lunes, 15 de octubre de 2007

La realidad lingüística actual de Marruecos

Número 5/ Octubre-Noviembre 2007
Rosa Salgado

¿LÂ BÂS, ÇA VA, QUÉ TAL?

La realidad lingüística de Marruecos es una de las más ricas e interesantes de los países del Magreb y refleja el paso de las dominaciones más importantes que las distintas comunidades lingüísticas han sufrido a lo largo de los siglos, es decir, la bereber, la árabe, la francesa, y en menor medida la española (Moustaoui 2006: 7-8).

Marruecos es un país en el que resulta casi imposible encontrar un lugar donde se hable una única lengua, y pensar que sólo se habla el árabe no corresponde exactamente con la realidad del país. En Marruecos conviven varias lenguas y dialectos que se nutren unos de otros como consecuencia del contacto entre ellas. Esta situación lingüística, común en los países árabes, se ha venido definiendo como una situación de diglosia y bilingüismo, que en Marruecos va más allá, dándose una situación de quinqueglosia (Moscoso 2006: 23) y plurilingüismo. Así, en Marruecos se habla la lengua árabe de la que existen cinco registros: a) el árabe clásico o árabe fusha’, b) el árabe moderno y c) el árabe marroquí o dâriya lengua dialectal que tiene tres variantes: dialectos tradicionales sedentarios y beduinos, el árabe marroquí estándar y el árabe marroquí moderno (Moscoso 2006: 27-28). También se habla la lengua bereber o tamazight, la lengua de los habitantes autóctonos del norte de África, que tiene tres variedades el tamazight, el tarifit y el tachelhit. Y como consecuencia de la época del protectorado se habla el francés y en menor medida el español.

Estas lenguas y dialectos no tienen los mismos usos y funciones en Marruecos, sino que cada una de ellos tiene un estatus diferente marcado por la política lingüística de arabización adoptada por Marruecos a partir de 1963, que da primacía a la lengua árabe y a la sociedad araboislámica.

La realidad lingüística marroquí es compleja, rica e interesante y conocerla supone acercarse un poco más a Marruecos, un país cercano a España no sólo por cuestiones geográficas, sino también históricas, culturales, económicas y financieras, que además ocupa un lugar privilegiado en el seno de las relaciones con la Unión Europea.

Marruecos es un país lleno de contrastes donde los marroquíes se saludan en árabe moderno, los vendedores regatean en árabe marroquí, los empresarios negocian en francés con las empresas extranjeras, los almuédanos rezan desde las mezquitas en árabe clásico y los televisores de las casas emiten programas en francés y español a través de las antenas parabólicas que cubren los tejados del país.

1. La diversidad lingüística de Marruecos

1.1 La lengua árabe

La lengua árabe entra dentro del grupo de las lenguas semíticas en su rama meridional-central. Esta lengua comenzó a hablarse en el Hiyaz (nordeste de Arabia Saudí) y se piensa que se usaba ya desde comienzos del siglo V. La lengua árabe es la lengua en la que el Arcángel San Gabriel le reveló el Corán al profeta Mahoma en el S. VI dando lugar así a la aparición del Islam.

El término de lengua árabe o árabe es un término genérico que hace referencia a la lengua árabe clásica en la que se reveló el Corán, así como a las variantes y dialectos que surgieron a partir de ella. Sin embargo, para cualquier arabófono, el término de lengua árabe o árabe hace referencia a la lengua árabe clásica, lo que en árabe se denomina al-lugat al-‘arabiya al-fusha´, la lengua de la que derivan el resto de las variantes.

Lengua árabe es también el término que aparece en la constitución marroquí para designar a la única lengua oficial de Marruecos, término que se refiere al árabe clásico y al árabe moderno, éste último es una de las variantes del árabe clásico del que se diferencia, fundamentalmente, por la introducción en el siglo XIX de ciertos neologismos del inglés y del francés para adaptar el árabe clásico a la modernidad, la ciencia y la tecnología. El término lengua árabe en la constitución de Marruecos excluye, por tanto, las otras lenguas que se hablan en el país, es decir, el árabe marroquí o dâriya, la lengua bereber o tamazight, la lengua francesa y la lengua española.

En este análisis sobre la realidad lingüística actual de Marruecos el término de lengua árabe o árabe se refiere al árabe clásico y al árabe modero, que es el que se utiliza en la actualidad. Ambos están estandarizados y sirven para la comunicación oral y escrita entre la comunidad araboislámica en general.

