viernes, 15 de febrero de 2008

De vuelta al asunto de Sandzak: a la sombra de la crisis de Kosovo

Número 7/febrero-marzo 2008
Koray Özkal

“¡Nadie se atreverá jamás a tocarte!” éstas son las palabras desencadenantes del conflicto (1). Cuando Slobodan Milosevic dio su infame discurso en Kosovo Olje el 24 de abril de 1987, estas palabras provocaron la tragedia, lágrimas y el odio en los Balcanes durante las dos últimas décadas y cambiaron el transcurso de la historia. Milosevic murió y su régimen con él.

Serbia ha cambiado, la UE ha cambiado y también el mundo entero. Pero desafortunadamente el malestar en el territorio de la antigua Yugoslavia todavía es constante. Los Balcanes no han conseguido recuperarse de los traumas ocasionados por las agresiones indiscriminadas y los conflictos étnicos de los noventa. Tras el fracaso de las negociaciones sobre el estatus final de Kosovo, la estabilidad en los Balcanes se encuentra otra vez sobre un frágil equilibrio. Las piezas de domino las cuales fueron ordenadas por la comunidad internacional se encuentran en alto riesgo de caída.

De vuelta al Estatus de Kosovo: a la Sombra de los Actores Globales

El proceso de referéndum de Montenegro animó al liderazgo albano en Kosovo y sirvió de respaldo para su retórica para la independencia de Kosovo. Con la victoria del Partido Democrático de Kosovo en las últimas elecciones, Hashim Thaci, el ex-líder del Ejército de Liberación de Kosovo (KLA), se convirtió en el Primer Ministro de la provincia. Contrariamente a Ibrahim Rugova, el líder por excelencia de los albanokosovares y sus seguidores, el recién elegido primer ministro Hashim Thaci no defiende una solución multilateral. Las últimas negociaciones entre Serbia y los albanokosovares han fracasado y parece que es el momento para que la mayoría de la comunidad albana en la provincia siga adelante con su unilateral declaración de independencia de Serbia.


Después del 19 de diciembre, en el debate del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el embajador estadounidense Zalmay Khalilzad declaró que las posiciones de ambos lados era “irreconciliables” y aseguró que era la hora para un Kosovo independiente, una postura defendida por Gran Bretaña, Francia y la mayoría de miembros de la Unión Europea (algunos miembros como España se mostraron más escépticos). Sin embargo a mediados de enero, el embajador ruso Vitaly Churkin dejó claro que Rusia bloqueará cualquier intento de incorporación a la ONU por parte de un Kosovo independiente (2). Rusia y Serbia insisten en seguir con las negociaciones pero respecto de Kosovo se espera que declare su independencia a finales de febrero o a principios de marzo después de las elecciones presidenciales en Serbia.

Así, las incipientes eleciones presidenciales en Serbia supondrán un fase crítica para el futuro de Serbia, Kosovo y tal vez el sureste de Europa (3). Se espera mayoritariamente que el debate presidencial será entre el actual presidente Boris Tadic y el líder del Partido Radical Tomislav Nikolic. Durante la era presidencial de Boris Tadic hubo un período de transición para que Serbia reconstruyera y normalizara sus relaciones con la UE y los EEUU. Por otro lado, el nacionalista derechista Tomislav Nikolic está siendo acusado de seguir los pasos de Slobodan Milosevic en su carrera política. De esta forma Serbia bajo la presidencia de Tomislav Nikolic es desconocida para la comunidad internacional. Ambos Tadic y Nikolic rechazan la independencia de Kosovo pero existen serias dudas sobre los motivos reales, medios y herramientas de la retórica nacionalista extrema de Nikolic.

Sin embargo, incluso si Tadic gana las elecciones, está claro que Serbia carece de credibilidad y confianza por parte del sistema internacional y el derecho internacional, y que los serbios se sienten rechazados por la comunidad internacional. Se trata de la misma psicología social de miedo y peligro sobre la que Slobodan Milosevic construyó su trono. Por ejemplo, Serbia ha rechazado la entrada de los observadores americanos y británicos para supervisar las elecciones presidenciales. Por lo tanto resulta realmente importante para la sociedad internacional reestablecer la confianza en toda la región de los Balcanes. Y si las potencias globales continúan viendo a Kosovo como un tablero de ajedrez en su rivalidad global en lugar de proteger sus intereses nacionales, esta confianza nuncá será establecida.

Reelaborando los valores

La UE insiste en que el asunto sobre el futuro estatus de Kosovo es único y no sentará un precedente para Sandzak y Vojvodina. Sin duda alguna los procesos para la independencia de Montenegro y Kosovo no ayudaron a convencer a Serbia. La manera europea de conducir las disputas territoriales ha provocado que la UE parezca ser un aliado de una postura en lugar de un mediador entre ambos lados del conflicto (4). Las políticas de la UE en la región también crean incertidumbre sobre los “valores comunes” de la organización. El respaldo a la independencia de Montenegro y Kosovo hace de los argumentos y justificaciones europeos para un Chipre unido totalmente inválidos. En este sentido, la política de la UE contra el reconocimiento del Norte de Chipre no es nada más que hipocresía política. Así, para mantener la credibilidad de la política exterior común de la unión, la organización europea no debe adoptar ni unos valores “únicos” ni tampoco dependientes de un caso concreto sino valores invariables.

