sábado, 15 de diciembre de 2007

El agua, el punto caliente del conflicto

Número 6 /Diciembre-Enero de 2008
Paul M. H. Buvarp

Centrándose específicamente en los asuntos relacionados con el aprovisionamiento de agua en la región, ¿qué efecto tendrá el calentamiento global en el conflicto Palestino- Israelí?

Este artículo documenta que el calentamiento global conducirá a una sequía en ciertas regiones del mundo. Israel y la región occidental del Asia mediterránea es una de esas regiones. Las reservas de agua ya son un problema en la región, y los especialistas predicen una guerra si los problemas persisten. Ya ha habido diferencias políticas entre Israel y el Líbano sobre la administración de la preciada agua. Es probable que en el futuro las cosas empeoren con el calentamiento global. Las sequías serán más comunes a causa del aumento de las temperaturas y una disminución de las precipitaciones. Tal hecho no será beneficioso para una situación que actualmente ya es tensa.

Con ligeras reservas, presento este discurso con una larga ristra de profecías presagiando el destino de Israel; Me estoy adentrando en una tarea titánica. Sin embargo, la tesis que aquí presento no es tanto una predicción como una cuestión. No es una mera profecía, es un acuerdo. La Comisión Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPPC- The Intergovernmental Panel on Climate Change) ha declarado que las pruebas del calentamiento global son “claras” (Solomon, Qin, Manning, Chen, Marquis, Averyt, Tignor, Miller 5) y que son “muy probables debido al aumento observado de concentraciones de gas de efecto invernadero antropogénico.” (Solomon, Qin, Manning, Chen, Marquis, Averyt, Tignor, Millar 10) Si no se llega a un acuerdo con el tiempo, el calentamiento global agravará mucho el asunto de las tensiones con el agua en la región mediterránea de Oriente Medio, al tiempo que el conflicto Palestino- Israelí llegará a un nivel catastrófico.

La cuestión sobre cómo afecta el calentamiento global en la política es una de las preguntas más importantes hoy en día. Nunca nada había sido tan perjudicial como los efectos humanos en el cambio climático. Es completamente necesario que este asunto se discuta, debata y se atenúe ahora, antes de que sea demasiado tarde.

Primero, mencionaré brevemente cómo el calentamiento global afecta al clima para acabar en sequía, especialmente en la región cercana. Después, describiré hechos recientes y actuales sobre el agua en Israel, antes de finalizar en el objetivo de este artículo: el pronóstico. Al utilizar recientes hallazgos del grupo de trabajo del IPPC, detallaré las predicciones hechas por científicos llevadas en el campo y comentaré las consecuencias políticas de dichas predicciones.

El calentamiento global afecta al clima a muchos niveles y de muchas maneras. Al Gore resume la base del problema en su influyente libro ‘Earth in the Balance’ (La tierra en equilibrio):

“Muchos científicos están preocupados ya que mientras las zonas polares se calientan más rápido que los trópicos y la diferencia de temperatura entre ellos es menor, estos actuales océanos, que están marcados en gran parte por esas diferencias, deben ir más despacio o buscar un nuevo equilibrio. Si el modelo circulatorio cambia, el modelo del clima también cambiará: en algunas regiones lloverá más, en otras menos; algunas áreas serán más cálidas, otras más frías.” (Gore 101)

De esta manera, el calentamiento global es más un fenómeno variable en términos de consecuencias, y mientras algunas regiones experimentarán un conjunto de efectos, otras regiones experimentarán otro tipo de efectos. Esto ya está sucediendo. Los científicos ya han empezado a “informar de una sequía general de la tierra y una expansión de la desertificación en el área mediterránea” (Abbot, Rogers, Slboda 15). Por lo tanto, los efectos son observables incluso ahora. Pero tampoco se limita a una sola área en el mundo, el problema es global en el sentido de la palabra. De hecho, “uno de cada seis países del mundo se enfrenta a restricciones de alimentos debido a las sequías que podrían convertirse en semi-permanentes como resultado del cambio climático”(Abbot, Rogers, Sloboda 15). Junto con el fracaso del cereal, al ya existir restricciones de agua en Israel, esto supondrá un reto nuevo para la región y el mundo.

