Número 13/Febrero-Marzo 2009
Pedro Iván Suárez B.
“En la playa hay una niña, la niña tiene familia, Y la familia una casa. La casa tiene dos ventanas y una puerta... En el mar, un acorazado se divierte cazando a los que caminan, Por la playa: cuatro, cinco, siete, Caen sobre la arena. La niña se salva por poco, Gracias a una mano de niebla, Una mano no divina que la ayuda. Grita: ¡Padre! ¡Padre! Levántate, regresemos: el mar no es como nosotros. El padre, amortajado sobre su sombra, a merced de lo invisible, No responde. Sangre en las palmeras, sangre en las nubes. La lleva en volandas la voz más alta y más lejana de La playa. Grita en la noche desierta. No hay eco en el eco. Convierte el grito eterno en noticia, Rápida que deja de ser noticia cuando Los aviones regresan para bombardear una casa, Con dos ventanas y una puerta...” (1)
El conflicto que se desarrolla actualmente en Gaza y en todo Oriente Medio tiene sus antecedentes desde hace varios siglos atrás. La región que nos interesa está cargada de historia y de conflictos pasados en donde los intereses contrapuestos de todos los actores posibles se enfrentaron. Desde los Romanos, Bizantinos, Musulmanes, Turcos Otomanos, Europeos Cruzados, Mongoles, Judíos, Las potencias Coloniales Europeas, y las potencias mundiales actuales. Con el conflicto actual en Gaza, la guerra es más que un conflicto religioso o es parte de una estrategia regional de Israel y EE.UU. para la destrucción del fundamentalismo Islámico. Entonces cabría la pregunta, ¿el conflicto en oriente medio es fruto de la geopolítica realista de los gobiernos judío y estadounidense?
La historia del conflicto en Oriente Medio, especialmente en el Líbano y Palestina se remonta a la primera cruzada en el año 1025 cuando el papa Inocencio III, exhortó a los caballeros europeos a lanzarse en una guerra sin restricciones contra los infieles, cuyo objetivo era recuperar tierra santa. Esto se conoce como cruzadas. Durante la primera de las 8 que ocurrieron, se tomó tierra santa y se estableció el reino Latino de Jerusalén donde los cruzados vivieron al estilo feudal europeo por varios siglos, el reino cristiano que abarcaba lo que hoy es Israel y parte de Jordania y Líbano, cuya capital era Jerusalén. Se estableció en 1099 y perduró hasta el año 1291. Para esta fecha que coincide con la tercera cruzada y el surgimiento del líder Islámico Salah al-Din Yusuf, conocido en occidente como Saladino, quien reconquistó para la media luna, toda la tierra santa expulsando a los cruzados y creando la idea de un primitivo Panarabismo, que desembocaría en las revueltas al interior del Islam y que llevaría al poder a los Turcos Otomanos.
Aún así para el año 1500, varios cristianos, seguidores de San Maron, (de ahí el nombre de Maronitas), seguían viviendo en lo que hoy es el Líbano, sumado a esta población de confesión Cristiana, estaban los Ortodoxos Armenios, que tras la desaparición del Imperio Bizantino con la caída de Constantinopla y el traslado de la capital ortodoxa a Rusia, algunas comunidades se trasladaron al sur hasta llegar al Líbano. Estas comunidades cristianas consolidaron una rica clase gobernante, que aún dentro de los alineamientos Otomanos, pervivieron por varios años, con la finalización de la I guerra Mundial y el desmembramiento del imperio Otomano, la región del Líbano, y Palestina quedo bajo jurisdicción de Gran Bretaña. Hay que revisar asimismo el proceso histórico vivido en la región en cuanto a los grupos Islámicos que se asentaron en el Líbano; Sunitas, Chiítas y Drusos, todos convivieron durante el periodo de las cruzadas pacíficamente atacando al enemigo en común, durante el periodo de opresión turca, los grupos islámicos persuadidos por agentes británicos lucharon por su independencia y alentados con la promesa de un Estado Palestino no centraron sus esfuerzos en divisiones internas sino en construir un proyecto de Estado.
Al finalizar la segunda Guerra Mundial y al verse Occidente presionado por la comunidad judía, se estableció en territorio palestino el Estado de Israel en 1948. La proclamación de éste, tiene como respuesta la intervención militar de cinco estados árabes: Siria, Líbano, Egipto, Irak y Jordania. Esta primera guerra árabe-israelí se traducirá en el primer gran éxodo palestino, según Baigorri Argitaletxea, cifrado en más de medio millón de personas. Esta será la primera guerra en Oriente Medio entre israelíes y árabes – palestinos, tras 20 años de tensión en la zona, la nacionalización del canal del Suez, el surgimiento del Panarabismo de Nasser en Egipto, que derivaría en la guerra de 1967, la Guerra de los Seis Días. En donde Israel se enfrenta a la alianza integrada por sirios, jordanos y egipcios. El conflicto se saldó con la ocupación por parte del Ejército judío de los Altos del Golán sirio, la egipcia Península de Sinaí y toda Palestina. Una vez más el pueblo palestino es preso de las represalias del estado israelí. Los estados musulmanes de Oriente Medio, no se rendirían tan fácilmente y en 1973 estalla la Guerra del Yom Kipur. Egipto y Siria desatan una ofensiva militar aprovechando la celebración religiosa judía de Yom Kipur. Siria recupera parcialmente los Altos del Golán. Pero la tensión se incrementa y los estados árabes son vencidos una vez más.
