martes, 15 de abril de 2008

El papel del fondo soberano de China en los mercados financieros mundiales

Número 8/abril-mayo 2008
Javier Guerra

El pasado 15 de enero los gobiernos de Singapur, Kuwait y Corea del Sur invirtieron más de 21.000 millones de dólares en Citigroup y en Merrill Lynch, dos de los bancos que se vieron más afectados por la crisis de las hipotecas “subprime”, en las siguientes semanas se inyectó más capital en bancos como UBS o Morgan Stanley por parte de los gobiernos de Singapur y China.

Estas inversiones se realizaron utilizando los fondos soberanos, que son los fondos de inversión gestionados por los gobiernos. Estos fondos han jugado en los últimos años un papel fundamental en los mercados financieros mundiales, habiendo aportado 69.000 millones de dólares en total en la recapitalización de algunos de los más grandes bancos de inversión mundiales.

Los países que gestionan estos fondos son países que se han beneficiado de los altos precios del petróleo (como los de los Emiratos Árabes) o por el alza en las exportaciones de países asiáticos (como es el caso de China).

La razón para crear fondos de este tipo es la profesionalización de las inversiones y el intentar obtener unas mayores rentabilidades por sus inversiones, en lugar de invertir en activos con rentabilidades muy bajas como pueden ser los bonos del tesoro americano. No obstante estas inversiones generan una serie de preocupaciones en los países que reciben estas masivas entradas de capital, siendo el principal problema las reacciones que provocan a nivel proteccionista y nacionalista. Para los directivos de las empresas donde invierten esto puede ser una bendición debido el largo plazo que buscan estas inversiones, huyendo del cortoplacismo de algunos inversores.

Los principales fondos soberanos de Asia y del Golfo Pérsico son:

China Investment Corporation (China). Tamaño: $200.000 millones
Citic(China) Tamaño de $130.000 millones (en diciembre 2006), Inversiones más importantes: $1.000 millones en el banco de inversión Bear Stearns
China Development Bank(China): Tamaño: $300.000 millones(en diciembre 2006), inversión mayor: 3.1% del banco Barclays por $3.200 millones
Temasek (Singapur). Tamaño: $110.000 millones. Inversiones más importantes: $4.000 millones en Barclays y $8.500 millones en Standard Chartered
GIC (Singapur). Tamaño: Entre $100.000 y $300.000 millones. Inversiones más importantes: 9.000 millones en UBS.

Abu Dhabi Investment Authority. Tamaño: $875.000 millones. Inversiones más importantes: Citigroup $7.500 millones

Dubai International Capital. Tamaño: $9.000 millones. Inversiones más importantes: Fuerte participación en HSBC.

Istithmar (EAU). Tamaño: $8.000 millones (estimado), Inversiones más importantes: $1.000 millones en Standard Chartered

El caso de China

En 1996 se estima que China ya había amasado sus primeros 100.000 millones de dólares en activos (la mayoría denominados en dólares americanos), esta cifra se convirtió en 200.000 millones para 2001, y desde entonces, ayudada por el alza de las exportaciones se ha multiplicado por seis, pasando a ser el país con más reservas de moneda extranjera del mundo. A finales de 2007 China acumulaba entorno a $1,53 billones en reservas en moneda extranjera, sobre todo en bonos del tesoro americanos y activos similares, con una tasa de ahorro cercana al 50%, las reservas adicionales se van añadiendo a un ritmo acelerado.

La mayor parte de las inversiones de China hasta ahora han sido en bonos del Estado americanos, que se consideran una inversión segura ya que están aseguradas por el gobierno americano, y que reportan en torno a un 4-5% de interés, lo que no ha cubierto la bajada del 5-6% del dólar americano con respecto al yuan, de ahí la pobre inversión que ha representado en términos de rentabilidad.

Para incrementar la rentabilidad de estas reservas, mitigar la presión internacional para que China aprecie su moneda y diversificar riesgos (sobre todo el riesgo de tener gran parte de estas reservas en una sola moneda, el USD), China ha comenzado oficialmente a colocar sus activos a través el fondo soberano llamado China Investment Corporation (CIC), formado el 29 de Septiembre de 2007. CIC cuenta con $200.000 millones a su disposición, si bien se cree que le serán entregados casi 1 billón de USD para su gestión. Para la formación del CIC, se contrataron a asesores legales y financieros internacionales así como a algunas de las consultoras estratégicas de más prestigio mundial. Basados en la forma de otros fondos soberanos, el fondo chino tiene ciertas características propias, que reflejan la estructura política de China y su reciente historia de reforma financiera, el fondo pertenece al 100% al gobierno chino y su comité de dirección lo forman altos mandatarios de instituciones financieras públicas chinas, de ahí la estrecha relación con la manera china de actuar, con una fuerte implicación política, algo que en otros fondos como el de Singapur, no se muestra de manera tan evidente.

Por el momento CIC se está enfocando en construir su propio equipo de asesores de inversión. Mientras tanto CIC está confiando en asesores de inversión internacionales de reconocido prestigio, que entrarán en un proceso de solicitud competitivo por el lucrativo negocio de asesorar a China en sus inversiones.

Los 200.000 millones de dólares con los que cuenta el CIC están divididos en tres tramos distintos, el primer tramo, con 67.000 millones de dólares, ha adquirido a precio de valor contable (y no al valor que cotiza en bolsa) al gobierno chino sus participaciones en los bancos públicos cotizados en bolsa (ICBC, Bank of China y China Construction Bank), esta inversión le supondrá que este tramo de 67.000 millones de dólares esté valorado ya en una cantidad sustancialmente superior. El segundo tramo del fondo, también de 67.000 millones de dólares, se dedicará a recapitalizar los otros dos bancos chinos principales, el China Development Bank (CDB) y el Agricultural Bank of China (ABC), en el caso del CDB se pretende que salga a bolsa en un tiempo aún sin definir. El otro tercio (unos 67.000 millones de dólares) del CIC será invertido en el extranjero.

