jueves, 15 de febrero de 2007

Un comercio en su justa medida

Número 1/ Febrero-Marzo 2007
Carolina Ferreiro

El Comercio Justo se perfila hoy en día como la iniciativa más viable en la consecución de unas relaciones comerciales más equitativas entre el productor y el consumidor. Esta actividad ha supuesto a nivel mundial una alternativa a lo que es el comercio internacional y se ha convertido en una eficaz herramienta de cooperación para erradicar la pobreza y la explotación en los países menos desarrollados.

Podemos afirmar que el Comercio Justo es una actividad en alza en nuestro país ya que ha experimentado un crecimiento del 17% en los últimos cinco años. Pero pese a estos datos, España tiene aún mucho trabajo por hacer ya que se halla en la cola de Europa en la compra y venta de productos justos.

Según las últimas estadísticas del Anuario del Comercio Justo en España para el año 2006 elaboradas por la organización SETEM, el gasto medio en productos justos en España no llega a los 350 euros por cada mil habitantes. Estas cifras muestran que el Comercio Justo es hoy una actividad bien vista en nuestro país pero no es aún lo suficientemente conocida, sobre todo si lo comparamos con los datos que arroja la Unión Europea en los que el gasto medio por cada mil habitantes se sitúa en torno a los 2318 euros. Las Comunidades Autónomas españolas que más ventas efectúan cada año en este tipo de comercio son: Cataluña con el 35,5%, Madrid con un 20,3%, Galicia 15,5% y Andalucía con el 9,3%.

¿Qué es exactamente el Comercio Justo?

El Comercio Justo es la forma alternativa de intercambio que promueven en la actualidad un gran número de organizaciones gubernamentales, movimientos sociales, políticos y ONG de todo el mundo. En esta actividad se busca que exista una relación equitativa y justa entre los productores, habitantes de países del Sur y los consumidores procedentes de países desarrollados o del Norte. El Comercio Justo contribuye al desarrollo sostenible en el intercambio comercial que se produce entre los productores y los consumidores.

La filosofía del Comercio Justo persigue sobre todo: la igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo, la firme negativa a la explotación infantil, el trabajo con dignidad en el marco del respeto a los derechos humanos, la búsqueda de un salario equitativo para el productor, el respeto al medio ambiente y busca la reducción mínima de los intermediarios entre el productor y el consumidor.

Un total de 246 millones de niños trabajan en todo el mundo. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo, esta cifra está disminuyendo progresivamente cada año. Las organizaciones internacionales, tanto las gubernamentales como las no gubernamentales trabajan día a día por el respeto a los derechos de los niños y están consiguiendo objetivos importantes en esta materia. El trabajo infantil es la última forma de esclavitud que existe hoy día en el mundo.

La enorme bajada de precios que sufrieron las materias primas procedentes de países subdesarrollados en décadas anteriores incentivó aún mucho más la debilidad de estos países, convirtiendo a las multinacionales en las “grandes ganadoras” del gran juego comercial.

Por ello debemos de tener muy claro que esto es “comercio” en el más puro sentido de la palabra y no una ayuda altruista que los países del Norte aportan a los países menos desarrollados. Se trata de que los países más desarrollados abran sus mercados de una manera limpia a los países del Sur, respetando unos precios y unas condiciones de trabajo dignas

La gran cadena del Comercio Justo:

En esta actividad comercial alternativa intervienen diferentes actores que hacen que el Comercio Justo sea hoy una actividad de creciente importancia en el ámbito internacional. En primer lugar, el productor es el punto de partida en la fabricación de los productos. El Comercio Justo lucha por los derechos de estos productores y porque se cumpla la dignificación y el reconocimiento en el esfuerzo vertido en su trabajo. El segundo elemento interviniente en la cadena del comercio justo son las importadoras. Éstas están encargadas de comprar los productos a los productores con un precio previamente acordado por ambos, que les permita vivir en condiciones dignas y acceder a oportunidades en el ámbito educativo y social.

Las tiendas son el tercer elemento de esta cadena, son las encargadas de comprar los productos a las organizaciones importadoras. Además también llevan a cabo una importante labor de divulgación de y sensibilización social para que el comprador tenga un correcto conocimiento de la existencia de estos productos y luchan por que el comercio mundial sea más justo. El cuarto elemento de esta cadena es el cliente, gracias a él y a su consumo responsable se está ayudando a que el primer elemento de la cadena, el productor, pueda mejorar sus condiciones de vida. El último elemento digno de mención son las organizaciones internacionales que garantizan que se cumplan los criterios y los objetivos del comercio justo de manera global y equitativa en todos los países.

