, el desempleo alcanza el 30% con una economía terrible e inestabilidad política, la inmigración libanesa ha alcanzo su nivel máximo.

A pesar de la determinación libanesa de no enrolarse en una guerra civil, los últimos eventos prueban que 20 años de guerra civil no fueron una buena lección después de todo, y que la codicia sigue presente.

¿Los aires disparatados del Nuevo Oriente Medio encenderán la mecha capaz de acabar con lo que queda de este país destrozado? Espero que no.

Mazen Raydan
Academia rusa de Ciencia.

Bibliografía:

- Plans for Redrawing the Middle East: The Project for a “New Middle East” by Mahdi Darius Nazemroaya

- Grand Chessboard by Zbigniew Brzezinski

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