Desde la primera guerra Árabe – Israelí y hasta 1974, el Líbano se mantiene al margen de los conflictos de forma relativa, ya que su belicoso vecino, Siria, utiliza en varias ocasiones su territorio para lanzar ataques contra poblaciones hebreas. Tras el reconocimiento de la OLP (Organización para la liberación de Palestina), en este año, por parte de la ONU, las fuerzas palestinas de resistencia, se establecieron en el sur del Líbano desde donde lanzaron ataques con cohetes e incursiones armadas en la frontera. Al Fatah, brazo armado de la OLP, inició una serie de secuestros y ataques terroristas propiciando que desde 1975 hasta 1981 se lanzara la invasión israelí del Líbano en donde se escondían los líderes de los movimientos palestinos. Al cabo de varios años de guerra y devastación en donde las facciones al interior del Líbano se enfrentaron, los cristianos maronitas auspiciados por Israel atacaron a los civiles libaneses musulmanes y refugiados palestinos. La comunidad libanesa en su totalidad quedo arrasada y solo tras varios años de procesos de paz y reconstrucción el país se logró estabilizar. Hasta ahora.
Durante la guerra civil, surgieron grupos radicales patrocinados por el régimen islámico de Irán y el estado sirio. Hezbollah, grupo chiíta armado que centra su acción contra las tropas de ocupación de Israel en el Líbano, este grupo no desaparecerá mientras el ejército y el estado israelí no cese sus hostilidades contra el pueblo palestino y libanés. Hamas, grupo palestino armado que lucha en contra de la ocupación israelí de los territorios palestinos ocupados y no ocupados. Estos dos grupos han incrementado sus acciones violentas en contra de Israel paralelamente éste, ataca con su aviación la infraestructura militar y civil de la autoridad palestina.
Esta situación persistió por varios años en una tensa calma, varios enfrentamientos e incursiones por ambas partes, procesos de paz inconclusos y asesinatos y violaciones de los derechos humanos en donde la población civil es la única perjudicada.
Eduardo Galeano, en una oración sintetiza la impotencia ante la intransigencia israelí, El secuestro de un soldado Israelí por parte de fuerzas palestinas y 2 solados por parte de Hezbollah, ¿Hasta cuándo el secuestro de un soldado israelí podrá justificar el secuestro de la soberanía palestina? ¿Hasta cuándo el secuestro de dos soldados israelíes podrá justificar el secuestro del Líbano entero?; El ejército Israelí se lanzó en primer lugar en una guerra frontal contra la autoridad palestina encabezada por Hamas y posteriormente contra el Líbano, contra el Hezbollah, después de 2 meses de enfrentamientos en donde Israel solo penetró unos kilómetros con los blindados y la infantería desde la frontera sur y sólo con su fuerza aérea pudo atacar fuertemente las ciudades libanesas, Beirut y Tiro fueron fuertemente bombardeadas, la infraestructura civil fue destruida, plantas eléctricas, de agua, hospitales y carreteras fueron destruidas por las fuerzas judías. Amnistía Internacional aseguró que se han confirmado 170 ataques con bombas de racimo en el sur del país, y sostuvo que no tiene dudas de que Israel atacó deliberadamente con estos artefactos zonas urbanas, con lo que violó la ley internacional que determina que estas municiones no pueden ser utilizadas en zonas pobladas por civiles. "Estas bombas fueron lanzadas en medio de los pueblos", aseguró el experto, quien sostuvo que detectarlas y retirarlas puede llevar 12 meses o más. Algunas son del tamaño de una lata de refresco, negras y cilíndricas, otras son redondas y parecen piedras dice Amnistía Internacional. Los crímenes de guerra del ejercito israelí no son algo novedoso, desde la guerra del Yom KiPur, las tropas judías atacan principalmente blancos civiles, dejando a un lado las operaciones estrictamente militares pero que no dejan resultado satisfactorio. Se pretende acabar con la población civil para que no haya respaldo para las milicias islámicas.
