jueves, 9 de septiembre de 2010

Ciudades de Dios

Número 21/julio-septiembre 2010
Fran Espinoza

Hace algunos años un profesor en la Facultad realizó un comentario bastante acertado en aquel momento, dijo lo siguiente: - Mientras los niños ricos del norte (refiriéndose a Estados Unidos y Europa), sigan consumiendo cocaína los niños del sur, continuaran produciéndola.  Su argumento lo basó en  la ley de la demanda y  la oferta.

Evidentemente en la actualidad  ese comentario ya no tiene la misma validez, habría que añadirle que los niños pobres del sur también producen para los niños pobres del sur, sólo basta visitar algunas ciudades latinoamericanas  para darnos cuenta de los efectos que está provocando el consumo de la droga,  Salvador de Bahía es un buen ejemplo de lo mal que está la situación en el sur.



Sin embargo,  Salvador de Bahía no el único lugar donde se puede observar este problema, la situación no es muy diferente en el Caribe  o Centroamérica, algunos países se han convertido en zonas estratégicas para el tráfico de la droga y protección para organizaciones criminales dedicadas a la prostitución, contrabando de inmigrantes, falsificación, desviación de mercancías y otras actividades aprovechando la carencia de control por parte de las autoridades que deja al descubierto la ausencia del Estado. Hace algunos años el problema de las drogas ilegales solo era  una cuestión tratado por los expertos de la salud, también en debates universitarios y  en algunos organismos estatales  dedicados a la lucha contra el crimen organizado. Hoy en día la situación ha cambiado, porque  el narcotráfico representa una seria amenaza a la seguridad  nacional dejando a un lado el campo delictivo, ya que  afecta a todos los sectores: políticos, económicos, sociales y culturales de cualquier Estado.

Resulta interesante como este tema ha pasado  de ser una cuestión entre  los  niños ricos consumidores y los niños pobres productores y  se ha convertido en un tema político e incluso electoral. Basta con recordar los señalamientos que hiciera el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), José Serra, -"¿Ustedes creen que Bolivia va exportar el 90% de la cocaína consumida en Brasil sin que sea cómplice el Gobierno?", acusó a  Bolivia por la cocaína exportada al Brasil y recordando que esta es  la base para la producción de crack.  Por su parte  la candidata del Partido de los Trabajadores (PT),  Dilma Rousseff, aprovechó para afirmar que dichas  acusaciones no tienen pruebas y - "son indignas de un estadista" recordó que no se puede culpar a un Gobierno por la droga que sale de un país.
Si nos detenemos a pensar quien de los candidatos tiene razón posiblemente la respuesta variaría dependiendo de nuestra ideología o de nuestro candidato favorito, pero deberíamos de ir un paso más adelante y ser consciente de la proliferación del narcotráfico porque nos afecta a todos/todas  y que por lo tanto debería de ser tratado no solamente como un tema electoral sino también político que requiere el involucramiento de todos los agentes  sociales, fuerzas de seguridad y políticas de Estado, si dejamos que el narcotráfico se convierta solamente en una tema electoral muy pronto todos estaremos viviendo en "Ciudades de Deus".

Fran  Espinoza
Politólogo, Universidad Rafael Landívar Guatemala, doctorando en Estudios Internacionales e Interculturales, Universidad de Deusto, España.

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