Sandzak: el Olvidado y el Vulnerable

La comunidad internacional no debe olvidar que Serbia se sostiene sobre unos fundamentos frágiles. Por ello la independencia de Kosovo puede desencadenar una serie de incidentes inesperados como un efecto domino que fácilmente puede desbordarse en la región de los Balcanes. Esta situación tendría serias implicaciones a nivel regional e internacional. Desafortunadamente si este escenario floreciera, una zona es fecuentemente mencionada como vulnerable y potencial punto neurálgico de la nueva violencia: la región de Sandzak.

Sandzak está situada entre Serbia, Kosovo, Bosnia Herzegovina y Montenegro con una población mayoritariamente bosníaca y debido a su localización geográfica, demografía multiétnica y antecedentes históricos Sandzak puede convertirse en un escenario para un nuevo conflicto.

La región no tenía ningún estatus o autonomía especial en la República ex-yugoslava. Pero en los años precedentes una multitud de memorandums, declaraciones y resoluciones fueron utilizadas para urgir a Belgardo a conceder a la región de Sandzak y a los bosníacos cierto grado de autonomía. En el referendum de octubre de 1991 una amplia mayoría de bosníacos de Sandzak votaron a favor de la autonomía.

Después de la independencia de Montenegro, la región histórica de Sandzak quedó dividida entre Serbia y Montenegro. La mayoría de los bosníacos en Montenegro apoyaron fuertemente la independencia del país pero aquellos que vivían en Serbia apoyaron el mantenimiento de una Sandzak unida. La comunidad bosníaca en la Sandzak serbia debate sobre la posibilidad de declarar la autonomía y un referendum por una Sandzak unida, teniendo en cuenta los precedentes de Montenegro y Kosovo.

Empezando desde la era Milosevic, el nacionalismo extremo en Serbia tiende a ver a los bosníacos en la región como la quinta columna e intenta pavimentar un “pasillo verde” entre Bosnia Herzegovina y Kosovo. Durante los conflictos de los años noventa las limpiezas étnicas, secuestros y arrestos masivos tuvieron lugar en la región. Pero lo más interesante es que después de los incidentes en Kosovo en 2004, Sandzak se convirtió en una área de “venganza” en el ideario del nacionalismo extremista en Serbia. Por ejemplo, a principios de enero de 2004, pancartas que decían “Hola Sjenica, la segunda Srebrenica” y “Hola Novi Pazar, el Nuevo Vukovar” eran mostradas en Sandzak y empezó una ardiente campaña en una mezquita (5). Además incluso las competiciones deportivas tienen un alto riesgo de causar incidentes políticos inesperados en la región de Sandzak. Considerando el incidente en Kosovo en 2004 durante un partido de fútbol entre el equipo serbio Rad y el equipo bosníaco Novia Pazar, los fans de ambos equipos saltaron las barreras, se lanzaron piedras y pelearon en medio del campo. La causa no estaba relacionada con el partido. Todo era política. Eslogans como “Muerte a los Bosníacos”, “Muerte a los Serbios” y “Serbia empieza a llorar, aquí está Hashim Tachi” fueron coreados. En otro partido entre el equipo serbio Rad y el bosníaco Torchida, los fans del Rad vestían camisetas con la imagen de Radovan Karadzic y gritaban “Cristianismo o muerte” mientras que los fans del Torchida en respuesta gritaban “el Islam debe governar” (6).

El nivel de educaión en Sandzak es bajo, su economía subdesarrollada y la región es evidentemente más pobre que otras regiones en Serbia. Estas condiciones hacen que la zona sea más vulnerable a cualquier tipo de propaganda extremista. Por ejemplo, la creciente existencia del fundamentalismo Wahabi en Sandzak ha sido constatado tanto por las organizaciones internacionales como por el gobierno central (7). Aparte del radicalismo serbio, el fundamentalismo Wahabi en la región supone otra amenaza a la seguridad.

Esta son algunas de las evidencias que provocan preocupación sobre una posible agresión en Kosovo, la cual puede ser un motivo para un conflicto entre bosníacos y serbios en Sandzak. Y si éste ocurre, la paz de Dayton en Bosnia Herzegovina puede llegar fácilmente a su fin.

En Conclusión

Cualquiera que sea el estatus final de Kosovo, la comunidad internacional no debe olvidar lo siguiente: la estabilidad en Serbia es crucial para la estabilidad de toda la región. Si los intereses nacionales sustituyen al derecho internacional, ésto sólo puede ocasionar el auge del irredentismo. ¿Estamos intentando construir micro- estados naciones homogéneos en los Balcanes o estamos intentando asentar una paz permanente? Si nos decidimos por la segunda opción, la estabilización y la paz en los Balcanes sólo puede ser asegurada con el establecimiento de la confianza, aprendiendo cómo vivir en diversidad y buena vecindad.

Koray Özkal
Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Técnica de Yildiz, Estambul.

NOTAS:

(1)Laura Silber & Alan Little, Yugoslavia: Death of a Nation. NY: Penguin Books/BBC
Books, 1997, p.38.
(2) An independent Kosovo can never join UN, Russia warns, http://www.iht.com/articles/2008/01/17/europe/kosovo.php
(3) This article is written before the presidential elections.
(4) Fuat Aksu, “Confidence, Security and Conflict Resolution Initiatives in the Balkans”,
Turkish Review of Balkan Studies, Annual 2003, p.44
(5) Helsinki Comittee for Human Rights in Serbia Annual Report 2004, EF/NGO/25/05
(6) Helsinki Comittee for Human Rights in Serbia Annual Report 2004, EF/NGO/25/05
(7) http://www.janes.com/security/international_security/news/jiaa/jiaa060314_1_n.shtml

Global Affairs no es responsable de las opiniones vertidas por sus colaboradores/as