lunes, 14 de abril de 2008

Alianzas energéticas y cambios en el Cono Sur

Número 8/abril-mayo 2008
Andrés Paciaroni

Todo indica que en los próximos años se constituirá en el sur del continente americano una nueva forma de entender a la energía. Los hechos que explican esta circunstancia son varios y algunos coincidentes.

Por un lado, Brasil descubre enormes yacimientos de hidrocarburos gracias a una política de estado consecuente durante años. Por el otro, Chile intenta cambiar su matriz energética para no depender del gas argentino. En tanto, la Argentina también hace descubrimientos, aunque más modestos que los de su vecino y, a la vez, anuda contratos donde intercambia energía venezolana por alimentos y tecnología asociada propia. Por su parte, Bolivia, después de la renacionalización de sus yacimientos, cierra contratos de exploración y se convierte en una especie de árbitro del gas. Por último, Paraguay y Uruguay, con un muy dispar desarrollo energético, se mantienen expectantes y persiguen su propia independencia energética.

Descubriendo Brasil

Tal vez el dato más destacable en el gigante sudamericano haya sido, en los últimos tiempos, el descubrimiento en el litoral marítimo sur de Brasil de un enorme reservorio petrolero. El lugar del hecho fue en la denominada área Tupí, en la cuenca de Santos del estado de San Pablo. Este hallazgo se oficializó en noviembre pasado y su principal responsable fue la compañía estatal de energía Petrobrás. En el área mencionada la participación de la estatal es de 65% mientras que la británica BG posee 25% y la portuguesa Petrogal-Galp Energía, 10%. Con este hallazgo, en el país de la samba aseguran que aumentan en un 50% sus reservas lo que les posibilitaría convertirse en exportadores. (Agencia AFP, noviembre 2007)

Con estos datos, la misma Petrobras informó que sus reservas probadas de hidrocarburos son de 13.920 millones de barriles, suficientes para 19,6 años al ritmo de producción actual.

Del etanol a la exportación

Hay que recordar que Brasil fue un histórico importador de energía hasta que en los últimos años, y gracias a una política consecuente durante décadas, logró el autoabastecimiento. También es el pionero en la región en el uso de biocombustibles al desarrollar, ya en la década del 80, el etanol (derivado de la caña de azúcar) como combustible alternativo y renovable.

Por otro lado, Petrobrás constituyó recientemente una empresa subsidiaria de agrocombustibles que podrá regular los precios locales por medio de su capacidad de producción y almacenamiento y, además, liderar las exportaciones. Brasil, uno de los mayores productores mundiales de los llamados "combustibles limpios", ya había lanzado en 2006 junto con Estados Unidos un plan para promover la producción de ese tipo de energía en América Latina, África y Asia. Ante algunos recelos de organismos europeos que velan por la calidad ambiental la misma empresa sostiene que garantizará a los importadores internacionales la "sustentabilidad” de sus agrocombustibles. (Diario Página 12, Argentina, marzo 2008)

Cambio de matriz

En Chile, la dependencia energética histórica que tuvo de la Argentina parece que mengua poco a poco. Esto se debe a que el Estado chileno decidió modificar la matriz (ligada en gran parte al gas que le vende la Argentina) por otras fuentes. En principio, se reemplaza el gas, que se utiliza de forma mayoritaria para generar energía eléctrica, por fuel-oil. Más caro, más contaminante pero, a la vez, con una mayor disponibilidad.

No obstante, la apuesta esencial es la del cambio total y ya a mediados de febrero de este año el Congreso había aprobado, por unanimidad, una ley sobre generación de energía eléctrica con fuentes de energía renovables no convencionales (ERNC). El proyecto pretende establecer las condiciones para atraer inversiones en proyectos relacionados con la generación.

