miércoles, 13 de agosto de 2008

Terrorismo de estado en Bolivia

Número 10/Agosto-Septiembre 2008
Rodrigo Martin Ramos Suarez

“El terrorismo de estado que está efectuando el oficialismo es una intimidación política, social y económica”.

La política del Socialismo del siglo XXI que está implementando Evo Morales, la cual se está llevando a cabo a conciencia, tiene grupos militares encargados de amedrentar, intimidar, abusar y hasta hacer terrorismo. Su amigo Hugo Chávez se encuentra comprando las conciencias de políticos internacionales, financiando campañas, financiando el terrorismo en Bolivia y entrometiéndose en las políticas de otros países.

La comisión de investigación del Senado Nacional, formada por parlamentarios de “Podemos”, presentó hoy cuatro elementos que involucran directamente al gobierno y a la embajada venezolana en el atentado con bombas a un canal de televisión en Yacuiba.

“Hay un componente financiero, en una planilla de viáticos, todo un personal se destaca a diferentes puntos del país como Pando, Beni y otros, cuya financiación está a cargo de la embajada venezolana al igual que el propio alquiler de vehículos, que se usaron en el atentado", informó Walter Guiteras. Una lista de personal con viáticos y planillas para trasladarlos al Beni y a Pando. Hay contratos con Barron´s Rent A Car, la embajada paga, quién saca la movilidad es Oswaldo Flores Montaño y quién la accidenta es George Peter Nava Zurita. Por las llamadas de teléfono previas y posteriores al atentado del celular del Teniente Nava al personal de la embajada de Venezuela y por los pagos realizados de la embajada venezolana a Barron´s Rent A Car, por la lista de viáticos, por los nombres, por las llamadas de celular, antes y después, se tiene la evidencia de que hay una complicidad de miembros de la embajada venezolana en este atentado. El tercer punto es el elemento militar, porque se trata de “miembros activos de las Fuerzas Armadas involucrados en el hecho, desde el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas hasta el jefe de seguridad del Palacio de Gobierno”, manifestó. El Palacio de Gobierno fue identificado como el cuarto elemento del atentado.

Este es un ejemplo de amedrentamiento político que tiene el oficialismo en contra de las regiones que piensan de manera diferente y contra ellos. Estos son algunos más: Huanuni (octubre de 2003), Cochabamba (enero de 2007), Sucre, la Calancha (noviembre de 2007), el secuestro de Roberto Sandoval (Sucre, junio de 2008), la violencia en los referendos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija (mayo, junio de 2008) y el atentado en Yacuiba (junio de 2008). También hay amedrentamientos internacionales que interfieren en la soberanía de nuestro país como son los aliados internacionales de Evo Morales, los Kirchner de Argentina, Hugo Chávez, Rafael Correa de Ecuador, Ollanta Humala de Perú, Andrés Manuel López Obrador de México, Carlos Gaviria Díaz de Colombia, Daniel Ortega de Nicaragua y Otton Solís de Costa Rica; los cuales reciben grandes contribuciones de dinero destinadas a financiar sus respectivas campañas políticas y a tener amigos que le den apoyo internacional.

El Socialismo del Siglo XXI con su apoyo a supuestos “Movimientos Sociales” lo único que hace es destilar envidia, rencor, resentimiento e indignación. Dicho socialismo no forma movimientos sociales sino movimientos masivos que tienen vinculaciones con el partido del gobierno, estos movimientos son utilizados para una distracción política y son instruidos para provocar caos, odio, enfrentamientos entre los mismos bolivianos, esta situación no reporta ningún avance sino más separación entre nosotros mismos. Actualmente los ponchos en Bolivia son una milicia indígena muy temida. Sus dirigentes dicen contar con 100.000 hombres armados. Recientemente, el presidente Evo Morales convocó a esta milicia indígena para defender la unidad del país junto a las Fuerzas Armadas ante las aspiraciones autonómicas de provincias ricas como Santa Cruz. Públicamente, Morales ha otorgado a los ponchos rojos el estatus militar y ha comparado su misión con la del Ejército regular boliviano. Lo que uno no entiende es que si existen las Fuerzas Armadas para qué necesitamos milicias armadas. También hay para-militares, militares que son utilizados para intimidar a las regiones.

Las Fuerzas Armadas también se utilizan para intimidar a la población como demuestra la advertencia que lanzó el comandante de las FFAA, el general Luis Trigo, (la decisión de aplicar el reglamento interno de la institución castrense sobre la portación y uso de armas de reglamento -armamento letal- para resguardar al presidente, Evo Morales, o en cualquier acto donde sean convocados para usar las armas en cualquier situación que lo requiera su excelencia) la que fue calificada como descabellada por Gary Prado y Lucio Áñez, dos generales retirados. Prado señaló que las FFAA están siendo utilizadas políticamente por el gobierno, lo que ha generado el rechazo y el estallido de violencia popular. Ordenó a Trigo mantenerse al margen de los temas políticos, a fin de evitar que los policías militares sufran más ultrajes y humillaciones.