1.1.1 El árabe clásico

El árabe clásico o fusha’, es la lengua en la que está escrito el Corán (S. VI) el libro que da origen a la religión islámica. Esta lengua evolucionó muy poco debido a su carácter sagrado y prácticamente los cambios que se han producido a lo largo de los siglos han sido de carácter léxico introduciendo neologismos del inglés o del francés, por cuestiones históricas de colonización o protectorados, para adaptar su vocabulario a la vida moderna, a las nuevas tecnologías y a la ciencia. Estos cambios dieron lugar al árabe moderno.

El árabe clásico es una lengua que se usa en las manifestaciones religiosas, discursos oficiales religiosos y políticos, en el ámbito educativo de estudios islámicos y facultades de teología. Esta lengua se aprende en las escuelas coránicas, en los Institutos de Enseñanza Islámica o Facultades de Teología (Moustaoui 2006: 15-16).

El árabe clásico, por tanto, simboliza la identidad del mundo araboislámico y goza de un estatus privilegiado por su carácter religioso, además está estandarizado, normalizado y supervisado por la Oficina de la Coordinación de la Arabización. Sin embargo, no es la lengua materna ni de comunicación oral de la población marroquí.

1.1.2 El árabe moderno

El árabe moderno es una versión del árabe clásico que comienza a formarse en el siglo XIX para adaptarse a las necesidades de la vida moderna. Las diferencias entre el árabe clásico y el moderno son poco apreciables debido a que el árabe clásico fue sacralizado por ser la lengua del Corán, lo que atrofió su evolución. El árabe moderno, por tanto, deja de usar formas y expresión anticuadas y comienza a introducir préstamos lingüísticos de otras lenguas, como el inglés o el francés adaptándose así a las necesidades impuestas por el progreso tecnológico y social que no se definían en el árabe clásico (Haywood 1992: 9-10).

Este árabe, al igual que el clásico, es una lengua que cuesta dominar por parte de los arabófonos y que exige un esfuerzo y estudio de la misma (Gineste 2006: 20-25) fundamentalmente en primaria y secundaria. En este sentido cabe señalar que, aunque las tasas de analfabetismo se han reducido en parte gracias a la reforma educativa implantada en el año 2000 mediante la Charte Nacional de Education et Formation, las últimas estadísticas publicadas por la Secretaria de Estado encargada de la alfabetización sitúan las tasas de analfabetismo en el 38,5 % entre la población mayor de 10 años en el 2007, siendo las mujeres la población más desfavorecida y las zonas rurales las más afectadas. Esta situación eleva el número de marroquíes que desconocen el árabe moderno.

En la actualidad el árabe moderno se utiliza en la expresión escrita de la lengua árabe y en el ámbito educativo como lengua de instrucción y primera lengua de estudio, también es la lengua oral de los discursos políticos y religiosos, y de los medios de comunicación como prensa, radio-televisión y de la literatura.

El árabe moderno no es la lengua materna de los marroquíes y es de uso minoritario en la vida cotidiana y de uso mayoritario en el ámbito institucional. Es también la lengua oficial del país (Moscoso 2006: 24) y goza de un estatus privilegiado por estar estandarizada y reconocida por la constitución marroquí.

1.1.3 El árabe marroquí

El árabe dialectal es la variedad del árabe que ha derivado del árabe clásico. En cada región del mundo árabe estos dialectos son distintos, de modo que un sirio y un marroquí no podrían entenderse si cada uno hablara en su dialecto.

El dialecto que se habla en todo Marruecos de norte a sur es el árabe marroquí conocido en Marruecos como dâriya. Es la lengua materna del 90% de la población marroquí, un dialecto de tradición oral, que en el transcurso del siglo XX hasta la actualidad, ha evolucionado mucho y actualmente podemos hablar de tres variantes del árabe marroquí: los dialectos tradicionales sedentarios y beduinos que están desapareciendo a favor del el árabe marroquí estándar, el cual recoge el habla de las grandes ciudades de Casablanca y Rabat que se están imponiendo en el resto del país, y el árabe marroquí moderno que tienen como estructura el árabe marroquí estándar pero que introduce giros y voces del árabe moderno (Moscoso 2006: 24).