Allí se indica, por ejemplo, la obligación para todas las empresas eléctricas de inyectar por lo menos un 10% de su energía con medios renovables no convencionales. El plazo final para esta proporción es el año 2024. La ley también incluye otras fuentes de energía como la utilización de biomasa, biocombustibles, residuos y energía derivada del mar. (Eleconomista.es, marzo 2008)

La medida está impulsada, en parte, porque el país importa casi la totalidad de los combustibles que consume y atraviesa por una carencia energética provocada por factores concurrentes como los menores envíos de gas natural que le hace su único proveedor gasífero, Argentina, los altos precios del petróleo y la escasez de lluvias. Por otro lado, para el período 2007-2011, el Gobierno local ha estimado que las generadoras de energía eléctrica invertirán unos 17.000 millones de dólares en proyectos equivalentes a unos 6.000 megavatios. (Agencia Reuters, marzo 2008)

Vuelta al trueque

Como un modo de paliar algunos desajustes, los gobiernos de la Argentina y de Chile reactivaron un mecanismo de intercambio, conocido como swap. Por él una empresa argentina resigna gas en favor de una compañía chilena, que entrega a cambio el equivalente de otro combustible. El mecanismo está pensado, en realidad, para las centrales térmicas que pueden reemplazar el gas por fuel oil, un insumo más ineficiente y más caro, pero bastante más barato que el combustible alternativo que utilizan las centrales en Chile, el gasoil o diesel. (Diario La Nación, Argentina, 27 de febrero)

Chile tiene con la Argentina contratos por 20 millones de metros cúbicos por día, pero en 2007, en plena crisis energética, los envíos se restringieron hasta los 500.000 m3 e incluso, por unos días, llegaron a cortarse por completo. Este año la Argentina aún tendrá menos gas por el incumplimiento del convenio con Bolivia.

Chile depende del gas argentino para abastecer a los hogares del área metropolitana. Pero en ese país confían en que éste será el último invierno con inconvenientes debidos al gas que atraviesa la cordillera de los Andes. ¿La razón? En abril de 2009 comenzaría a operar una planta de gas licuado. (Diario La Nación, Argentina, 27 de febrero)

Pero para el invierno de 2008 las empresas chilenas se preparan para enfrentar fuertes alzas en los precios del gas trasandino. Esto se debe a un reajuste de 45% a 100% aplicado a los derechos de exportación del gas natural argentino y que mantiene a los empresarios en alerta. Según la resolución publicada en el Boletín Oficial del gobierno de Cristina Fernández, Chile deberá pagar aproximadamente 13 dólares por millón de BTU, un precio 100% mayor al que paga actualmente. Aunque, de todos modos, el precio final dependerá de las características de los contratos con las distribuidoras chilenas. (Revista América Economía, marzo 2008)

Altiplano gasífero

Bolivia se convirtió en los últimos tiempos en una especie de árbitro del gas para sus vecinos. La importancia de sus reservas lo ha convertido en un proveedor natural de toda la región.

El país produce alrededor de 40 millones de metros cúbicos diarios de gas. Seis van a su mercado interno. Brasil demanda algo más de 30 millones, dos millones se requieren para la operación de transporte y quedan entre dos y tres millones para la Argentina, que en 2007 llegó a tener picos de demanda de siete millones. (Diario La Nación, Argentina, febrero 2008)

Pero aún quedan algunos años para que sus dos vecinos puedan contar con gas boliviano en abundancia. Al respecto, el mismo presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, señaló en una entrevista emitida en la Argentina que "como Bolivia en 2012 va a producir 73 millones de m3, nosotros vamos a tener, de aquí en adelante, que tirarnos de la propia piel para atender las necesidades del mercado". El presidente brasileño sostuvo que "la crisis energética es de casi todo el mundo y obviamente toca a la Argentina y a Brasil, entre otros países". (Diario La Nación, Argentina, febrero 2008)

