lunes, 12 de febrero de 2007

¿Se debería ampliar el concepto de seguridad más allá de las intervenciones militares?

Número 1/ Febrero de 2007
Evgeny Lykov

El concepto de seguridad es central a la teoría y práctica de las Relaciones Internacionales. El hecho de que las Relaciones Internacionales estén tan fragmentadas en perspectivas enfrentadas entre sí hace extremadamente difícil el consenso sobre una definición del concepto.

Tradicionalmente el concepto de seguridad ha estado principalmente ligado al uso de la fuerza militar. Sin embargo, en el mundo moderno otros factores como las consideraciones económicas y los valores del bienestar son de creciente importancia y relevancia en la definición de seguridad. El principal objetivo del presente ensayo es analizar el alcance de dicha relevancia e identificar cuando el concepto de seguridad debe ser ampliado más allá de consideraciones puramente militares.

El problema principal en el estudio de la seguridad en la era posterior a la Guerra Fría es la falta de consenso sobre lo que comprende el concepto de seguridad. De esta manera, el entendimiento y la explicación de las cuestiones relacionadas con seguridad dependen del tipo de definición elegida, la cual especifica qué debe y qué no debe ser incluido en dicho concepto.

Esta definición debe responder a las cuestiones siguientes: quién o qué debe ser el objeto de interés en seguridad (por ejemplo: estados, grupos o individuos) y quién o qué es el sujeto amenazante (Terriff, 1999:3). El siguiente debate sobre las diferentes teorías sobre seguridad pretende dar respuesta a estos dos interrogantes planteados.

Comparando Neorrealismo y Neoliberalismo

El institucionalismo tanto neoliberal como neorrealista es importante en los estudios contemporáneos sobre seguridad. A pesar de un gran desacuerdo (en lo referente a la posibilidad de cooperación interestatal dentro del anárquico sistema internacional) ambas coinciden en un gran número de premisas teóricas básicas como la importancia central de la anarquía internacional para el análisis de la política internacional y el interés en las estructuras y sus efectos sobre la racionalidad instrumental de ciertos actores de la arena internacional (Powell, 1994).

El Neoliberalismo hasta la fecha actual ha tenido una influencia relativamente pequeña sobre asuntos de seguridad nacional. Por otro lado la teoría neorrealista como la enunciada por K. Waltz ha tenido una gran influencia sobre el campo de los estudios en seguridad (Katzenstein, 1996:12).

Por esta razón evitaré entrar en detalle sobre la teoría neoliberal, en su lugar resaltaré ciertas características del paradigma neorrealista sobre seguridad y su crítica por parte de ciertas nuevas y marginadas teorías.

Neorrealismo

El poder y la seguridad de la nación-estado en sus relaciones con otros estados es la premisa central de los realistas/ neorrealistas en su estudio de las Relaciones Internacionales (Terriff, 1999:38). En otras palabras, alcanzar un grado suficiente de seguridad (que nunca puede ser absoluto) es el prerrequisito para todo aquello que los estados quieran conseguir.

Desde el punto de vista de los realistas el poder del estado depende de su capacidad de ataque físico a otros estados. Mientras que la seguridad se define como una situación de vulnerabilidad frente al poder de otros “… to being seriously harmed by others’ deliberate use of force” (ser seriamente dañado por otros con un uso deliberado de la fuerza) (Terriff, 1999:39).

La reafirmación realista del poder conlleva recursos militares y otros que contribuyan al mantenimiento y aplicación de estos medios militares de actuación. De esta forma, los estados más poderosos son aquellos que posean la mayor capacidad del uso de la fuerza militar para atacar a otros.

Las evidencias sugieren que los realistas perciben la amenaza o el uso de la fuerza como el mayor desafío a la seguridad. Según Buzan, tal amenaza puede ser definida de tres maneras diferentes dependiendo de los aspectos de los estados afectados como: la idea de estado (nacionalismo), la base física del mismo (población y recursos) y su expresión institucional (sistema político) (Terriff, 1999:18).

Los realistas creen que otros factores que no sean las amenazas militares pueden ser importantes pero sólo en la medida en que “… contribute to or hinder the development of military capabilities or the ability of the state to wield the military capabilities it has available” (contribuyan o impidan el desarrollo de las capacidades militares o la habilidad del estado de hacer uso de sus recursos militares disponibles) (Terriff, 1999:63).

