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lunes, 25 de enero de 2010

Desarrollando una economía social de mercado, una alternativa para Latinoamérica frente a la volatilidad y dependencia de los mercados internacionales

Número 18/diciembre-enero 2010
Edwin Andersson Cubillos Quintero

La adaptación de las ideas centrales del modelo de economía social de mercado es una tarea compleja en el campo del desarrollo, los aspectos referentes a la inclusión como punto de partida y elemento permanente del modelo han sido sostenidos insuperablemente por Amartya Sen en sus ensayos recientes.

Con toda la seriedad y con un buen ánimo, el profesor Sen recuerda el famoso estribillo de los Beatles. "I can get with a little help from my friends" para dar forma concreta a las ideas de Rawls sobre la igualdad de oportunidades. Agua potable, participación de la mujer, libertad en el control natal, educación básica de calidad, acceso al desarrollo tecnológico, en fin, aquellas cosas que derrotan la pobreza sin discusiones subalternas trazan el rumbo y subrayan los asuntos impostergables.


Al final, los trabajos de Douglass North en economía institucional y todos los aportes sobre dotación de bienes públicos y ruptura de asimetrías en la economía informacional, no son otra cosa que alternativas para materializar la inclusión, para ser posible la concepción de Amartya Sen "Getting by with a little assistance", para practicar la ayuda para la autoayuda, y que en últimas son profundizaciones e innovaciones sobre los presupuestos fundamentales de la economía social de mercado.

Las concepciones de última generación en las formulaciones neoclásicas o neokeynesianas  nos transportan una vez más a los espacios de una bipolaridad sin el campo magnético de una inclusión estable y duradera. La primera, insiste en el sacrificio de las mayorías para facilitar la acumulación y la posterior concentración; Sen la denomina, "sangre, sudor y lágrimas", salvo en situaciones nacionales especiales de clara configuración cualitativa en donde una fuerte inversión en capital humano, salud pública y política industrial activa hace que el  derrame sanguíneo no aparezca.

Para utilizar términos más cotidianos y directos, los economistas latinoamericanos suelen decir que pese a la acumulación no hay un "chorreo" y los mexicanos exclaman: "bastaría siquiera que salpicara". La segunda, de la cual aún se escuchan proclamas en algunas toldas no renovadas de la social-democracia, insisten en forzar la capacidad de carga del estado hasta saturarla, restando sustentabilidad estratégica al ejercicio, provocando "un paso adelante, dos pasos atrás" en el medio plazo.

Dentro de nuestra concepción no se discute la necesidad de la acumulación. Ella es un supuesto básico de la economía de mercado y una buena política económica debe estimularla para alcanzar tasas significativas de crecimiento. Es parcialmente cotidiano comprender que la solidaridad requiere solvencia, empero la acumulación es un deber más no un haber en la economía social de mercado. Se suele afirmar, crecer es lo primero pero sin embargo, abundan los procesos de crecimiento empobrecedor. Es más, las sociedades en general resisten con el riesgo de sucumbir a las acumulaciones súbitas, son como grandes maremotos tanto peores si su origen y multiplicación están catalizados por el narcotráfico y el crimen que van transformando los territorios en muladares y dejan a los pueblos prisioneros de flujos durante largos años.

El crecimiento, de acuerdo a la economía social de mercado está sustentado y a la vez autorregulado por consideraciones éticas, las cuales refieren a la inclusión, a la sostenibilidad y a la responsabilidad humana, y de ello debe encargarse la política la cual consigue materializar su objetivo de gestionar la convivencia pero es un verdadero compendio de fracasos en cuanto al asumir su  cuota de responsabilidad de la suerte de lo humano de forma evolutiva y generacional.

De manera general, la economía social de mercado significa responsabilidad y la acumulación sana evita la multiplicación ilimitada, tiene en la continencia un gran aliado para la sostenibilidad y para definir el grado humanamente admisible de la programación que trae consigo la aceptación de un orden económico y por lo tanto también político.

Este no es un asunto emocional, tampoco meramente autoexhortativo, es imperioso para cualquier apuesta responsable sobre el futuro recuperando la "llave de la moderación", como lo ha llamado Solzhenitsym, en pleno auge de la globalización superada las fases del mega optimismo y del catastrofismo en torno a proceso económico y de esta manera asistiendo a la mayor formación de riqueza, en el menor tiempo histórico de todo el trasegar humano, es necesario asegurar los espacios y las decisiones colectivas para experimentar satisfacción cada vez más colectiva.

En este nuevo milenio, cuando tragedias como la del tsunami evidencian la exclusión comunicacional, la inexistencia de sistemas de alerta temprana en las naciones más pobres y distantes, en estos años del Airbus A-380 y de los hogares digitales, cuando la extensión del uso del terror, los mecenas y las guerras de imposición parecen ser aceptadas con indiferencia o peor aún, con cierto beneplácito en vastas regiones del mundo, se torna obligatorio apretar el paso en el esfuerzo por conocer más profundamente y mejor la sociedad, intentando otro movimiento para así afirmar responsablemente sin postrarnos en la mera contemplación, más también sin ceder a la tentación clientelista de los poderosos que se auto proclaman grandes profetas y mesías  así como podemos recordarlo en los grandes relatos de Enrique Serrano "de parte de Dios" en donde encontramos una similitud con nuestras actuales guerras religiosas "la guerra es la mejor vía para realizar los planes de Dios en un corto tiempo, y luego, al cabo de los años, disculparse  con cinismo sin límite, sobre las miles de víctimas, manifestando que Dios les falló"(1).