Los artículos que encontramos en las tiendas de Comercio Justo provienen en su mayoría de las zonas más pobres de América Latina, África y Asia. Los productores suelen ser familias, pequeñas cooperativas, grupos de mujeres o talleres para minusválidos. Se trata siempre de grupos de población que por razones económicas, geográficas o falta de experiencia no tienen acceso directo al mercado, o en caso de tenerlo, no obtienen un precio suficiente para mantenerse. Es muy frecuente en la actualidad que se encuentren también en las tiendas de Comercio Justo productos hechos por grupos desfavorecidos procedentes de los países más desarrollados e industrializados.

Un poco de historia:

El Comercio Justo nace como actividad plenamente reconocida en el año 1964 tras la conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo- UNCTAD celebrada en Ginebra. Los países más pobres reclamaban a los ricos unas relaciones comerciales más justas y equilibradas entre el Norte y el Sur. Tras esta conferencia, tan sólo un reducido grupo de países desarrollados optó por la creación tiendas en las que se comercializaran productos procedentes de países del Sur intentando evitar el gran número de barreras arancelarias de entrada que se les solían aplicar a estos productos.

El país pionero en Europa en la creación de esta red de tiendas solidarias fue Holanda, al que más tarde le seguirían Alemania, Suiza, Austria, Francia, Gran Bretaña y Bélgica.

Al principio este tipo de tiendas se dedicaban a la comercialización de productos artesanales por catálogo, procedentes todos ellos de países subdesarrollados. Ya en el año 1973 comenzó la venta del primer producto alimentario importante: el café FT producido por cooperativas de Guatemala.

En los años 80 este tipo de comercio se fue haciendo más popular y la lista de productos se vio incrementada considerablemente. Además del café se incorporaron a las importaciones otros productos como: la miel, el té, el azúcar, el cacao y las artesanías y los textiles mejoraron considerablemente en cantidad y calidad.

En el año 1990 se constituye la Asociación Europea de Comercio Justo nacida por la iniciativa de once organizaciones de comercio justo procedente de nueve países europeos. Después de diez años de cooperación informal, esta organización persigue estimular la cooperación a nivel práctico entre sus miembros así como aplicar políticas y estrategias comunes.

En el año 1999 la Comisión Europea elaboró un comunicado en el que se mostró partidaria del comercio justo y declaró que iba a luchar por los objetivos que persigue este tipo de actividad. Este documento ya está dentro de la legislación que la UE ha elaborado dentro de sus políticas sectoriales de desarrollo. Con estas palabras la Unión Europea reconoce que el comercio justo es una de las actividades que conforman sus objetivos en temas de cooperación al desarrollo: “ La promoción del comercio justo está entre los objetivos más amplios de la Comunidad en lo relacionado con la cooperación al desarrollo, es decir, a la lucha contra la pobreza, al desarrollo económico y social y, en particular, a la inserción progresiva de los países en desarrollo en la economía mundial” (Comunicación de la Comisión Europea al Consejo, de 29 de noviembre de 1999).

En el año 1986 España decide sumarse a esta oferta comercial solidaria y se crea la primera tienda de Comercio Justo en el País Vasco. Diez años más tarde y como muestra del excelente apogeo que comienza a tener esta actividad solidaria en nuestro país, se crea la Coordinadora Estatal de Organizaciones de Comercio Justo. Este organismo tiene la finalidad de aglutinar a todas las tiendas y organizaciones que se dedican a este tipo de comercio en nuestro país.

En la actualidad ya se contabilizan 34 organizaciones y 60 tiendas en el seno de la Coordinadora Estatal. A nivel mundial, el año 2006 fue una gran época para el comercio justo ya que se constituyeron más de 3000 tiendas en las regiones más desarrolladas del mundo: Europa, Canadá, Estados Unidos y Japón.

El café, producto estrella en las ventas de Comercio Justo:

El café ha sido sin duda el producto que más éxito ha cosechado dentro de las ventas de Comercio Justo. Es un bien que los países del Norte consumen a diario y que, sin embargo, muestra su lado más oscuro a los productores que actualmente lo fabrican en países de América Latina, África y Asia.

