miércoles, 14 de abril de 2010

India se propone acabar con el naxalismo en tres años

Número 20/abril-junio 2010
Alexandre Calvo Cristina



El ministro del interior ha declarado que los insurgentes maoístas son más peligrosos que los yihadistas, y que serán derrotados en dos o tres años.

Las palabras de P Chidambaram son una novedad en un país acostumbrado a conllevar la amenaza maoísta, activa en casi un tercio de su territorio, sin acabar definitivamente con ella. Se trata de la primera vez que un responsable político indio fija un calendario concreto para derrotar a este movimiento insurgente, conocido como los nasalitas, o que los tacha de amenaza más grave para la seguridad nacional india que los terroristas islamistas.

Según Chidambaram "El terrorismo yihadistas puede ser contrarestado, normalmente con éxito, si eres capaz de compartir información y actuar en tiempo real" mientras que "El maoísmo es una amenaza aun más grave".


Estas afirmaciones, efectuadas ante varios medios de comunicación en Nueva Delhi, contrastan con las del primer ministro Manmohan Singh, que en el pasado ha descrito a los nasalitas como "La amenaza interna más grave contra la seguridad de la India", dando a entender que los terroristas con santuario en Pakistán constituyen el peligro número uno para el país.

Sin embargo las estadísticas son claras:


  • Desde el asalto terrorista contra Bombay de noviembre del 2008 solamente se conoce un atentado a manos de islamistas: la explosión de una bomba en la ciudad de Poona, que causó 12 víctimas mortales el mes pasado.


  • En cambio la violencia maoísta mató a 908 personas el año pasado, la cifra más alta desde 1971. Desde 1998 los muertos son ya 7.500.


  • Breve historia y estado actual de la insurgencia

    Los nasalitas surgen como movimiento organizado en el pueblo de Naxalbari, en el estado de West Bengal, el 1967, y de allí proviene su nombre.  Inspirados por la ideología radical de Mao Zedong, toman las armas tras una revuelta campesina.

    Desde entonces no han dejado de crecer, estimándose en 40.000 el número de sus militantes a tiempo completo, a los que cabría sumar 100.000 más a disposición de la organización.

    La zona donde su presencia es más intensa es el denominado "Corredor Rojo", que formado por áreas de bosque denso conecta West Bengal con la frontera con Nepal.  Se trata de una región remota pero con notables recursos naturales, que no pueden ser explotados porqué la actividad insurgente ahuyenta a los posibles inversores.

    Fuentes policiales indias consideran que los naxalitas planean extender su presencia a las principales ciudades, incluidas Bombay (capital económica del país) y Calcuta.

    Según el ministro del interior la insurgencia maoísta:


    • Está presente en 200 de los 626 distritos en que se divide la India,


    • Puede actuar en 84 más, y


    • Prácticamente domina 34.


    • La política de Nueva Delhi frente al terrorismo maoísta

      En sus declaraciones a la prensa Chidambaram dedicó unas palabras muy duras a los nasalitas, afirmando que "Han declarado la guerra al estado indio" y acusándolos de ser "Anti-desarrollo. No quieren que los pobres se emancipen o devengan económicamente libres".
      En el pasado este tipo de discursos ha sido habitual en la clase política india, sin que sin embargo se hayan tomado medidas suficientemente contundentes contra la insurgencia. Sin embargo, aunque es demasiado pronto para juzgar su efectividad, en esta ocasión las declaraciones van acompañadas por el despliegue de varios miles de efectivos de policía paramilitar, en lo que diversos observadores han juzgado como una ofensiva a escala nacional sin precedentes contra los maoístas.

      Esta mayor presión policial contra los insurgentes no significa sin embargo, según el ministro del interior, que el gobierno cierre la puerta a una posible salida dialogada, condicionada eso sí al abandono de las armas. Chidambaram declaró a los periodistas que Nueva Delhi está dispuesta a entablar negociaciones de paz con los maoístas si renuncian a la violencia, pero que en caso contrario continuaría empleando la fuerza contra los mismos y los derrotaría en dos o tres años. "Confiamos que antes de que finalice la segunda legislatura de la UPA (United Progressive Alliance, nombre que recibe la coalición en el poder en la India), nos libraremos de los nasalitas y habremos reforzado considerablemente nuestra seguridad para enfrentarnos a cualquier amenaza".

      Alexandre Calvo Cristina
      Profesor de relaciones internacionales, European University.

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