La política económica del gobierno de Evo Morales es centralista a pesar de proclamar ser autonomista, lo que ha logrado es centralizar más el poder. Con sus pésimos ministros, asesores y las personas que tiene en su entrono, no tiene un plan económico, no trae inversiones extranjeras, mejor dicho las atemoriza o asegura que las quiere "nacionalizar", amenaza con recurrir a altas instancias internacionales y cada vez endeuda más al país. En el 2007 la inflación fue de dos dígitos, la medida del gobierno fue prohibir las exportaciones la que resultó en un aumento de la inflación y perjudicó todavía más a la exportación de productos bolivianos.

Fruto de su sed de poder en el gobierno, Evo Morales ha restado ventajas a las regiones mediante la incautación de la recaudación del IDH (Impuestos Directos a los Hidrocarburos). La recaudación de dichos impuestos iba destinada a mejorar la salud, seguridad y educación en las regiones. Dicha recaudación ha sido captada por el oficialismo para financiar sus campañas con el objetivo de conseguir nuevos adeptos.

Pero al gobierno lo que más le ha dolido han sido los referendos para aceptar “Los Estatutos Autonómicos de cada región”, ya que las cuatro regiones ya tienen aprobado su estatuto. El 4 de mayo fue un día histórico en Bolivia con la aprobación de los Estatutos Autonómicos con un 86,4% de los votos. El 1 de junio en el departamento de Beni se aprobaron con más del 81% de los votos a favor del sí a sus Estatutos Autonómicos y lo mismo ocurrió en el departamento de Pando con más del 83% de los votos por el sí. El 22 de junio en el departamento de Tarija ganó el sí con el 78.78% de los votos. Actualmente en Chuquisaca hubo elección de prefecto, en la cual ganó Sabina Cuellar, por primera vez una prefecta indígena. Ella está luchando por mejoras en su región y es autonomista. El prefecto de Cochabamba Manfred Reyes está recolectando firmas para conseguir ser un departamento autonómico, de la misma manera lo están haciendo otros departamentos que saben que las autonomías no son separatistas como proclama el oficialismo.

Si usted piensa que en Bolivia se está solucionando el problema político y social con la promulgación de la ley del Referéndum Revocatorio para sacar al actual presidente, pues no es así. Se trata tan sólo de un pantallazo mediático que lo único que busca es entregar de manera discreta el poder político al presidente de la República. Y se trata de un respiro, ya que apenas le quedan 2 años y medio para que termine su mandato. Y todo el mundo piensa “que bueno se pusieron de acuerdo en Bolivia” y todo lo que han hecho los prefectos está en riesgo de terminar en la basura.

Desde los albores de la República, los ciudadanos del oriente boliviano nos hemos acostumbrado a recibir ataques del centralismo andino que no sólo son verbales. Cambian los gobiernos y el color político de los inquilinos del Poder Ejecutivo, pero el encono y la animadversión en contra del oriente boliviano es una constante. Con la llegada al poder del indigenismo quechua, estos agravios se han radicalizado y lo que parecía ser un reencuentro entre los bolivianos, tras las elecciones del 18 de diciembre, se ha convertido en la excusa de los populistas de turno para centrar su revanchismo y frustración contra el pueblo cruceño.

“Oligarcas, racistas, separatistas, vendepatria, latifundistas, terratenientes” son algunos de los calificativos que se escuchan en las manifestaciones de los sectores que apoyan al partido del gobierno y que son promovidos por quienes están en función de gobierno. Ellos saben que deben construir un enemigo que les permita mantener a sus seguidores movilizados y nos han elegido a nosotros, igual que en el pasado.

La propuesta de las Autonomías puede resumirse en cuatro puntos:

  • Construir un país con autonomías departamentales, en donde se desarrolle la producción y se preserve el medio ambiente.


  • Integrar a Bolivia en base a un Estado de derecho compartido.

  • Respetar nuestras identidades y tradiciones.


  • Desarrollar la democracia y respetar la ley.


  • "NUESTROS ACTOS EN FAVOR DE LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA HABLAN MÁS FUERTE QUE LAS PALABRAS DE NUESTROS DETRACTORES DEL CENTRALISMO ANDINO"

    Martin Ramos Suarez
    Relaciones Internacionales por la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Bolivia)

    Bibliografía:

    - Socialismo del Siglo XXI y su impacto en Latinoamérica.
    - Periódicos Nacionales
    - Revistas Nacionales

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