El árabe marroquí es pues una lengua, o si se quiere un dialecto derivado del árabe, que no es lengua oficial en Marruecos y que no está normalizada, todavía. Es una lengua oral, sin tradición escrita, que se aprende en el seno familiar y cuya función exclusiva es la comunicación espontánea en el ámbito cotidiano y familiar. También en los últimos años ha ido formando parte de la literatura popular, las obras de teatro, los debates parlamentarios, algunos medios de comunicación e incluso de las mezquitas, con el fin de llegar al mayor número de oyentes entre los que se encuentran aquellos que no conocen bien la lengua árabe moderna.

El árabe marroquí no se enseña en Marruecos como variedad materna ni se enseña su escritura por no estar normalizada. Sin embargo, cabe destacar, que en los últimos años ha habido una creciente demanda por parte de estudiantes y profesionales extranjeros, que por interés o asuntos laborales necesitan aprender el árabe marroquí. Esto ha dado lugar a la apertura de centros, tanto en España como en Marruecos, destinados a la enseñanza y aprendizaje del dâriya para extranjeros, así como a la publicación de métodos didácticos para su enseñanza en el que destacamos el manual del arabista Francisco Moscoso (2006) Curso de árabe marroquí, diálogos, gramática, ejercicios, glosario y bibliografía. Este creciente interés por el aprendizaje del árabe marroquí, por parte de extranjeros, evidencia el auge de la principal lengua de comunicación entre los marroquíes y las limitaciones que supone conocer tan sólo el árabe moderno cuyo conocimiento no implica poder hablar o entender el dâriya. Ambas lenguas se diferencian, fundamentalmente, en el plano léxico-semántico y fonético-fonológico, aunque en el plano sobre todo sintáctico se hace evidente la influencia del árabe moderno (Moustaoui 2006: 10).

El árabe marroquí es pues, la lengua de comunicación oral mayoritaria en Marruecos que sin embargo no está estandariza ni tiene un estatus privilegiado, frente al árabe (clásico y moderno) que es el soporte de todo lo escrito y que además sirve, generalmente, para la comunicación entre los árabes y los discursos orales más cultos.

1.2 El bereber

El término bereber o beréber se refiere tanto a los hablantes como a la lengua de la comunidad berberófona, población autóctona que vivía en el norte de África antes de la llegada de los árabes en el siglo VII. Los berberófonos utilizan el término tamazight para designar su lengua y amazight para designar a la persona que habla dicha lengua. (Moscoso 2006: 13).

En la actualidad se considera que aproximadamente un 35% de la población de Marruecos tiene el tamaizhght como lengua materna. Esta lengua tiene tres variedades según las zonas y comunidades de hablantes: a) el tamazight que es hablada por unos tres millones de hablantes del Atlas medio y parte del Gran Atlas, b) el tarifit o rifeño, que es la lengua de mas de un millón y medio de hablantes en las montañas del Rif del norte del país, y c) el tachelhit que es la lengua de unos dos millones y medio de hablantes del Gran Atlas, el Antiatlas y las montañas del Sus (Sur). Las tres variedades tienen una misma estructura morfosintáctica y difieren en algunos aspectos fonológicos, fonéticos y léxicos (Mostaoui 2006: 11). La lengua bereber es una lengua que aún no está estandarizada. El Instituto Real de la Cultura Amazight en Marruecos (IRCAM) llevó a cabo un proyecto de codificación y estandarización de la lengua con caracteres tifinahg que aún no ha terminado y ha causado el debate con el Movimiento Cultural Amazigh que defiende la utilización de caracteres latinos como en Argelia, Mali y Níger para su representación gráfica (Moustaoi 2006: 14).

El bereber se utiliza fundamentalmente en el ámbito familiar, aunque en las zonas donde se habla en tamazight pude utilizarse en las administraciones, aunque en su registro oral exclusivamente. En radio y televisión también se dedican espacios a la emisión de programas en lengua bereber. La enseñanza del tamazight se excluyó del sistema educativo marroquí con la política de arabización de Marruecos a partir de 1963, que paulatinamente fue defendiendo la lengua árabe, el grupo mayoritario árabe y le exaltación del pasado araboislámico. La población bereber ha tenido que luchar y sigue luchando para que se reconozcan los derechos de los amazigófonos como pueblo autóctono en materia de política social, lingüística o cultural y la enseñanza del bereber o tamazight volvió a iniciarse en el curso 2003-2004 en 317 colegios marroquíes, gracias al primer programa de enseñanza del bereber llevado a acabo por el IRCAM y el Ministerio de Educación marroquí que pretende generalizar su enseñanza en el 2013. (Moustaoi 2006: 13).

