viernes, 15 de febrero de 2008

La Política Pakistaní: una vuelta en la Montaña Rusa

Número 7/Febrero-Marzo 2008
Salahuddin Ghaznavi

Benazir Bhutto se marchó de Pakistán a principios de los años setenta para estudiar primero en Harvard y luego en la universidad de Oxford, su objetivo era iniciar una carrera diplomática. El golpe militar de 1977 forzó su entrada en política y la expuso a sus enemigos como Gen Zia, un militante del creciente movimiento islamista y los partidos políticos más conservadores que se opusieron al partido con tendencia izquierdista el PPP (El Partido del Pueblo de Pakistán).

Benazir fue la primera mujer jefe del Estado en un país musulmán, elegida en 1988 a sus 35 años, y otra vez de 1993 a 1996, sin embargo, en ambas ocasiones fue destituida del poder por acusaciones de corrupción.

Durante sus temporadas en el poder, el papel de su marido, Asif Zardari fue muy polémico ya que fue acusado por muchos de saquear el Tesoro Público de Pakistán en numerosas ocasiones (denuncias que todavía no han sido probadas en los tribunales). Los analistas han señalado que la supuesta codicia de su marido provocó la caída en popularidad de Benazir Bhutto en el país.

Benazir se exilió en 1999 y se trasladó a Dubai donde vivió con sus tres hijos, más tarde su marido se unió en 2004, después de que saliera libre de la prisión. Volvió a Pakistán tras casi ocho años, el 18 de octubre de 2007 como parte de un acuerdo alcanzado con el presidente Musharraf quien levantó todos los cargos de corrupción contra ella bajo la infame "Ordenanza de Reconciliación Nacional" (NRO).

Se encontró con un ataque suicida fallido contra su convoy camino al aeropuerto de Karachi donde iba a asistir a un mitin y a visitar la tumba de Muhammad Ali Gina (considerado el padre de la nación).

En una vida llena de desafíos, el ahorcamiento de su padre en 1979 no acabó con el suplicio de la familia. 7 años más tarde, su hermano Shahnawaz murió en circunstancias extrañas en el sur de Francia mientras que Murtaza fue asesinado en 1996 en las calles de Karachi, atrapado en un tiroteo entre sus guardaespaldas y la policía local.

Benazir Bhutto fue asesinada el 27 de diciembre de 2007, inmediatamente después de un mitin en Rawalpindi, solamente unos días antes de las elecciones parlamentarias que se iban a celebrar el 8 de enero de 2008 (las elecciones se han pospuesto al 18 de febrero).

Irónicamente, como ocurrió con los Kennedy, los Bhutto han muerto jóvenes y en trágicas circunstancias.

Los seguidores de Benazir Bhutto aseguran que el presidente Musharraf es el responsable de su asesinato ya que no le proporcionó una seguridad adecuada a las circunstancias tal y como ella pidió, como por ejemplo más policías y dispositivos para bloquear detonadores activados por control, remoto.

Sin embargo, el gobierno asegura que todas las medidas de seguridad eran correctas pero Benazir no cumplió con los planes. Ellos aseguran que estando asomada al público a través del techo solar del vehículo anulaba la capacidad de protección del coche blindado. Ser una mujer política en Pakistán, en una profesión dominada por hombres, secular y con una educación occidental la convirtió en el objetivo número uno de Al Qaeda y sus aliados (Baitullah Mesud, un comandante militar en la provincia nordoccidental de Pakistán hizo públicas diversas amenazas de muerte a Benazir ya que ésta anunció que permitiría la entrada de los americanos a la inestable región de Waziristan, en el caso de que hubiera información creíble de que los talibanes o Al Qaeda estaban allí asentados, por supuesto, dado que estuviese en el poder).

Ella sabía que su vida estaba en peligro. "Es difícil de decir si sobreviviré a esto (campaña electoral). Es una situación desafiante" dijo en una entrevista en el Financial Times hace poco tiempo. "Estoy preparada para tomar el riesgo. La gente de Pakistán está lista para asumir el riesgo. Cuando lo que está en juego es la existencia de un Pakistán moderado entonces todos tenemos que asumir el riesgo".

A pesar de los dos desafortunados períodos como Primera Ministra, Bhutto todavía era la política más poderosa en Pakistán. Su muerte ha tenido un gran impacto no sólo en el ambiente político pakistaní, ya por si sólo inestable sino a nivel global.

El precio del oro y de los bonos del Tesoro creció mientras que las existencias de futuros cayeron. El precio del oro se elevó rápidamente en un mes hasta alcanzar los 834,70 dólares por onza. Los analistas aseguraron que el impacto de la muerte de Bhutto fue el detonador de una clásica huida del capital a valores considerados como refugios seguros en tiempos de convulsiones geopolíticas. "(Bhutto) es sólo una preocupación. La movida al oro es un escape hacia la seguridad (...) ante las noticias en un día tranquilo con poca liquidez", estimó Camilla Sutton, estratega monetaria de Scotia Capital en Toronto. El precio de los bonos norteamericanos aumentó un 4,19%. Los bonos del Tesoro de la zona euro también crecieron tras la noticia de Bhutto recortando pérdidas anteriores y manteniéndose ligeramente más bajos al final del día. Las existencias de futuros de los EEUU bajaron un 0,3 por cien lo que dejó a Wall Street en una posición más débil.