Estas inversiones en el extranjero incluso comenzaron antes de que el CIC fuera oficialmente creado, y es que en julio adquirió algo menos de un 10% del fondo de inversión Blackstone (uno de los más grandes del mundo), y que salió a bolsa el pasado verano, por 3.000 millones de dólares, inversión que por cierto le ha reportado por ahora unas pérdidas de 1.000 millones de dólares. Otra de las inversiones ha sido la compra de un 9.9% del banco de inversión Morgan Stanley por unos 5.000 millones de dólares. La operación supone un alivio para el banco, que ha sido golpeado por la crisis crediticia sobre todo en el último trimestre. Entre septiembre y diciembre, perdió 3.588 millones de dólares y sus ganancias cayeron un 57% en el ejercicio fiscal de 2007.

Pese a la crisis, Morgan Stanley es uno de los grandes bancos estadounidenses en Wall Street, tiene "un largo compromiso con China y ha construido una clara posición de liderazgo en esta región", como ha explicado su presidente y consejero delegado, John J.Mack.

Otra de las destacadas inversiones ha sido la de 4.000 millones de dólares en el fondo de inversión JC Flowers & Co. Cabe destacar que el papel del CIC se limitará a una actitud pasiva, puesto que no contará con ninguna representación en el consejo de Morgan Stanley o de Blackstone, ya que sus participaciones son sin derecho a voto.

Japón es otro de los países donde el CIC está invirtiendo de manera activa, con la intención de invertir alrededor de 10.000 millones de dólares en empresas sobre todo del sector energético, en particular en empresas petroleras y de gas, y en concreto la empresa Inpex, en una inversión estratégica para China, puesto que se espera que esta compañía japonesa sea uno de los campeones nacionales japoneses, ya que se beneficiará de la actividad de Japón en la búsqueda de recursos naturales en el mar del este de China, algo que ha sido un conflicto diplomático entre China y Japón, al enfrentarse ambos países sobre cómo definir la frontera marítima dentro de este mar dados los potenciales recursos naturales que se pueden encontrar, algo que en la futura visita de Hu Jintao a Japón a finales de este año se podría resolver. Si bien desde Japón se comenta que la única intención del presidente chino es tan sólo el allanar el camino para las inversiones del CIC en Japón y la ayuda de China en la creación de un fondo soberano japonés, un proyecto que oficialmente ya ha comenzado.

A nivel doméstico una de las principales inversiones en instituciones no financieras ha sido la compra del 1% de la China Rail Corporation, una compañía controlada por el gobierno chino, y cuya salida a bolsa fue tremendamente exitosa.

El vice ministro de finanzas Li Yong desveló que la estrategia de inversión del CIC será de manera gradual y con precaución, y que no invertirían en aerolíneas, empresas de telecomunicación o compañías petroleras extranjeras (algo que no sucedió con Inpex).

Debido al gran poder y la influencia política de los fondos soberanos, y en particular del CIC, existe la posibilidad de que ahora tanto los EEUU como la UE consideren el erigir barreras a la inversión extranjera controlada por países extranjeros, bajo la excusa de cuestionar el interés puramente económico de estas inversiones, y sino conllevan el problema de que se extraía conocimiento tecnológico o influencia política con el control de las empresas objeto de compra, algo que desde mi punto de vista es algo hipócrita puesto que países dentro de la UE están permitiendo la entrada de empresas privadas controladas mayoritariamente por gobiernos, tenemos el caso de las eléctricas en España con la posible OPA de EDF (controlada mayoritariamente por el gobierno francés) sobre la eléctrica Iberdrola.

La creciente importancia de los fondos soberanos fue algo de lo que se habló en la última reunión del G7, donde se instó a que dichos fondos siguieran una pautas en cuestiones como la estructura institucional, control de riesgo o transparencia, mientras que los países receptores de estas inversiones aplicarían unos principios de no discriminación y transparencia.

Dada la preocupación de las democracias occidentales (EEUU, Suiza y Alemania se han pronunciado al respecto) no es probable que el CIC comience a invertir de una manera considerada hostil en un país socio comercial como los EEUU y Alemania, de ahí que dos de las inversiones más importantes hasta ahora (JC Flower y Blackstone) sean fondos de inversión que invertirán su dinero sin la preocupación de ser China el inversor directo en el país receptor de su inversión.

Lo que todavía no está claro es si el CIC ayudará a las empresas controladas por el gobierno chino en sus inversiones fuera de China como co-inversores, algo que el CIC no ha confirmado ni desmentido hasta ahora, de ser así podría tener ciertos conflictos políticos (recordemos el ejemplo de la OPA frustrada por la empresa petrolera americana Unical en 2006 o la reciente frustrada compra de la empresa 3M por parte de Huawei con la ayuda del fondo de inversión Bain Capital).

Se estima que en un prudente espacio de tiempo el CIC clarifique sus estrategias de inversión, sus relaciones con el gobierno, entre otros aspectos a fin de eliminar los miedos que puedan existir en los mercados y de otorgar al fondo la transparencia necesaria para invertir libremente en los mercados internacionales.

En definitiva, nos encontramos ante un nuevo actor dentro del panorama financiero internacional, que viene a demostrar la creciente influencia de China en el panorama político y financiero mundial.

Javier Guerra.
Ejecutivo de Inversiones del fondo de inversión GSF Capital.

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