Esta lengua bereber es por tanto una lengua de uso mayoritario para la comunicación oral en Marruecos entre la población bereber. No está todavía estandarizada y no está reconocida en la constitución por lo que no tiene carácter de lengua oficial como ocurre en Níger o Mali.

1.3 El francés

La lengua francesa se introdujo en Marruecos en la etapa del protectorado francés (1912 -1956) convirtiéndose en lengua oficial y de enseñanza durante cincuenta años hasta que, tras la independencia de Marruecos, se pusiera en marcha una etapa de arabización a partir de 1963 en la que el árabe pasó a ser la única lengua oficial del país y el francés pasó a ser la segunda lengua institucional del país junto al árabe.

El hecho de que el francés se haya seguido manteniendo en Marruecos, a pesar del proceso de arabización tras la independencia, se debe a que el sistema político y social marroquí siguió y sigue siendo de corte francés ya que existe una élite, de intelectuales y burguesía marroquí, que defiende la francofonía como ventana a la modernidad y al mundo occidental.

El francés tiene un papel relevante en la sociedad marroquí y se utiliza en el ámbito educativo como primera lengua extranjera, como lengua de instrucción en universidades científicas y técnicas, en la vida cotidiana, en la administración pública, para la comunicación entre embajadas, consulados, empresas, en la literatura, en los medios de comunicación de prensa, radio y televisión. Además a nivel léxico-semántico permite la modernización de la lengua árabe que introduce numerosas palabras del francés.

El francés por tanto es lengua institucional de uso mayoritario junto al árabe, aunque no es lengua oficial. Se emplea en la vida cotidiana sobre todo en las grandes ciudades como Casablanca, Rabat o Fez. Está normalizada y defendida por la Académie Française y goza de un estatus privilegiado.

1.4 El español

La lengua española empezó a tener una repercusión más destacada en Marruecos en la época del protectorado español (1912-1956). Los territorios del protectorado español comprendía dos zonas: zona norte de Marruecos y el Sahara español. Sin embargo, la política lingüística de España en las zonas ocupadas no fue como la de Francia y la repercusión de la lengua española en el país ha sido menor, aunque hubo un intento de convertir el español en lengua oficial en las zonas ocupadas (Moustaoi 2006: 22).

Aunque no hay cifras que nos muestren con exactitud el número de hablantes de español que hay en Marruecos de forma fidedigna hay artículos que revelan que entre cuatro y siete millones de personas conocen y utilizan el español en Marruecos (Ammadi, 2002). En la actualidad el español parece que tienen un papel más notable en aquellas zonas que están cercanas a Ceuta y Melilla, en el puerto de Tánger y Nador, así como en el puerto de Tarfaya en el Sahara. También se emplea en los medios de comunicación de radio y televisión nacional y a través del canal internacional gracias a las numerosísimas antenas parabólicas que forman parte del paisaje marroquí. Además, desde hace más de 7 años el español se puede utilizar en Marruecos para realizar exámenes de oposición de la Administración Pública marroquí.

Cabe destacar también, que en Marruecos hay muchos estudiantes de español por razones fundamentalmente históricas y laborales, que han dado lugar a una gran presencia de centros para su aprendizaje: escuelas privadas de enseñanza del español, once colegios españoles, seis Institutos Cervantes, cinco departamentos de español en Universidades Marroquíes, y una Consejería de Educación de la Embajada de España, que se encargan de difundir la lengua y cultura españolas en Marruecos.

El español sería por tanto una lengua de estatus privilegiado aunque de uso minoritario que sigue, de algún modo, no sólo presente en Marruecos, sino que además con los años es una de las lenguas extranjeras de más creciente demanda en el país.

2. Conclusiones

La realidad lingüística actual de Marruecos es una realidad compleja llena de contrastes y contradicciones donde se hablan diferentes lenguas y dialectos con usos y funciones diferentes que podrían clasificarse del siguiente modo:

a) Lenguas de uso mayoritario para la comunicación oral en la vida cotidiana que no tienen un estatus privilegiado: el árabe marroquí y el bereber.