La carencia de agua es un gran problema en la región. Al principio del año 2000, el Comisario de agua israelí entonces retirado, Meir Ben Meir, comentó seriamente que “si la gente sigue teniendo sed, entonces sin ninguna duda tendremos que hacer frente a una guerra” (Welsh). Y la gente ha continuado sedienta. Zemah Ishai, Comisario de Agua de Israel en 1990, calificó la carencia de agua en la franja de Gaza como una “catástrofe” (Gore 101). Esto tiene especial importancia ya que la división entre Palestinos e Israelíes supone una serio dilema: “los dos pueblos confían en el acceso a muchas de las mismas fuentes de agua” (abbot, Rogers, Sloboda 37). En tiempos de agravamiento del conflicto, el cual por desgracia no es raro que ocurra en la zona, Israel mantiene el control sobre gran parte del agua fresca que el territorio palestino necesita. Sin embargo, otros factores también suponen un problema para la sostenibilidad del agua.

Los medios de comunicación como el New York Times o Time Magazine informaron en otoño del 2002, que también Israel estaba protegiendo los recursos hídricos frente a otros países. “Israel ha dicho que asume un grave riego en el plan del Líbano de transportar agua a las aldeas del sur desde los afluentes del Wazzani” (Disputa por el Agua con Israel) publicó el periódico New York Times. Los afluentes de Wazzani están conectados con un afluente del río Jordán que es una fuente importante de agua para los israelíes. Esto marca un desarrollo importante en el tema de la escasez de agua fresca y es un aviso de los conflictos importantes que pueden venir si no se hace nada al respecto.

Sin embargo, cabe destacar que Israel se equivoca cuando piensa que la sequía y la falta de agua en la región es un problema israelí sino que por el contrario es un problema regional y global. Si el Líbano se quedase seco, Israel tendría que hacer frente a deberes morales muy serios. Y dadas las circunstancias, si esas necesidades humanas no fuesen satisfechas, es más, quizás incluso si fuesen satisfechas, Israel resultaría afectado por una serie de disturbios civiles en la región. Tal y como el comisario de Israel remarcó en 2002, la escasez de agua seguramente acabará en guerra. Y el futuro no parece ser muy esperanzador.

Si el status quo parece problemático, lo que está por venir parecerá desastroso. Actualmente, el IPCC se encuentra escribiendo y preparando el Cuarto Informe de Valoración (Fourth Assessment Report) para hacerlo público. Parte del material de este informe ya ha sido publicado en la red bajo el trabajo de grupos que de manera individual contribuyen a dicho informe. Mis predicciones provienen mayoritariamente del trabajo de dichos grupos.

Lo primero de todo, las temperaturas aumentarán. Aunque este aumento sea más notable en las regiones polares, la zona mediterránea no dejará de estar afectada. En el oeste de Asia, el IPPC ha estimado que las temperaturas seguramente aumentarán entre 1,06 ºC y 1.53 ºC entre los años 2010 y 2039, esto es bajo la futura trayectoria de las emisiones más bajas. Para el futuro más deprimente, es decir un futuro bajo las emisiones más altas, la temperatura probablemente aumentará, en el mismo periodo de tiempo, entre 1,26 ºC y 1,55ºC. Entre 2070 y 2099, el aumento de la temperatura media estimado será entre 2,7 ºC y 3,2 ºC. En el peor de los casos esto significa un aumento entre 5,1 ºC y 6,3 ºC (Curz, HArasawa, Lal, Wu, Anokhin, Punsalmaa, Honda, Safari, Li, Nihn 480, Table 10.5).

También, las precipitaciones en la región disminuirán alarmantemente. El periodo entre 2080 y 2090, comparado con el periodo de 1980 a 1990, sufrirá una perdida media anual de precipitaciones de entre un 20% y un 30%. Y para disipar cualquier duda sobre este asunto, cada uno de los 21 modelos utilizados, predijeron que definitivamente habrá un descenso de precipitaciones anuales en la región. (Christensen, Hewitson, Busuioc, Chen, Gao, Held, Jones, Kolli, Kwon, Laprise, Magaña Rueda, Mearns, Menéndez, Räisänen, Rinke, Sarr, Whetton 883, Fig. 11.9)

Lo que sigue a estas dos predicciones (un aumento de las temperaturas y un descenso de las precipitaciones) es que el agua será menos disponible. “El descenso de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas… han dado como resultado un aumento de la escasez de agua, en particular, en zonas de Asia en las que las fuentes del agua están bajo presión debido al crecimiento de la demanda del agua y la incompetencia en el uso de la misma.” (Cruz, Harasawa, Lal, Wu, Anokhin, Punsalmaa, Honda, Jafari, Li, Nihn 477). Por lo tanto, parecería que los problemas contra los que Israel está luchando, sólo empeorarían ahora con el calentamiento global. Más específicamente, de acuerdo con el IPPC, “en el Líbano, la red anual de recursos utilizables de agua probablemente descenderá un 15% en respuesta al modelo de circulación general (general circulation model- GCM) estimado bajo la duplicación del CO2 climático.” (Cruz, Harasawa, Lal, Wu, Anokhin, Punsalmaa, Honda, Jafari, Li, Nihn 483) Israel no está solo. Más bien lo contrario: “una sequía extrema, en la cual la agricultura sería imposible que continuase, podría afectar a un tercio del planeta a finales del siglo”. (Abbott, Rogers, Sloboda 15)