Tras solo 3 años después de la cruenta y salvaje destrucción del Líbano por parte de Israel, se ha iniciado una segunda fase de la campaña de aseguramiento de las fronteras del estado judío. El cerco a Gaza y la posterior ocupación total es parte de un elaborado plan estratégico que tiene como objetivo consolidar la presencia Israelí en la frontera Sur, con la Gaza palestina, y Egipto; en este frente las fuerzas hebreas tienen como rival al movimiento gobernante en Palestina, Hamas quien a diferencia del moderado Al – Fatah, no renuncia a la destrucción del estado de Israel y la creación de uno palestino, igualmente son la principal fuerza de resistencia para la hegemonía total Israelí dentro de Palestina. Por tal motivo las fuerzas militares de Israel, han iniciado una campaña de neutralización de Hamas y consolidación del poder hebreo en Gaza, para tal fin, se ha empleado indiscriminadamente la aviación, los bombardeos de blancos no siempre militares y la disuasión por medio de tácticas de terror. Durante varias semanas, se ha hostigado la infraestructura civil y militar sin diferencia, se ha atacado sin reparo a la población civil, las labores humanitarias de las Naciones Unidas han sido saboteadas, interrumpidas y se ha llegado al extremo de interrumpirlas por las vías de facto. El conflicto se encuentra en su punto más álgido, con más de 800 muertos y miles de heridos, entre los cuales el mayor porcentaje son civiles, y entre ellos niños.
Después de este análisis histórico, se debe revisar la situación geoestratégica del Israel y todo el territorio de Palestina. Con los atentados del 11 de septiembre de 2001, y la posterior invasión de Afganistán, se inició la guerra preventiva, pero hay que analizar el transcurso de esta guerra y las posiciones estratégicas que se perfilan en la región. La invasión a Irak en 2004, dejó a Irán, el estado fundamentalista más peligroso y uno de los principales exportadores de petróleo y socio económico de China y Rusia rodeado por dos flancos. Pero en una posible guerra contra este país, Siria el posible aliado de Irán junto con los grupos armados islámicos ofrecerían una encarnizada resistencia a las tropas estadounidenses y hebreas. Para EE.UU. sería peligroso en todo sentido, ya que abrir un tercer frente de batalla sumado al de Irak y Afganistán es inviable, entonces, sería más provechoso usar a los aliados más cercanos, los judíos de Israel, ellos podrían avanzar por el norte y llegar hasta Siria neutralizando este posible frente. En este recorrido está el Líbano y Hezbollah.
Pero como resulta lógico, en el momento del estallido de este conflicto, los demás grupos islámicos como Hamas, iniciarían una campaña de terror y resistencia desde el Sur, con lanzamiento de cohetes, atentados suicidas e incursiones armadas en gran escala. Por tal motivo desde el punto de vista geopolítico estratégico, Israel debe acabar con las posibles amenazas proporcionándose una frontera segura y si para esto debe acabar con otro estado lo hará. La campaña de consolidación del poder hegemónico en Medio Oriente de Israel conjuntamente con Estados Unidos, no se ha hecho ni se hará de un solo golpe, sino por el contrario el plan está compuesto por varias fases, que iniciaron con la primera guerra del Golfo y todas las acciones militares desde entonces, pasando por el punto de inflexión del 11 de septiembre de 2001, donde se legitimó mediante el concepto de guerra preventiva, las acciones contra los estados de Oriente Medio; Pero este conflicto que antaño fue estrictamente religioso y de antecedentes históricos, ahora es simplemente usado por los estados hebreo y estadounidense que manejan las organizaciones económicas y políticas del mundo, así como las petroleras rivales de China y Rusia.
La guerra preventiva lanzada por Israel no tiene como objetivo proteger a sus ciudadanos, prueba de ello es que desde el inicio de todas las guerras los ataques por parte de Hezbollah, Hamas o cualquier fuerza árabe se han ido incrementando y son más certeros. Sólo se busca acabar con los estados que atentan contra los intereses en la región. Así como en su momento en Irak la excusa fueron las supuestas armas de destrucción masiva, en el Líbano la excusa fueron los soldados secuestrados y ahora el supuesto accionar terrorista de Hamas. No importa para el judío internacional que la población se encuentre en medio, sólo conseguir los objetivos planteados desde un comienzo es lo que lo satisface, el límite moral o ético está fuera de todo entendimiento en este conflicto, el realismo político hace parte de la geopolítica de Estados Unidos e Israel con sus vecino musulmanes.
Gaza está nuevamente destruida. Y la comunidad internacional observa acallada por la mano del Judío Internacional.
“Para nuestra patria cautiva, la libertad de morir consumida de amor…”
Mahmud Darwish
Pedro Iván Suárez B.
Graduado en Relaciones Internacionales y estudios políticos, Universidad Militar Nueva Granada (Colombia)
Bibliografía
(1) DARWISH, Mahmud, La niña / El Grito, Poesia Arabe, Ramala 2006.
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