Como hemos podido comprobar anteriormente los realistas ven el estado como el punto de referencia para la seguridad. También es evidente que el uso de la fuerza militar juega un papel primordial en la percepción de la seguridad desde el punto de vista realista. Seguidamente nombraré algunos de los argumentos frecuentemente utilizados por los adscritos a dicha teoría para justificar su visión de la seguridad centralizada en el estado y en la militarización del uso de la fuerza.

Como la mayoría de realistas Richard Bets argumenta que la política exterior debe centrarse en la guerra y la estrategia. En su opinión la militarización es la parte más importante de la seguridad como por ejemplo la agresividad de la política exterior de los EEUU en relación con el aumento de las capacidades militares de China, Corea del Norte, Irán, etc. Por ello aquellos que ignoran la guerra y se concentran en tratados no militares para mantener la seguridad internacional corren un gran riesgo.

También destaca que ‘expansive definitions of security quickly become synonymous with “interests” and “well-being”, do not exclude anything in international relations or foreign policy, and this becomes indistinguishable from those fields or other sub-fields’ (las definiciones generales de seguridad se convierten rápidamente en sinónimos de intereses y bienestar, no excluyen nada en relaciones internacionales o política exterior, y esto no distingue este campo de otros campos o subcampos) ((Baylis, 2004:12).

En otras palabras, expandiendo el concepto de seguridad e incluyendo cualquier cosa que pueda afectar negativamente a los asuntos sociales, estamos socavando el valor práctico de los estudios sobre seguridad. De esta manera según la tradicional y realista concepción de la seguridad, es inapropiado e incluso peligroso expandir el concepto de seguridad más allá del uso de la fuerza militar.

Expansión del concepto de seguridad y la importancia de las especificaciones

Respecto del “concepto de seguridad” David Baldwin critica las teorías contemporáneas sobre seguridad. Argumenta que la mayor parte de los intentos contemporáneos para redefinir la seguridad están más interesados en “… redefining the policy agendas of nation-states than with the concept of security itself” (…redefinir las agendas políticas de las naciones-estados más que en el concepto de seguridad en sí mismo) (Baldwin, 1997:5).

A menudo dichos intentos se formalizan en propuestas que otorgan importancia a otros factores que no sean la amenaza militar como son los derechos humanos, económicos, la protección al medio ambiente, el narcotráfico, epidemias, crimen o injusticia social. Baldwin sugiere que antes de crear propuestas prácticas, las teorías y el análisis son necesarios para establecer conceptos claros.

Baldwin construye su análisis sobre la definición común de seguridad dada por Wolfers: ‘the absence of threat to acquired values’ (la ausencia de amenaza a los valores adquiridos). Sin cambios esenciales a la definición dada por Wolfers, Baldwin reformula la definición de esta manera: ‘a low probability of damage to acquired values’ (la baja probabilidad de daño a los valores adquiridos) (Baldwin, 1997:13).

Es decir, en lugar de centrarse en la presencia o ausencia de amenaza, la nueva definición enfatiza la preservación de los ‘valores adquiridos’. Como consecuencia de esta reformulación de la seguridad el interrogante ‘¿quién o qué debe ser el centro de atención en seguridad?’ planteado anteriormente debe ser cambiado a ¿seguridad para quién? o ¿seguridad para qué valores?

La contestación al primer interrogante, según Baldwin depende del objeto particular de investigación, éste puede ser el individuo(s), el estado (s), el sistema internacional, etc. Respecto de la segunda pregunta Baldwin señala que tradicionalmente el concepto de seguridad implica la protección de la ‘independencia política’ y la ‘integridad territorial’ pero algunas veces otros valores son añadidos. Baldwin sugiere que tales valores deben ser siempre especificados porque el no hacerlo crea confusión.

Otro punto a resolver según Bladwin es ¿cuánta seguridad debe haber? El autor discrepa con Wolfers quien trata la seguridad como una cuestión de grados y asegura que este punto no se puede dar por descontado. La absoluta seguridad es inalcanzable, por ello es argumentable que si la seguridad es considerada como una cuestión de grados “… complicated and objectively unanswerable questions arise about how much security is enough” (cuestiones complicadas y sin respuesta posible surgen sobre cuanta seguridad es suficiente) (Baldwin, 1997:15).

Pero para subrayar la necesidad de especificaciones Baldwin desafía su propio argumento y se opone a caracterizar tales cuestiones como objetivamente sin respuesta señalando que “they are precisely the kind of questions that economists have been addressing for a long time i.e. how to allocate scarce resources among competing ends” (éstas son precisamente el tipo de cuestiones que los economistas han tratado de resolver durante mucho tiempo, esto es como asignar los recursos escasos entre medios competitivos) (Baldwin, 1997:15).