Otro aspecto en el que debemos reflexionar es el relacionado con la crónica sobre el fascismo que ha estado dominada por los poderes ulteriores que emergieron como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. Al lado de las siempre pertinentes denuncias sobre el holocausto y de las apologías sobre la victoria militar aliada, en la cuales  el sentimiento antiestalinista bien fundado inhibe el reconocimiento histórico al sacrificio del pueblo soviético para lograr la derrota del nazismo, de esta manera resaltamos que el mundo y América necesita más pedagogía sobre los peligros del autoritarismo sea político o económico y de los embrujos caudillistas.

Como vendría de bien a nuestros jóvenes latinos y de todas las naciones en desarrollo asistir en amplias delegaciones presenciales al recorrido socio-jurídico Docu-Zentrum en Nuremberg para tomar medidas de atención frente a los riesgos de la fascinación totalitaria, del pensamiento único, del terrorismo de estado, del patriotismo trivial, de las actitudes mesiánicas, de la impunidad para los agentes del terror en todas sus variantes, de los graves resultados que se dan por venganza en cualquiera de sus formas entre una de ellas la impunidad para la suerte de nuestra comunidad.

Por último debemos resaltar la respuesta que la economía social de mercado daría frente al problema de la volatilidad y la arriesgada dependencia de la economía latinoamericana frente a problemas diplomáticos y de caos económico mundial y en qué medida Latinoamérica gana como región en desarrollo con el proceso de globalización y de nuevas conexiones comerciales. De esta forma podemos decir que la ganancia de la región se verifica cuando tiene "acceso real" a nuevos mercados, como consecuencia de exportaciones con valor agregado que se efectúan gracias a la implementación de nuevos conocimientos y tecnologías en sus procesos productivos. Bajo esta dinámica surgen ganadores y perdedores, situación que aplica tanto a los países como a los diferentes grupos de población dentro de cada una de las economías.

La mayoría de los sistemas económicos latinos desde los años 90, en el plano constitucional, tienen conceptos congruentes con el modelo de economía social de mercado resaltando para su desarrollo los principios de soberanía e interés nacional, en donde salimos de unos simples estados de derecho y de un modelo económico simple a uno en el cual la creación de reglas de acceso equitativas y justas deben regular de forma eficiente el derecho a la libre competencia tanto en el mercado interno como en el externo, reglas inclusivas en materia de economía sin menoscabo de los principios superiores sobre la libre iniciativa.

En una coyuntura como la actual, el estado y la sociedad deben evaluar las implicaciones que en el largo plazo generarán medidas y reglamentaciones que involucren al mercado, identificar los sectores vulnerables y comenzar ya a evaluar alternativas de nuevos lugares de comercialización en otras regiones y continentes, y en cuanto al gobierno, éste debería cambiar su rol que no signifique la simple exclusión del mismo de la actividad económica sino su conversión en plataforma animadora de los mercados, factor para la corrección de sus errores, promotor y garante de la competencia y del desarrollo del sector privado.

Edwin Andersson Cubillos Quintero
Diplomado en Altos Estudios de Gobernabilidad, Gerencia Política y desarrollo de proyectos con Marco Lógico por la Universidad del Rosario (Bogotá - Colombia) en convenio con la Universidad George Washington, investigador y redactor del Centro de Estudios sobre integración (CESI - Universidad Javeriana).

Fuentes bibliográficas:

(1) Serrano, Enrique. "De parte de Dios", Ed. Planeta, 2000. Pág. 85
Amartya Kumar Sen, Construir confianza - ética de la empresa en la sociedad de la información y las comunicaciones, edición Adela Cortina Orts  Madrid, España, 2003
Amartya Kumar Sen, On economic inequality Publicación de Oxford, Clarendon Press; New York, Oxford University Press, (impresión de 1997).
John Rawls, La justicia como imparcialidad; traducción de Roberto J. Vernengo, México - Universidad Nacional Autónoma de México, 1984
Josef Thesing, Economía social de mercado y democracia, editor Guillermo León Escobar H, Konrad Adenauer Stiftung, Bogotá, 2004.
G. M. Gilbert, Nuremberg diary, The New American Library of World literature, New York. 1961
Joe Julius Heydecker y Johannes Leeb, El proceso de Nuremberg Editorial Bruguera, Barcelona.1965
Enrique Serrano, De parte de Dios. Editorial Seix Barral 2002
Manuel Castells. ¿Es sostenible la globalización en América Latina? Editorial Fondo de Cultura Económica, Santiago de Chile, 2003.
Política Económica y economía social de mercado en Colombia, Soluciones en desarrollo Nº 14, Editado por: Pontificia Universidad Javeriana, Corporación pensamiento siglo XXI y Konrad Adenauer, Bogotá, 2006
Juan Alfredo Pinto Saavedra. Por una economía social y ecológica de mercado en Colombia Ed. Konrad Adenauer-Stiftung, Bogotá, 2005.

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