lunes, 13 de octubre de 2008

¿Afganistán, estado tapón?

Número 11/octubre-noviembre 2008
Arif Shiri

Afganistán ha estado en el centro de atención entre la Rusia zarista y los países occidentales durante los últimos siglos. En este periodo de tiempo ninguna de las superpotencias se centraron en traer la paz y la estabilidad al país; si no hubiera sido en beneficio de sus propios intereses, no se habrían realizado asuntos humanitarios hasta 2001. El mismo estado afgano se encontraba luchando por su propia soberanía durante este periodo de tiempo. Mientras tanto, en ese momento, los países vecinos y otros estados han interferido en el gobierno afgano, en su sociedad y en su política exterior y nacional, lo cual ha afectado a sus asuntos nacionales y diplomáticos. Algunos historiadores, como Angelo Rasanayagam (2005, pág. 162), han subrayado que: «Toda la cuestión afgana constituía un asunto de seguridad entre el imperio británico y la Rusia zarista, que determina el estatus de Afganistán como estado tapón en lugar de la cuestión de su soberanía».

Leer la historia reciente de Afganistán nos podría dar una idea de si los afganos han sido utilizados como un estado tapón o no. La mayoría de los historiadores, como el arriba citado, cree que Afganistán les sirvió a los británicos y rusos como estado tapón para mantener el equilibrio de poder en la región, a finales del siglo XIX, durante el reinado de Abdur Rahman; también Rahman recibió subsidios por parte de los británicos que posibilitaron su orden y estabilidad.

Entre 1880 y 1891, cuando el rey Abdur Rahman recibía el apoyo de los británicos, el espacio entre las minorías étnicas se hacia más grande. Hay que mencionar que en Afganistán conviven principalmente cuatro etnias: pashtun, hazara, tajín y uzbeca. Según Marsden, los pashtun conforman el grupo más amplio, ya que se estima que representan el 50% de la población. Históricamente, la etnia pashtun ha desempeñado un papel dominador en Afganistán. Rahman pertenecía a esta etnia y representaba sólo a las tribus pashtun. Una de sus políticas nacionales era la de terminar con la etnia hazara de la población afgana. Según Rasanayagam (2005, pág. 162), el rey Abdul Rahman asesinó al 60% de la etnia hazara durante su reinado pero seguía recibiendo ayuda y subsidios de Occidente, especialmente de Gran Bretaña. El resultado de esto fue la tensión entre el crecimiento étnico y las etnias que estaban geográficamente segregadas.

Además cien años después del rey Rahman se repetía la misma historia de limpieza étnica y genocidio de la etnia hazara, pero esta vez por parte del régimen talibán, desde 1996 a 2001. La idea de crear un régiman talibán iba claramente en contra de la Unión Soviética, por lo que esta idea se vio apoyada económica y políticamente por unos pocos países. Muchos de los partidos islamistas se unieron bajo el control de Inteligencia Inter-Services (ISI) en Peshawar, Pakistán, con el nombre de Muyahidín, en virtud de su implicación en la jihad o guerra santa, contra la Unión Soviética. En esta guerra indirecta, aparte del ISI, también estaban involucrados otros países e instituciones, como la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Dirección de Inteligencia Saudí (HIS) y otros estados árabes (Rashid 2002, pág. 184).

Se cree que los talibanes recibieron fondos de las instituciones arriba citadas y siguieron con su ideología de wahabismo. Por ejemplo, Jawad (1992, pág. 21) argumentó en su periódico que la razón por la que los sauditas se involucraron fue la de «fomentar el wahabismo» en Afganistán y en el sur de Asia. En su opinión, el registro bancario muestra que Arabia Saudita lo financió con 1,5 millones de dólares «en las cuentas bancarias de la CIA de Suiza y las Islas Caimanes en 1984 y 1995 sólo». A pesar de esto, los fondos se incrementaron gracias a Osama Bin Laden y otros jeques sauditas.