El árabe marroquí es lengua materna y mayoritaria de uso cotidiano para la comunicación en la vida cotidiana que en los últimos años ha comenzado a tener un auge importante y un reconocimiento en la vida cotidiana y cultura del país, sobre todo gracias a que el árabe marroquí estándar (variedades de Casablanca y Rabat) se está imponiendo en la sociedad marroquí a través de los medios de comunicación, lo que podría permitir su estandarización en un futuro, ya que cada vez hay más estudiantes y profesionales que estudian el árabe marroquí.

El bereber es también lengua materna del 35% de la población que gracias a su implantación en el ámbito educativo, a la conciencia de la cuestión lingüística del tamazight y a los trabajos desarrollados por el IRCAM. De este modo el tamazight podría “cambiar de estatus sociopolítico en la vida cotidiana marroquí si hay voluntad política para ello” (Mostaoui 2006: 46).

b) Lenguas de uso mayoritario para la comunicación escrita y oral en el ámbito institucional que tienen un estatus privilegiado: el árabe moderno y el francés.

Si el árabe marroquí es la lengua de comunicación oral entre los marroquíes, el árabe moderno es la manifestación escrita de la lengua árabe, de modo que es indispensable conocerlo y estudiarlo para poder leer y escribir cartas, periódicos, carteles publicitarios o documentos de la administración. El árabe moderno solo se utiliza en contextos orales muy determinados como el ámbito educativo, el político o el de los medios de comunicación como radio y televisión. Es por tanto el árabe de los contextos más cultos e intelectuales y el de comunicación entre el mundo árabe.

El francés es la segunda lengua institucional tras el árabe moderno en Marruecos. Es una lengua que se utiliza en contextos orales y escritos en contextos relacionados con la educación privada o pública (universidades científicas o técnicas), en los medios de comunicación radio, televisión o prensa, en la literatura, en documentos oficiales y administrativos o como lengua de comunicación con empresas extranjeras en ámbitos económicos y financieros.

c) Lenguas de uso minoritario para la comunicación oral en la vida cotidiana que tienen un estatus privilegiado: el árabe moderno, el francés y el español.

El árabe moderno es una lengua que no suele utilizarse para la comunicación oral de los marroquíes, excepto los profesores, políticos o periodistas que la utilizan en sus contextos de trabajo. Sin embargo, es la lengua que utilizan a diario junto con el francés para escribir cartas, leer periódicos y libros o escuchar la radio.

El francés también es una lengua de comunicación entre los marroquíes en la vida cotidiana. En grandes ciudades, como por ejemplo Casablanca o Rabat, se habla francés con mucha naturalidad. El francés es la lengua de comunicación entre la bourgeoisie marroquí, que utiliza el francés como un signo de distinción y de cultura frente al árabe dialectal, así como de aquellos intelectuales que defienden la francofonía. Además es la primera lengua extranjera que los jóvenes marroquíes deben dominar para optar a determinados puestos de trabajo.

El español todavía se conserva en algunas zonas de Marruecos, aunque no es una lengua en la que podamos comunicarnos de forma natural en el país, sino que más bien, es una lengua que chapurrean algunos marroquíes en el norte del país y en las zonas más turísticas, y que dominan jóvenes y profesionales que lo estudian en Institutos Cervantes o Universidades marroquíes, bien por cuestiones de cercanía con España, bien como forma de ampliar las ofertas laborales.

Esta es pues, la realidad lingüística de Marruecos, una realidad compleja y a veces contradictoria que sigue cambiando y evolucionando en el seno de la sociedad marroquí.

Rosa Salgado Suárez.
Licenciada en Filología Árabe por la Universidad de Sevilla. Investigadora MAEC-AECI y miembro del grupo de investigación IXBILIA.

BIBLIOGRAFÍA

-AMMADI, M. (2002), “El español en Maruecos: historia y presente”, en Actas del IX Congreso Brasileño de Profesores de español. Consejería de Educación del MEC en Brasil.

-HAYWOOD, N. (1992), Nueva gramática árabe. Madrid. Editorial coloquio.

-MOSCOSO, F. (2006), Curso de árabe marroquí, diálogos, gramática, ejercicios, glosario, bibliografía. Universidad de Cádiz y Universidad de Castilla La Mancha.

-MOUSTAOUI, A. (2006), “Lengua y legislación en Marruecos”, Documents de treball, 22, 2006.

-ROLDAN, M. (2005), “El español en el contexto sociolingüístico marroquí: Evolución y perspectivas (I)”, Aljamia. Revista de la Consejería de Educación y Ciencia en Marruecos, nºxv (vol.I).

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