Considerando el segundo interrogante de este ensayo (¿quién o qué amenaza la seguridad?) Baldwin cree que “since threats to acquired values can arise from many sources, it is helpful if this dimension is clearly specified” (ya que las amenazas a los valores adquiridos pueden provenir de diversas fuentes, es de ayuda si esta dimensión es claramente especificada) (Baldwin, 1997:15).

La necesidad de tal especificación se basa en el hecho de que en los últimos años la percepción de amenaza a los valores adquiridos (a saber “… actions that convey a conditional commitment to punish unless one’s demands are met” acciones que llevan a un compromiso condicional de la penalización a no ser que las demandas de uno sean satisfechas) (Baldwin, 1997:15) se ha ido expandiendo por el aumento de los factores referidos como epidemias, inundaciones, terremotos, sequías etc.

Las evidencias sugieren que no sólo los académicos sino los profesionales de las Relaciones Internacionales reconocen la importancia y relevancia de los factores medioambientales en el concepto de seguridad. Un claro ejemplo de tal reconocimiento son los diversos forums interestatales y acuerdos sobre contaminación y peligros del cambio climático (ej. El protocolo de Kyoto).

Baldwin critica el enfoque neorrealista por caracterizar la seguridad como la motivación básica de los estados. Él argumenta que ‘marginal value approach’ (el enfoque de valor marginal) es decir seguridad (militar) no siempre es el factor principal en la política de los estados. Desde su punto de vista, afirmar la primacía de la seguridad es como afirmar la primacía del agua, comida o aire. Baldwin recuerda (especialmente a los neorrealistas) que “a certain minimum amount of each is needed to sustain life, but this does not mean that the value of a glass of water is the same for a person stranded in a desert and a person drowning in lake” (una mínima cantidad de cada uno es necesaria para mantener la vida pero eso no significa que el valor de un vaso de agua sea el mismo para una persona perdida en el desierto que para otra rodeada por un lago) (Baldwin, 1997:19).

Así teniendo en cuenta todos estos argumentos, Baldwin no sólo asegura que el uso de la fuerza militar es sólo una de las especificaciones que pueden variar, sino también que la seguridad por sí misma es una de las mayores preocupaciones y que puede ser sobrevalorada en detrimento de otros intereses estatales.

Es evidente que Baldwin critica el tradicional enfoque a la seguridad. Sin embargo, Baldwin señala que su análisis del concepto de seguridad no aporta proposiciones empíricas, teorías o análisis. Por ello me gustaría debatir teorías constructivistas y culturales relacionadas con los estudios sobre seguridad, porque las considero una alternativa real a los enfoques dominantes en los estudios de seguridad.

Constructivismo y Culturalismo

Como se ha señalado anteriormente los factores militares tradicionales se han ido complementando progresivamente con otros asuntos de seguridad. Estos nuevos asuntos incluyen la relevancia de la competitividad económica, el aumento de inmigrantes y refugiados que ponen a prueba las capacidades políticas de los estados, la degradación medioambiental que afecta al bienestar nacional y el aumento de la relevancia de asuntos relacionados con la identidad cultural (normas) en política internacional como los derechos humanos, la religión, etc (Katzenstein, 1996:7).

El Constructivismo está interesado en el impacto de las normas en la seguridad internacional, donde las normas pueden ser definidas como “… intersubjective beliefs about the social and natural world that define actors, their situations, and the possibilities” (creencias intersubjetivas sobre el mundo social y natural que definen actores, sus situaciones y las posibilidades) (Farrell, 2002:49).

Según Michael Byers “evidence of international norms can be found in international law-in particular, custom, treaties, and decisions of international legal bodies” (las pruebas de la existencia de normas internacionales se pueden encontrar en la ley internacional, particularmente en costumbres, tratados y decisiones de organismos internacionales legales) (Farrell, 2002:60).

Muy a menudo es difícil predecir qué normas serán las más influyentes. Sin embargo, es posible medir la fuerza de dichas normas siguiendo los siguientes criterios: la claridad con la cual la norma ha sido codificada (especificidad), la duración y efectividad de la norma frente a los desafíos y la amplitud con la que ha sido aceptada en el discurso (concordancia) (Farrell, 2002:61).

Como se ha indicado anteriormente Neorrealismo y Neoliberalismo describen el mundo como ocupado por actores indiferenciados (buscando su interés propio) cuyas relaciones están estructuradas por el equilibrio de poder material (Jervis, 1999). Por el contrario, el Constructivismo sitúa a los actores “… in a social structure that both constitutes those actors and is constituted by their interaction” (en una estructura social que constituye a esos actores y que a su vez es constituida por sus interacciones) (Farrell, 2002:50).