Los cafés de las grandes marcas que se venden al público en los países desarrollados están controlados por grandes multinacionales que frecuentemente ofrecen al productor de café precios irrisorios por esta materia prima y que en muchos casos termina endeudándoles. Se calcula que estas prácticas por parte de las empresas multinacionales destruyen cada año el medio de vida de 25 millones de productores de café en todo el mundo.

Con la iniciativa del Comercio Justo, los caficultores de todo el mundo han encontrado una situación alternativa y viable a la que le plantean las grandes empresas multinacionales del café. Gracias a este justo intercambio, el precio que reciben los productores de café de países como México, Nicaragua o Tanzania les garantiza un sueldo y unas condiciones de trabajo dignas que ayudan a que estas personas puedan salir adelante sin las tradicionales barreras que antes tenían para conseguirlo.

La precariedad en la que se encuentra el mercado de trabajo del café, ha sido uno de los motivos por los que las organizaciones de Comercio Justo han comenzado a luchar y hacer de este producto “el número uno en ventas” dentro de la amplia gama de alimentos que comercializa el Comercio Justo. Actualmente los trabajadores de las grandes plantaciones de café en Suramérica o África cobran una media de 102 euros mensuales y sufren los a menudo los engaños y las extorsiones de los intermediarios comerciales. Ellos compran el café a los campesinos a bajo precio y una vez lo venden en el mercado nacional incrementan las tasas de una manera exacerbada. No debemos obviar tampoco que estos jornaleros suelen trabajar sin contrato, sin cobertura sanitaria y sin recibir contraprestaciones estatales como subsidio o paro. Además el sector cafetero cuenta con datos alarmantes de explotación infantil ya que se calcula que la gran mayoría de los hijos de estos productores de café comienzan a trabajar en las plantaciones a la edad de 6 o 7 años para colaborar así a la mejora de la economía familiar.

¿Qué es un “precio justo”?

El precio justo de un producto es aquel que cubre todos los costes de su fabricación y permite a los productores tener una vida digna y obtener unos beneficios que luego invertirán en gastos sociales como educación, salud o vivienda. En el caso de algunos productos como el café o el cacao sus precios se determinan en las bolsas internacionales de Nueva York y Londres, las organizaciones de Comercio Justo suelen tomar como referencia ese precio y añaden al mismo una cantidad adicional. Con ello aseguran que el productor siempre reciba un precio mínimo aunque el precio del mercado caiga por debajo del que han estipulado las bolsas internacionales.

Como hemos comentado anteriormente en el recorrido histórico, Holanda fue el primer país de Europa en poner en marcha iniciativas de Comercio Justo, pero lo fue también en el tema de la venta del café. En el año 1988 y viendo la creciente demanda que iba teniendo este producto en las recién creadas tiendas de Fair Trade, se forma la Fundación Max Havelaar con el fin de crear una marca de café que fuera sello de garantía de Comercio Justo. Esta iniciativa holandesa tuvo una difusión espectacular y una buena acogida en muchos otros países como Estados Unidos, Japón y veinte países europeos.

Desde entonces, las diferentes organizaciones que llevan acabo la venta de café con el sello de Comercio Justo se encuentran coordinadas bajo el organismo internacional FLO (Fair Trade Labelling Organization) y las ventas de este producto han experimentado grandes crecimientos en los últimos años. Según el informe “Café y Comercio Justo” elaborado por la Organización española SETEM, en el año 2003 se vendieron un total de 16.600 toneladas de esta marca de café en todo el continente europeo, lo que muestra la espectacular acogida que está teniendo en los mercados de los países más desarrollados.

Principales organizaciones que trabajan por el Comercio Justo en España:

La mayor parte de las tiendas de Comercio Justo suelen estar gestionadas por ONG que tienen una amplia experiencia sobre la problemática que viven los llamados países del Tercer Mundo. Pero también hay particulares preocupados por la situación de las comunidades más desfavorecidas, que suelen plantearse esta actividad comercial como una forma de trabajo que, a su vez actúa en beneficio de los productores.

Entre los años 2000 y 2003 los productos de Comercio Justo que se vendieron en España procedían de 34 países distribuidos por el continente africano, el asiático y Suramérica. En los próximos años, las organizaciones que trabajan por el Comercio Justo en España estiman que el número de países exportadores de productos justos alcanzará en un futuro próximo la cifra de 42.
En nuestro país nos encontramos con una gran variedad de organizaciones dedicadas al Comercio Justo.