Con semejantes posibilidades tan sombrías, es fácil imaginar el recorrido hacia el Apocalipsis. La falta de agua, una de las necesidades más básicas de los seres humanos, lleva sin duda al conflicto. Hoy por hoy, Israel y las regiones de alrededor están experimentando una problemática carencia de agua y, con el calentamiento global, la situación probablemente no mejorará. Si se llega a eso, Israel ya ha demostrado que no la compartirá, como ocurre con el Líbano. Probablemente con la sequía, el impacto más grande lo sufrirían los palestinos. Dos pueblos compartiendo las mismas fuentes, especialmente dos pueblos con una difícil disposición hacia el otro, tendrán problemas cuando dichas fuentes disminuyan. En el próximo siglo, estamos esperando la explosión del conflicto a nivel humanitario y moral.

Epílogo

Tengo la impresión de que es irresponsable acabar con tal predicción sin ofrecer algunos medios para combatir el problema. Se tiene que hacer algo para difundir la posibilidad de una situación desastrosa no sólo en Israel sino en todo el mundo. Ha llegado el momento de acabar con las palabras y promesas vacías. Ha llegado el momento de actuar. Atenuar el cambio climático es, sin duda, la tarea más importante que el hombre jamás haya hecho frente. Las predicciones y las postulaciones continúan describiendo el fin del mundo como sabemos. Es tanto misterioso como inquietante que incluso con los avisos, la humanidad continúe inventando excusas. La generación actual de universitarios, llamada la Generación C (Generation C) por analistas y especialistas en predecir tendencias, tiene que representar la “C” de Clima si son capaces de dejar un mundo sostenible a sus hijos. El momento para actuar es ahora, no hay excusas. Esta es una decisión crucial y posiblemente una decisión determinante en la historia de la humanidad. No hay nada más importante.

Paul M. H. Buvarp
Especialista en Relaciones Internacionales

Bibliografia


1. Abbott, Chris, Paul Rogers and John Sloboda. Beyond Terror. London: Rider, 2007.
2. Christensen, J.H., B. Hewitson, A. Busuioc, A. Chen, X. Gao, I. Held, R. Jones, R.K. Kolli, W.-T. Kwon, R. Laprise, V. Magaña Rueda, L. Mearns, C.G. Menéndez, J. Räisänen, A. Rinke, A. Sarr and P. Whetton. ”Chapter 11: Regional Climate Projections.” Climate Change 2007: The Physical Science Basis. 2 Feb. 2007. 9 Nov. 2007 /www.ipcc.ch/pdf/assessment-report/ar4/wg1/ar4-wg1-chapter11.pdf>
3.Cruz, R.V., H. Harasawa, M. Lal, S. Wu, Y. Anokhin, B. Punsalmaa, Y. Honda, M. Jafari, C. Li and N. Huu Ninh. ”Chapter 10: Asia.” Climate Change 2007: Impacts, Adaptation and Vulnerability. 6 Apr. 2007. 9 Nov. 2007 /www.ipcc.ch/pdf/assessment-report/ar4/wg2/ar4-wg2-chapter10.pdf>
4.Gore, Al. Earth in the Balance. London: Earthscan, 2007.
5.”Middle East: Lebanon: Water Dispute With Israel.” New York Times. 8 Oct. 2002. 11 Nov. 2007 /query.nytimes.com/gst/fullpage.html?res=9905E4D7103BF93BA35753C1A9649C8B63>
5.Solomon, S., D. Qin, M. Manning, Z. Chen, M. Marquis, K.B. Averyt, M.Tignor and H.L. Miller (eds.) “Summary for Policymakers.” Climate Change 2007: The Physical Science Basis. 2 Feb. 2007. 9 Nov. 2007 /ipcc-wg1.ucar.edu/wg1/Report/AR4WG1_Print_SPM.pdf>

Welsh, Paul. “Water conflict in Middle East.” BBC News. 2 June 2000. 9 Nov. 2007 /news.bbc.co.uk/1/hi/world/middle_east/764142.stm>


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