Entre tanto, los planes generales de los EE.UU. estaban saliendo bien por esta fecha, procesando su triunfo ideológico contra los comunistas dándole apoyo al régimen talibán para tomar Kabul a la Unión Soviética e ignorar las consecuencias del comportamiento talibán en el país y la región. Se podría alegar que los Estados Unidos fracasaron en el control de los derechos y la libertad de las minorías en esta época. Tras la caída del partido comunista en Afganistán, algunos especialistas sostuvieron que los EE.UU. seguían su propio interés, aunque no existía Unión Soviética en Afganistán a la que desafiar. La relación de los norteamericanos con los talibanes podría verse como se cita abajo, sacada del libro de Rasanayagam: «A los ojos de Estados Unidos, la función más importante de los talibanes habría sido la de proporcionar seguridad en las carreteras, y potencialmente en los gaseoductos y oleoductos, que unirían los estados de Asia central con los mercados internacionales a través de Afganistán en vez de Irán». Durante este periodo, la mayoría de los asuntos actualmente problemáticos se concentraron a ambos lados de la Línea Durand, como las tácticas militares que aprendían los talibanes mientras luchaban en Afganistán. Este problema influye en la seguridad y estabilidad de Afganistán.

Está claro que la complejidad de Afganistán no puede entenderse tan solo al considerar su soberanía y sus relaciones diplomáticas con otros países. A pesar de esto, había otros asuntos nacionales como la guerra por el poder entre las minorías; por supuesto que Afganistán es una nación de minorías étnicas, ya que a Afganistán se le denominó «nación de minorías» en 1992 (Marsden 2001, pág. 4). La geopolítica de la región, las relaciones entre el mundo islámico y Occidente es una nueva cuestión problemática para Afganistán, además de para la comunidad internacional. Estas cuestiones aumentaron y se hicieron más complicadas durante el tiempo en que Afganistán fue utilizado como estado tapón.

Actualmente, el asunto del wahabismo es uno de los grandes problemas de la sociedad afgana, introducido y obligado en Afganistán desde 1995 por los talibanes. No obstante, se ha ido extendiendo por los países del sur de Asia, dominando Pakistán y los dos lados de la Línea Durand. Estos extremistas de la ideología del wahabismo no preocupan solamente a las minorías étnicas sino que toda la sociedad afgana está luchando en su contra. También una forma de controlar e identificar el wahabismo es entender el comportamiento de los que intentan los suicidios, los extremistas y los fundamentalistas.

Sin embargo, hoy Afganistán está viviendo una nueva era como nación democrática y recibiendo ayuda de países liberales, las Naciones Unidas (NU), la OTAN y otras organizaciones no gubernamentales (ONGs), organizaciones intergubernamentales (OIG) y otras instituciones. Por otro lado, cuando los talibanes y Al Qaeda se desplazaron al este de Pakistán, en Waziristán, fue cuando Afganistán hizo frente a nuevos desafíos por parte de Pakistán y los países árabes talibanes. Hoy no son sólamente los afganos quienes temen a los extremistas, sino que también están creando problemas en Pakistán y la comunidad global. La frontera entre Pakistán y Afganistán ha dificultado la operación para las fuerzas estadounidenses de entrar en Pakistán, ya que éste es un país soberano. El asunto ha despertado la controversia porque los críticos argumentan que el ejército pakistaní y el ISI mantienen relaciones amigables con los talibanes. A pesar de los fondos que reciben de los EE.UU., aún siguen ayudando al régimen talibán. En noticias recientes, la web persa de la BBC citó la visión del New York Times sobre la relación entre el régimen talibán y el ejército pakistaní: «su relación es muy estrecha. Los ejércitos talibán y pakistaní son amigos. Cuando un miembro del régimen talibán cae, el ejército pakistaní acude a su entierro y da dinero a su familia» (web de la BBC). Esto supone un nuevo reto al que se enfrentan el gobierno afgano y las fuerzas de la OTAN.

Arif Shiri
Master en Relaciones Internacionales y Política, Oxford Brookes University.

CITAS:
Angelo, Rasanayagam (2003), Afghanistan: A modern History. London & New York: I.B. Tauris & Co Ltd

Peter, Marsden (2001), Afghanistan: Minorities, Conflicts and the Search for Peace. UK: Minority Rights Group International

Nassim, Jawad (1992), Afghanistan: A National of Minority, London: British Library Cataloguing in Publication Data

Ahmad, Rashid (2002), Taliban: Islam, Oil and the New Great Game in Central Asia. Great Britain: Mackays of Chatham plc

From the World Wide Web: http://www.bbc.co.uk/persian/afghanistan/story/2008/09/080909_s-nytimes-especial.shtml
On the 18th September 2008 at 17:11

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