De todos modos, Bolivia no se queda sentada sobre sus reservas y elaboró un plan de relanzamiento de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) con la vista puesta en los próximos de 10 años. Para su confección, el ente estatal convocó no sólo a directivos de YPFB sino también a representantes de empresas petroleras que operan en el país. La estrategia contempla “consolidar una empresa que sea más operativa y efectiva, que profundice la nacionalización”, indicó el presidente del organismo, Santos Ramírez. Aunque otro de los objetivos es el de impulsar la concreción de sociedades anónimas mixtas como es el caso de Petroandina, una empresa donde YPFB tiene el 60 % y la venezolana Pdvsa el 40% restante. (Agencia Boliviana de Información, marzo 2008)

Otro dato de alianzas interestatales es el que la misma compañía gubernamental boliviana y la compañía rusa Gazprom acordaron para explorar y explotar hidrocarburos en el país andino. La intención es conformar una Sociedad de Economía Mixta y el presidente Evo Morales señaló que la asociación permitirá acelerar la exploración y explotación de nuevas reservas de gas natural y así poder cumplir con los compromisos de exportación a la Argentina y Brasil. (Agencia Boliviana de Información, marzo 2008)

El país tampoco descuida la utilización de otras fuentes como el viento y, a pesar de ser incipientes, ya cuenta con proyectos de instalación de plantas de generación de energía eólica. A principios de marzo, el Ministerio de Hidrocarburos y Energía presentó un mapa eólico del país y señaló que el Chaco de Santa Cruz, el altiplano sur de La Paz y, también, el altiplano de Potosí "aparecen como los lugares con mayores perspectivas para la instalación de aerogeneradores de electricidad". (Agencia ANF, marzo 2008)

Crisis y oportunidad

En la tarde del lunes 10 de marzo Julio de Vido, ministro de Planificación de la Argentina, presentó al país un nuevo plan de energía. Uno de los principales puntos tuvo que ver con la reafirmación de la alianza con Venezuela en materia energética. Ese acuerdo, en forma básica, establece un intercambio de energía venezolana (fuel oil y gas) por alimentos argentinos (materias primas, manufacturados, tecnología).
El combustible venezolano es utilizado en la generación de energía eléctrica en plantas de las llamadas duales (utilizan gas o fuel oil). Por otro lado, para la Argentina ese combustible significa un paliativo ya que en invierno puede destinar el gas a los hogares en vez de a la generación de energía.

Debido a la expansión económica, la Argentina necesita cada vez más energía, pero el presidente boliviano, Evo Morales, ya avisó que su país no podrá aumentar las exportaciones de gas. Una opción, creían en el gobierno de Cristina Fernández, era negociar que Brasil resignara parte de su demanda en favor de la Argentina, pero ni Lula ni Morales están dispuestos a un nuevo reparto. (Diario La Nación, Argentina, febrero 2008)

En la versión del gobierno, la falta de energía es casi un buen dato. Ya que traducen que esa carencia se origina en los más de cinco años consecutivos de crecimiento económico. Crecimiento que provoca el uso energético intensivo. Por su lado, los detractores no niegan el aumento de la actividad económica pero explican la crisis simplemente en falta de inversiones o planificación.

Tal vez para hacer frente a esas críticas, el gobierno anunció en el mismo acto del 10 de marzo el lanzamiento de un plan denominado Gas Plus. En virtud de este plan, las empresas que tienen en concesión áreas sin explotación, o que no se encuentren en explotación desde el año 2004, o que adicionen producción de nuevos yacimientos a las áreas ya concesionadas, podrán recibir un tratamiento privilegiado y comercializarlo a precio libre, pero sin dejar de cumplir con los compromisos previos de entrega.