La gran mayoría mantienen contactos con las cooperativas importadoras de productos justos y posteriormente los ponen a la venta en la red de tiendas que posee cada una de estas organizaciones.

Por volumen de ventas y por el gran número de campañas que promueven cada una de ellas, Intermón Oxfam y SETEM son las organizaciones españolas que más han profundizado en temas de Comercio Justo.

Intermón Oxfam es una ONG nacida en el año 1956 que lleva múltiples proyectos de acción humanitaria en muchos países del mundo. Una de las áreas a las que dedica mayor atención es precisamente al Comercio Justo y con ello a acomete mejoras integrales en los países del Sur que son productores o exportadores para el primer mundo.

La campaña “Comercio con justicia” que promueve el respeto y los sueldos dignos de los principales productores cafeteros del mundo es un buen ejemplo de ello. Esta organización contabiliza que existen en el mundo un total 25 millones de familias productoras de café que viven en una situación crítica. El precio al que venden su café a los países desarrollados llega a ser tan bajo, que no pueden con ello ni asumir los gastos que les supone la producción. Asegura que mientras estas personas llegan a situaciones límite, las grandes multinacionales, por el contrario, se convierten en las grandes privilegiadas de esta injusta situación.

También debemos mencionar la iniciativa “Tira del hilo” en la que se exige a la Federación Española de de Empresa de la Confección (FEDECOM) que asegure a las empresas textiles las condiciones necesarias para mejorar la vida de los trabajadores. Esta campaña ya ha recogido 14.000 firmas y ha logrado que muchas empresas de confección se comprometan a tomar medidas en la lucha contra la precariedad laboral existente en este sector.

Intermón asegura que la principal víctima de esta precariedad es la mujer ya que representa el 75% de la fuerza de trabajo de la actividad textil. La organización cifra en un total de 15 millones de mujeres las que trabajan sin contrato ni cobertura social de ninguna clase en países como Bangladesh, China, Bulgaria y Marruecos.

Esta organización ya cuenta con 37 establecimientos de Comercio Justo repartidas por diversas ciudades españolas.
Por otro lado la organización SETEM es una federación de diez ONG dedicadas a concienciar sobre las desigualdades sociales que existen entre los países del Norte y los del Sur. El Comercio Justo es uno de sus principales objetivos y en por ello lidera múltiples campañas en este ámbito.

La ONG SETEM Madrid cuenta con un departamento de campañas de sensibilización y denuncia que trata de dar a conocer los problemas que acechan a los países del Sur y propone soluciones alternativas a la solución de los mismos.
La campaña “Ropa Limpia” lucha por el respeto y el adecuado cumplimiento de los derechos laborales del trabajador del sector textil a nivel mundial. Además de fomentar la responsabilidad social de los productores, también trata de concienciar a los consumidores para que realicen un consumo responsable de estos productos y conozcan las condiciones de trabajo que sufre en la actualidad el sector del textil.

Esta iniciativa fue puesta en marcha por primera vez en Holanda en el año 1989 y hoy es desarrollada por un total de diez países europeos de manera simultánea. En España comenzó en el año 1996 de mano de la Federación SETEM y actualmente cuenta con el apoyo de 60 organizaciones sociales, sindicales e incluso de los propios consumidores.

Otra campaña de gran difusión social puesta en marcha por SETEM es la de “Finanzas éticas”. Con esta iniciativa la organización pretende hacer reflexionar al consumidor sobre dónde está realmente invirtiendo su dinero. Plantea una forma alternativa de ahorro e inversión en la que se contemple un triple beneficio: el económico, el social y el medioambiental. Se trata de concienciar a los ciudadanos de la importancia que tiene su dinero a la hora de transformar nuestra sociedad y por ello denuncia las actividades financieras que, con el fin de buscar el máximo beneficio, vulneran los derechos humanos en otras partes del mundo. “Cuenta con tus valores, humaniza tu dinero” es el estandarte principal de esta consolidada campaña de SETEM Madrid.

Carolina Ferreiro
Licenciada en periodismo y master de Relaciones Internacionales de la UCM.

Global Affairs no es responsable de las opiniones vertidas por sus colaboradores/as