martes, 25 de octubre de 2011

La política energética de la UE es "rentable"

Número 25/ septiembre- diciembre 2011
Cristina Querol

El concepto de eficiencia, directamente relacionado con el de ahorro, es hoy la base de cualquier política que impulse la Unión en materia energética. Especialmente, conociendo lo que conocemos hoy sobre las energías renovables: si bien sabemos que las fuentes de estas energías son, en muchos casos, autóctonas, permitiendo disminuir esa dependencia exterior, sabemos también del origen inseguro del gas natural, las limitaciones tecnológicas para almacenar la energía eólica, el estancamiento de la energía hidráulica, el rechazo social a la energía nuclear o la necesidad de adquirir los componentes necesarios en terceros países para generar energías derivadas de otras fuentes.

Los coches eléctricos, por ejemplo, parecen ser la panacea en la movilidad a motor del futuro, pero, ¿hay en el mundo litio suficiente para fabricar millones de baterías para coches? La industria fotovoltaica es una opción de futuro, pero, ¿quién controla el mercado de la plata, necesaria para esa tecnología? ¿Qué países producen el magneto que se utiliza en la producción de la energía eólica?

El concepto de "rentabilidad" en la política energética


Sin duda, parece evidente que la solución pasa por aumentar el peso de las energías alternativas dentro de los gráficos de consumo energético en Europa. Un mercado que tiene ante sí el reto de luchar contra los oligopolios, para dotarse de la competencia que necesita, entendida ésta en sus dos acepciones: capacidad y competitividad. La apuesta por las energías alternativas es, por tanto, un complemento a esa apuesta por la eficiencia, y se basa en una estrategia de diversificación energética que confiera a Europa una mayor seguridad en el consumo de energía.

Parque de paneles Solares en la isla de Samsoe. Fuente: Comisión Europea



Por otro lado, el desarrollo de esa estrategia de diversificación y la implementación de una acción común de apuesta por la eficiencia energética, están demostrando, además, ser por sí mismos una fuente económica y de creación de puestos de trabajo. Los llamados "green jobs" o empleos verdes (aquellos que contribuyen a reducir el impacto ambiental), suponen un contraargumento a la idea de que toda actividad económica genera un impacto ambiental (2) y contribuyen también a establecer nuevos parámetros para el trabajo del futuro.
En este sentido, si el ecologismo chocó con el desarrollo socioeconómico y la sostenibilidad introdujo la conciliación entre el medio ambiente y ese desarrollo, hoy damos un paso más y nos adentramos en un nuevo paradigma de la energía en el que la apuesta por la eficiencia es, además, una fuente de riqueza por sí misma. En un mundo en el que los intereses inmediatos, especialmente en situaciones de crisis, soslayan toda acción enfocada en un objetivo a largo plazo, aunque sea éste del calado de salvar el planeta, alguien ha pensado que si no es rentable dejar de contaminar, no dejaremos de hacerlo.

El concepto de rentabilidad parece ser, por tanto, la clave del éxito que los expertos auguran para las nuevas estrategias energéticas en Europa, y ya se han puesto en marcha iniciativas de distinto tipo que, como las Comunidades Europeas del Conocimiento sobre el Cambio Climático "Climate KIC" (3), pretenden adoptar un enfoque amplio a la cuestión energética que incluya además, las oportunidades de negocio en sectores emergentes como el de la energía.

Por esta razón, ya a finales de los 90s se apuntaba que "el despliegue de las fuentes energéticas renovables puede contribuir activamente a la creación de empleo sobre todo en las pequeñas y medianas empresas, tan importantes económico comunitario"(4). Y, lo que es más importante, ese despliegue permitirá, no sólo crear empleo, riqueza y aumentar la cohesión social, sino avanzar hacia una economía comunitaria menos dependiente en términos geoestratégicos.

De la CECA a la eficiencia: la energía como piedra angular de la construcción europea


Dada la perspectiva histórica con la que hoy podemos valorar los pasos que ha dado Europa en su propia construcción, no parece tan casual este objetivo si pensamos que la UE nació precisamente como una comunidad de la energía que pretendía establecer las bases para asegurar el suministro en una región devastada por dos guerras mundiales en 30 años. Los episodios bélicos habían asolado una Europa que no podía permitirse vivir de espaldas a la necesidad de asegurar un abastecimiento energético para posicionarse como región en el mundo y la puesta en común de una red de intereses entre países era la mayor garantía para evitar enfrentamientos entre éstos.  Fue así como se crearon la Comunidad Económica del Carbón y del Acero y la Comunidad Europea de la Energía Atómica, embriones de lo que hoy es una unión de 27 estados que, en beneficio de unos intereses comunes, ceden parte de su soberanía o la ejercen en otro ámbito, según se prefiera.

Posteriormente, episodios de alcance mundial como la crisis del petróleo del 73 ponían sobre la mesa la vulnerabilidad de las economías occidentales por su dependencia de los combustibles fósiles. Aquellos hechos hicieron pensar que ya no se trataba de garantizar el suministro hoy basado en intereses comunes, sino de asegurar un futuro económico en el que la energía no fuera un problema de dependencia sino una fuente de oportunidades.