El Presidente Musharraf ha anunciado que las elecciones serán desarrolladas según lo previsto. El ex-primer ministro Nawaz Sharif (partido PML-N) se apresuró ha declarar que boicotearán las próximas elecciones junto con el partido pakistaní Tehreek-e-Insaf (dirigido por el ex jugador de críquet Imran Khan que acabó convirtiéndose en político), el partido Pashtunkhwa Milli Awami (liderado por el líder nacionalista pastún Mahmood Khan Achakzai) y el partido Jamaat-i-Islami (encabezado por Qazi Hussain).

El presidente del partido Pakistán Tehreek-e-Insaf, Imran Khan, ha condenado duramente el asesinato de Benazir Bhutto. "Es una acto ruin y cobarde con el objetivo de desestabilizar a Pakistán, el gobierno es responsable de no haberle proporcionado suficiente seguridad a pesar de que ella la pidió. Tenemos que combatir esta amenaza de terrorismo. Es un día oscuro en la historia de Pakistán y una pérdida irreparable en este país" dijo Imran.

Actualmente, existe un consenso general en Pakistán sobre la responsabilidad de Musharraf en el asesinato de Benazir.

Todos los ciudadanos pakistaníes tiene el derecho constitucional de ser protegidos y Benazir no era una excepción, particularmente después de haber recibido un gran número de amenazas de muerte y un intento fallido intento de asesinato por un suicida dos meses antes.

En Pakistán hay un grado muy alto de inestabilidad con el ejército de liberación Baloche (BLA) todavía activo en el país, especialmente después de que Musharraf ordenara la muerte de Nawab Akbar Bugti, un líder nacionalista y veterano baloche en 2006 quien luchó por los derechos de los baloches. Balochistán es la provincia más atrasada de Pakistán, con el nivel más bajo de alfabetización y los mayores niveles de pobreza, una provincia que ha aportado miles de millones a las arcas del estado.

Musharraf también es responsable de los sentimientos anti-pakistaníes que han surgido en la provincia limítrofe del noroeste debido a una gran operación militar que inició.

Existe un gran descontento público ya que los militares pakistaníes están constantemente interfiriendo en la política, directa o indirectamente, a través de su principal agencia de inteligencia los Inter Servicios de Inteligencia (ISI).

Muchos acusan a la ISI de situar espías en la Asamblea Nacional (el parlamento) a través de la promoción y el nombramiento de "diputados sin cargo ni funciones" en la asamblea. En una situación ideal, el ejército debe estar al servicio de los líderes políticos, una situación que Pakistán jamás ha disfrutado en sus 60 años de existencia.

La muerte de Benazir Bhutto supone un duro revés a la "Guerra contra el terrorismo" americana cuya estrategia en la región consistía en la restauración de la democracia en Pakistán para ofrecer un camino alternativo lejos del extremismo o la lucha.

Actualmente, esta estrategia se encuentra en alto riesgo.

Muchos militantes anti- Musharraf están disgustados por el papel desempeñado por éste en la "Guerra contra el Terror" ya que creen que no es nuestra guerra y que Pakistán ha pagado un precio muy alto por tomar parte en ella, un precio económico y no económico a través de grandes gastos para mantener soldados en las fronteras así como por el hecho de que ha atraído a terroristas suicidas que están causando un gran daño dentro de Pakistán, un práctica que jamás había ocurrido en esta región.

Actualmente Pakistán es un estado muy precario, con un futuro muy incierto para muchos analistas. La única forma que veo para la supervivencia de Pakistán es la unión genuina de todos los partidos de la oposición, es decir un Movimiento Democrático de todos los partidos (APDM) para boicotear las elecciones y trabajar conjuntamente para destituir al presidente Musharraf y su régimen tiránico e hipócrita y así restaurar el poder judicial dirigido por el ex Jefe de Justicia Iftikhar Chaudhry, a quien Musharraf destituyó como parte de su plan de emergencia anunciado el tres de noviembre de 2007, simplemente porque Iftikhar Chaudhry pidió que el presidente fuese responsable jurídicamente por sus acciones y cuestionó la legalidad de los movimientos de Musharraf. Muchos otros jueces fueres destituidos en sus cargos por negarse a jurar le Orden Constitucional Provisional (PCO).

La hermandad legal de Pakistán has estado el frente de las protestas contra Musharraf en todo el país y ha boicoteado los tribunales de las ciudades. Políticos como Imran Khan y Mahmood Khan Achakzai han manifestado su pleno apoyo a la sociedad legal en su lucha, cuyo objetivo es la restauración de los poderes de los jueces destituidos.

Siento que la única solución posible es una completa revolución sociopolítica en Pakistán donde el mundo entero se una y conforme un frente común en contra de las fuerzas de la agresión y el totalitarismo.

Salahuddin Ghaznavi
Representante del partido Pakistán Tehreek-e-Insaf en Irlanda

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