Paul A. Kowert critica los enfoques dominantes (racionalistas) sobre seguridad porque omiten asuntos primordiales como “… who the actors are or how their interests were constituted” (Kowert, 1998:2) (quienes son los actores o cómo sus intereses fueron creados). Básicamente, tanto el Constructivismo como el Culturalismo son “… critique of neo-realists and neo-liberals concerns not what these scholars do and say but what they ignore: the content and the source of state interests and social fabric of world politics” (críticas a los neorrealistas y neoliberales no sobre lo que éstos académicos hacen y dicen sino sobre lo que ignoran: el contenido y la fuente de los intereses de los estados y los cimientos sociales de la política mundial) (Farrell, 2002:51).

Conclusión

A lo largo del presente ensayo he tratado un amplio abanico de visiones alternativas al concepto de seguridad que se reafirman, complementan o contradicen entre sí. Las evidencias muestran que el Neorrealismo es la más limitada de todas ellas.

Según ésta la fuerza militar es el factor más importante en los estudios sobre seguridad. Para los neorrealistas otros factores implicados en el concepto de seguridad como por ejemplo la economía, geografía etc, deben ser considerados sólo en la medida en que contribuyan a la capacidad militar.

Sin embargo, recientemente las teorías neorrealistas han sido ampliamente criticadas por su limitada visión de la seguridad. Es ampliamente defendido que el concepto de seguridad debe ser expandido y de esta manera incluir aspectos no militares como el medio ambiente, la inmigración, el crimen internacional, normas internacionales y nacionales, etc. Esto, desde el punto de vista de muchos críticos debería ayudar a la compresión de la seguridad y de las Relaciones Internacionales como un todo.

Después de haber considerado diversos enfoques de la seguridad, no hay duda de que el concepto de seguridad es más amplio que la mera consideración de la fuerza y capacidad militar. Sin embargo, la ampliación del concepto conlleva el riesgo de ampliar tanto los estudios sobre seguridad que acaben por perder su valor.

Por ello, creo que los académicos y profesionales de las Relaciones Internacionales deberían tratar de mantener siempre el equilibrio adecuado de un amplio abanico de factores implicados en seguridad. Esto propuesto por Baldwin, se debería hacer especificando no sólo las condiciones en las que la seguridad es alcanzable sino también el concepto de seguridad en general.

Bibliografía
1. Baldwin, D. (1997), “The Concept of Security”’, Review of International Studies Vol. 23, No. 1: pp. 5-26.

2. Baylis, J., et al. (eds) (2002), Strategy in the Contemporary World, Oxford: Oxford University Press.

3. Farrell, T. (2000), “Constructivist Security Studies: Portrait of a Research Program”, International Studies Review Vol. 4, No. 1: pp. 49-72.

4. Jervis, R. (1999), “Realism, Neoliberalism, and Cooperation: Understanding the Debate”, International Security 24, No. 1: pp. 42-61.

5. Katzenstein, P. J. (1996), “The culture of national security: norms and identity in world politics”, New York: Columbia University Press.

6. Powell, R. (1994), “Anarchy in International Relations Theory: The Neorealist-Neoliberal Debate”, International Organization 48, No. 2: 313-44.

7. Terriff, T., et al. (eds) (1999), “Security studies today”, Cambridge: Polity Press.

Consultadas:

Baylis, J., Rengger, N.J. (1992), “Dilemmas of world politics: international issues in a changing world”, Oxford: Clarendon Press: pp. 29-61.

Jones, C., and Kennedy-Pipe, C. (eds) (2000), “International security in a global age: securing the twenty-first century”, London: Frank Cass: pp. 1-9.

Mutimer, D., “IR Theory: Sovereignty, Anarchy and Security”, retrieved on 01/04/2005 from the World Wide Web: http://www.yorku.ca/dmutimer/IRTheory.htm

Rupesinghe, K. (eds) (1992), “Internal conflict and governance”, Basingstoke: Macmillan: pp. 1-27.

• Twitchett, K. J. (eds) (1971), “International security: reflections on survival and stability”, London : Oxford University Press, 1971: pp. 1-48.

Evgeny Lykov
Vicepresidente de la Unión de Ciudadanos Ortodoxos de San Petersburgo y asesor legal de la Comisión para la seguridad económica del gobierno de San Petersburgo

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