A la luz de la evolución del sistema internacional, tiene más sentido pensar que cuando Robert Schumman proponía la creación de una organización multilateral para garantizar el suministro energético, estaba en realidad pensando en la seguridad europea. Pensemos en qué ha cambiado para que, sólo unas décadas después de la Segunda Guerra Mundial, hoy sea impensable un enfrentamiento militar entre Polonia y Alemania o entre Francia y Gran Bretaña. Sin duda,  el hecho de que dos organizaciones por la energía hayan derivado en la "comunidad de seguridad" que es la Unión Europea, es parte de la explicación.

Esta evolución y esta percepción de la cuestión energética como una cuestión de seguridad se refleja en muchos otros momentos a lo largo de la construcción europea. Un ejemplo es la Estrategia Europea de Seguridad "Una Europa Segura en un mundo mejor" de 2003 (5), en la que, por influencia británica, se incluía un apartado sobre las energías y cita entre los desafíos mundiales el siguiente: "el contexto de seguridad a que ha dado lugar el fin de la guerra fría se caracteriza por una apertura cada vez mayor de las fronteras que vincula indisolublemente los aspectos internos y externos de la seguridad". Esta evolución, según la estrategia europea de seguridad,  ha incrementado el grado de dependencia de Europa en campos como la energía, aumentando por ende su vulnerabilidad.
Sólo dos años después de ser aprobada la Estrategia Europea de Seguridad, el Consejo basaba la estrategia energética en tres pilares: eficiencia económica, sostenibilidad ecológica y dimensión exterior (6). Ver la cuestión de la energía a través de la lente de la seguridad pasó a ser inevitable cuando en 2006 el conflicto del gas entre Rusia y Ucrania supuso una interrupción parcial y temporal del suministro de gas a Europa, incluida la locomotora alemana, lo que aceleró una estrategia energética europea basada en la sostenibilidad y la eficiencia.

La dimensión local en la cuestión energética en la UE


Los acontecimientos mencionados nos llegan a una situación actual en la que gran parte de los esfuerzos europeos están puestos en la eficiencia energética como valor. Iniciativas como la Agenda 21 o el Pacto de Alcaldes por la Energía cobran especial sentido cuando se vislumbran bajo la óptica de la independencia europea en materia energética. Y es que, ante el dato de que el 80% del consumo de la energía en Europa está asociado a la actividad urbana, la acción estratégica de la UE en este ámbito no tendrá ninguna garantía de éxito sin que las ciudades asuman un rol de liderazgo en la verdadera apuesta por la reducción del consumo energético.

Dada la imposibilidad de las principales instituciones de la Unión de obligar a otros niveles de gobierno a adoptar determinadas prácticas, no parece extraño que cobren fuerza conceptos como el de "gobernanza multinivel", que pretenden dotar de instrumentos y capacidades a todos los niveles de gobierno existentes en la UE y evolucionar hacia una Europa en la que las buenas prácticas desarrolladas en Budapest en cualquier ámbito de interés para la acción gubernamental comunitaria, como es el de la energía, sean objeto de réplica en Gandía o en Faenza.

Hoy, la política europea es el reto europeo. Y el reto europeo es el reto de los europeos, de las ciudades en las que viven, de las regiones de las que forman parte y de los estados a los que pertenecen. Un reto que, en países como España supone afrontar una situación en la que el 60% de la energía consumida deriva del petróleo y el 99% del petróleo es importado.

Cristina Querol
Master en Relaciones Internacionales y Asesora política



BIBLIOGRAFIA
(2) El término "empleo verde" nace del informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) "Green Jobs: towards Decent Work in a Sustainable, Low-carbon World". Septiembre de 2008. Disponible en : http://www.unep.org/labour_environment/PDFs/Greenjobs/UNEP-Green-Jobs-Summary-esp.pdf
(3) Climate-KIC: Knowledge and Innovation Community to develop solutions to tackle climate change es uan estrategia europea lanzada por el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT) para promover la innovación en la adaptación y mitigación del cambio climático a través de una macrored europea de organizaciones privadas, públicas y académicas. http://www.climate-kic.org/
(4) Energías renovables: Libro Blanco por el que se establece una estrategia y un plan de acción comunitarios". Adoptado por la Comisión Europea en 1997. COM (97) 599. Disponible en http://eur-lex.europa.eu/smartapi/cgi/sga_doc?smartapi!celexplus!prod!DocNumber&lg=es&type_doc=COMfinal&an_doc=1997&nu_doc=599
(5) Estrategia Europea de seguridad "Una Europa segura en un mundo mejor" adoptada por el Consejo de la UE el 12 de diciembre de 2003.  Disponible en http://consilium.europa.eu/uedocs/cmsUpload/031208ESSIIES.pdf
(6) Libro Verde sobre la eficiencia energética o cómo hacer más con menos. Adoptado por la Comisión Europea el 22.06.2005. COM (2005) 265. Disponible en http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/site/es/com/2005/com2005_0265es01.pdf

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