El tratamiento diferenciado del gas plus fue negociado por el gobernador de la provincia de Neuquén, Jorge Sapag. Esta provincia aporta el 50% del gas que se consume y tiene la mitad de las reservas gasíferas del país. Se informó que el gas plus tendrá un precio libre de mercado y estimado en US$ 4 por millón de BTU, sensiblemente mayor al promedio que percibe la producción de Neuquén, de US$ 1,30 por millón de BTU. Con estas medidas se pretende impulsar la exploración por parte de las empresas privadas. (Diario Clarín, Argentina, marzo 2008)

En tanto, también hay descubrimientos en la Argentina. Tal es el caso del anunciado a fines de 2007 en la provincia de Chubut. Allí, Pan American Energy difundió que investigaciones en el área de Cerro Dragón condujeron a ampliar sus reservas en alrededor de 100 millones de barriles de petróleo, lo que permite aumentar las reservas del país en un 4 %. La noticia fue festejada en círculos gubernamentales. No obstante, un analista del sector como Héctor Eduardo Gómez indicó, a través de un despacho de la agencia Argenpress, que “si consideramos que el plazo de agotamiento del petróleo argentino se estima, según cifras oficiales, en alrededor de 9 años, el descubrimiento permitiría ampliar el plazo en 131 días, un poco mas de 4 meses”. Gómez pertenece al Movimiento de Recuperación de la Energía Nacional Orientadora. Una agrupación compuesta por especialistas que bregan por el manejo estatal de la energía como bien estratégico.

Cooperación vecinal

En Paraguay la energía eléctrica proviene de centrales hidroeléctricas que comparte con sus vecinos Argentina y Brasil. De todos modos, existen proyectos para la exploración y extracción de gas en la zona oeste del país que limita con Bolivia. Sobre el tema, el viceministro de Minas y Energía, Héctor Ruiz Díaz, recordó que “la idea es hacer que Bolivia y Paraguay participen en un proyecto binacional pero, lastimosamente por los diversos cambios ocurridos en el sector energético boliviano, no han tenido todavía una respuesta clara de parte de los técnicos y Paraguay aguarda eso”. El mismo funcionario informó que “Paraguay no ha esperado la respuesta de Bolivia, sino que ha asumido un rol de encontrar su propio gas, y dentro de ese trabajo tenemos a empresas en el sector privado que están trabajando en nuestro Chaco y que están trabajando en otros lugares del territorio nacional, en la Región Oriental”. (Diario Abc digital, Paraguay, marzo 2008)

De la caña al átomo

Mientras tanto, Uruguay depende fundamentalmente de la energía hidroeléctrica. El país carece de petróleo y lo importa por completo. La matriz energética nacional depende en un 60% del petróleo. La única fuente propia importante de energía es la hidroeléctrica, que, a su vez, tiene 2 años de cada 10 en la que es deficiente. (Carlos Pacheco, 2007)

Y la energía eléctrica se produce en las represas sobre el Río Uruguay o el Río Negro. Cuando las condiciones meteorológicas son adversas, debe recurrir a la provisión eléctrica desde la Argentina. Para paliar esta dependencia y minimizar el alto costo internacional del petróleo, en el país se debate la posibilidad de encarar la construcción de una planta nuclear que provea de energía eléctrica necesaria. Pero la instalación de ese tipo de plantas está expresamente prohibida por una ley de 1997 que surgió como respuesta a una posible puesta en marcha de una central nuclear en el país.

No obstante, el ministro de Industria de Uruguay, Daniel Martínez, se declaró a favor de la energía nuclear y anunció que promoverá un debate sobre el tema, con el fin de diversificar la matriz energética. Aunque advirtió que "se deberá discutir entre todos los actores sociales y allí laudar". (Agencia AFP, marzo 2008)

Pero no solo del átomo vive el hombre y mientras tanto también se busca ingresar en el mundo de los agrocombustibles. Y propenden a la elaboración tanto de alcohol derivado de la caña de azúcar como al biodiesel derivado de, por ejemplo, la soja. Los objetivos son tanto ambientales, económicos como sociales. Ya que se asegura que contribuiría a aumentar el uso de mano de obra nacional. (Carlos Pacheco, 2007)

Como conclusión general, es posible deducir que la energía en el Cono Sur de Latinoamérica comienza a vivir tiempos de cambio. Cambios que implican nuevas alianzas que, de una u otra manera, involucran a todos los actores de la zona.

Andrés Paciaroni
Periodista por la Universidad Nacional de La Plata, Argentina.

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