viernes, 1 de abril de 2011

Kissinger, Obama, Chile y los Pingüinos

Número 24/abril-junio 2011
Alberto Sepúlveda Almarza

En el mes de marzo de 2011  El Presidente de Estados Unidos Barak  Obama hará su primera  incursión a los países situados al sur de México. Los elegidos fueron El Salvador en Centroamérica, Brasil y Chile en América del Sur. Muchos se preguntan ¿Por que Chile?

En las líneas que siguen trataremos de responder

Tiempo atrás cuando finalizaba la década del 1960, los gobiernos latinoamericanos se reunieron en Viña del Mar, Chile, y acordaron establecer una postura  única frente a Estados Unidos. Fue el Canciller  chileno, Gabriel Valdés, el encargado de dar a conocer los acuerdos al Presidente Richard Nixon. Y así lo hizo.

En la conversación surgió una áspera réplica del Secretario de Estado, Henry  Kissinger , quien señaló a Valdés que la real política de poder se hacía en el norte del planeta y que el sur no pesaba. América Latina era irrelevante.

Posteriormente Kissinger, muy agradado por los planteamientos pro americanos del gobierno militar de Brasil e impactado por el peso geográfico y demográfico de ese país señaló: "Donde se inclina Brasil se inclina América Latina".

Kissinger no tenía mucho conocimiento e interés por lo que pasaba al sur de Texas y de ahí sus reflexiones. No  había percibido  las realidades básicas del continente americano.
Existen tres grandes comunidades en el continente americano constituidas  por los herederos de los Imperios de España, Inglaterra y Portugal. Los dos últimos generaron países dotados de extensos territorios como Canadá, Estados Unidos y Brasil.

Hispanoamérica se desintegró surgiendo países débiles y atrasados.

La  Historia y el lenguaje son elementos de gran importancia para la estructuración de la cultura, de las visiones de mundo y, en consecuencia, repercuten en la política.

Y entre los herederos de Castilla y Brasil existen diferencias importantes. No hay que olvidar que España y Portugal durante siglos fueron rivales y que ambos casi no tuvieron mayor contacto intelectual. De hecho se dieron las espaldas y miraron para otro lado Y esta rivalidad se traspaso a las tierras americanas.
Ello implica que Brasil puede ser el país más poderoso de América del Sur pero, en la realidad, influye poco en los grandes debates económicos, ideológicos o políticos de los de los países de habla hispana. Brasil nunca ha sido un modelo a seguir y sus pensadores son desconocidos en  el resto de América Latina.
Sebastián Piñera Echenique, Presidente de Chile en la ONU. UN Photo/Rick Bajornas


Kissinger hizo su tercer comentario: "Chile es una daga que apunta al corazón de la Antártida". Es decir la marginalidad total. El papel geopolítico de Chile sería despejar los conflictos por territorio de los pingüinos y eventualmente, trazar cartas de navegación a las ballenas.

Y, sin embargo, Obama mira a Chile.

Para enfrentar esta paradoja hay que citar a mi amigo Luis Maira . "Chile tiene un liderato conceptual en América Latina". Es decir genera ideas que influyen en el mundo de habla hispana y a veces, más lejos aún.

Y esta característica viene del primer tercio del siglo XIX ya que Chile fue capaz de constituir la primera República dotada de un Estado de Derecho, al sur de EEUU .Esta situación dio estabilidad política, orden y paz en un espacio territorial de la convulsionada  América que "rezaba a Jesús en español" al decir de Rubén Darío. Y en varias oportunidades Chile  fue  mirado como un modelo a seguir; en el siglo XIX por su capacidad de gobernarse con eficacia y el XX por sus debates ideológicos.
Es así que el siglo pasado fue el centro de la polémica económica entre partidarios de un Estado planificador y los Chicago Boys. Fenómenos como la "Revolución en Libertad" de Eduardo Frei ," La transición al socialismo" de  Salvador Allende, de una dictadura modernizadora y cruelmente represora, como la de Augusto Pinochet y la "Transición a la democracia" de Patricio Aylwin, generaron partidarios y detractores  en los confines del planeta. Es así que los estudiantes iraníes que se oponían al Sha desfilaban y gritan "Pinosha" para mostrar su repudio, o que en Filipinas se golpeaban cacerolas, técnica de la oposición chilena para protestar contra  la dictadura de Marcos o que en Portugal, en 1974 la "Revolución de los claveles" se hiciera con el lema "El pueblo unido jamás será vencido".

Más aún, caído el gobierno de Allende , Enrico Berluinguer, el líder comunista italiano, señaló que los cambios  profundos en una  sociedad tenían que apoyarse en una mayoritaria coalición  política y que tenían que hacerse en democracia. En otras palabras, abjuró de la concepción clásica de la Revolución, preconizada por Lenin y que llevaba a la "dictadura del proletariado" para enfatizar  la moderación y el libre juego de las ideas y los partidos. Berluinguer le propuso  un "Compromiso Histórico" a la Democracia Cristiana  para modernizar Italia, idea que  no fructificó y fue el creador del " eurocomunismo". Y el trasfondo fue el análisis de la experiencia chilena de la Unidad Popular.

Iniciativas como la "Comisión  de Verdad y Reconciliación" desarrollada  durante el Gobierno de Patricio Aylwin fueron imitadas en varios países de América Latina, Asia y África .

Durante el Gobierno de George W. Bush la elite política chilena discrepó con las intervenciones militares de EEUU en el Medio Oriente y pronosticó su fracaso. Sin embargo,  la Secretaria de Estado, Condoleeza Rice, a diferencia de Kissinger, demostró mayor  capacidad para el diálogo y en varias oportunidades le pidió a su colega chileno, Alejandro Foxley una mayor participación de Chile en los asuntos latinoamericanos.

El cuadro global, en nuestros días, es desfavorable para EEUU; tiene problemas económicos graves, hay una revuelta en Oriente Medio que nadie sabe en que terminará, emergen otras potencias como China, India, la Unión Europea, Rusia, Brasil e Irán y el mundo deja de ser "unipolar", si es que alguna vez lo fue.
Todo ello resalta la importancia de América Latina y Chile es considerado desde una perspectiva de mayor realce que simplemente cuidar a pingüinos y ballenas en la Antártida.

Obama va a Brasil y a Chile a dialogar y abrir espacios para una estrategia de EEUU adecuada a las nuevas realidades de poder, con los pies en la tierra y ya no con ilusiones de una grandeza que ya es parte del pasado de EEUU.

Alberto Sepúlveda
Presidente de ACHEI
Doctor en Ciencias Políticas y Sociología

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